El paradigma de “El montón’’

Segunda entrega de la serie.

Allan Samayoa
5 min readDec 3, 2015
Créditos de la imagen

Siguiendo con la serie de los “5 paradigmas mentales urgentes de atender”, una serie que estoy escribiendo con el fin de alertarnos de algunas telarañas mentales que pueden retrasar o bien estancar el desarrollo de nuestro potencial, les había anunciado el artículo del segundo paradigma, y aquí está:

2. El paradigma de “el montón”

En el tiempo de adolescencia comenzamos a establecer muchos rasgos de nuestra identidad, surgen los acercamientos a grupos de amigos con afinidades comunes, empezamos a tener intereses propios ademas de jugar y comer, empezamos a dejar la infancia y a entrar a la etapa que determinará por mucho nuestra interacción social con el resto del mundo, comienza la “imitación” de patrones sociales mas allá que de nuestro núcleo familiar, queremos llevar la ropa de moda, el teléfono que “todos” usan, ir a las fiestas y reuniones donde “todos” van y así se comienza a afianzar en nuestra mente ya no solo el paradigma del destino, sino lo que yo llamo el paradigma de “el montón”.

“Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos.” —Sigmund Freud

Este comportamiento, que iniciamos por lograr la aceptación de nuestro entorno social, empieza a escribir en nuestro subconsciente que, lo que hace la mayoría, lo que la mayoría piensa y dice, eso “debe” estar correcto y “debe” ser lo mejor, a esto sumemos nuestros instintos básicos de supervivencia, que nos dicen que “en manada” hay mas posibilidades de sobrevivir, y ni digamos si en nuestros hogares nos enseñaron patrones de “aceptación social” en lugar de patrones de individualidad.

Ahora bien, admito que estos puntos pueden ser aplicables para algunas cosas de la vida, incluso pudo ser cierto para nuestros ancestros quienes se enfrentaban a una vida con menos matices donde sobrevivir era el fin primordial; también, no podría demeritar las normas sociales que pueden ser aplicables para la moral y el trato con los demás, pero no podemos pretender aplicar los mismos principios para todo, si lo que queremos es desarrollar el potencial individual y único que tenemos.

¿Dónde está la trampa?

Precisamente los paradigmas tienen una trampa letal, en este caso cuando seguimos los patrones “del montón” tenemos la falsa ilusión de que somos nosotros los que decidimos conscientemente seguir esos comportamientos, cuando la verdad lo que ha sucedido es que nuestro subconsciente, en base al paradigma construido, toma la decisión por nosotros.

Para darles un ejemplo, hagan un pequeño recordatorio, ¿cuáles han sido exactamente las decisiones conscientes que ha tomado el día de hoy? Usted podría decirme que escogió su ropa para salir al trabajo, pero, ¿realmente lo hizo usted o la decisión fue tomada por las tendencias de la moda actual?Piense también en ¿cuándo decidió realmente ir a trabajar? ¿Tomó la decisión realmente o simplemente siguió su hábito de “ir a trabajar” por las mañanas? ¿Le ha pasado alguna vez que se levanta un domingo y casi se alista para ir al trabajo, cuando de repente recuerda que es domingo? bueno, así de poderosos pueden ser los paradigmas.

“En toda multitud hay hombres a los que no se distingue, pero son portadores de mensajes prodigiosos. Y sin saberlo ellos mismos”. —Antoine de Saint-Exupéry

Hay muchas otras formas en las que este paradigma se materializa, no podríamos adentrarnos en todas ellas en un solo artículo, pero les puedo dar unos ejemplos: Las huelgas; algunas personas saben porque las hacen y probablemente los líderes tienen un fin en mente, otras van simplemente porque los compañeros los han invitado, otras personas solo van a “hacer bulto” y a algunas incluso se les puede preguntar ¿hacia dónde van? Y contestarán “adonde va toda la gente”.

Otro ejemplo claro es; la gran mayoría creemos que debemos trabajar duro para “ganarnos la vida” pero una pequeña minoría (los mas ricos del mundo) saben que ellos deben trabajar inteligentemente mientras los empleados y su dinero “trabaja duro” por ellos. ¿Tienes ahora un mejor panorama? ¡Bien! Entonces…

¿Cómo atender el paradigma de “el montón”?

Digo atender, porque las formas en que nuestra mente “resume” información para hacer de la toma de decisiones un proceso más rápido puede sernos útil (a veces), pero no debemos permitir que esa forma automática en la que trabaja nuestro cerebro, defina quienes realmente queremos ser, así que aquí algunos tips para atenderlo:

  • Primero, recodemos que en el artículo anterior de la serie les decía que “sus decisiones son las que construyen su camino día a día”, por lo tanto es importante desarrollar conciencia a la hora de tomar decisiones todos los días, a esto lo llamaremos “tomar decisiones de manera determinada y consciente”.
  • Segundo, evalúe. Si normalmente está de acuerdo con “todo el mundo” algo debe estar mal, seguramente no está esforzándose en pensar con detenimiento el porqué de sus decisiones. Si aún está de acuerdo después de pensar sesudamente en varias opciones, puede estar más tranquilo.
  • Cuando pase a la acción, asegúrese de hacerlo porque usted quiere y está a gusto con la decisión que tomó y no lo haga por quedar bien con nadie o porque “así se ha hecho siempre”.
  • Sea curioso y pregúntese siempre “¿por qué?” antes de hacer algo. Pregúntese cosas como: “¿Habrá una forma de hacerlo diferente?” “¿Se puede mejorar esto o lo otro?” “¿Hay más opciones de las que se me están presentando o de las que se me están ocurriendo?”.
  • Tenga mentores que valgan la pena, a quienes pueda consultar antes de tomar decisiones cruciales.

Espero con esta segunda entrega de la serie puedas ir encontrando respuestas a algunas de las preguntas mas básicas que se hace una persona que quiere ser exitosa y tomar el control de su vida. No te pierdas el siguiente artículo de la serie donde trataremos el paradigma de la actitud. Dale follow a M en español, así no te perderás el resto de la serie que estoy publicando aquí. Si te gustó el articulo «recomiéndalo con el corazón» (me refiero al icono del corazón de más abajo :) y recuerda:

“El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va”. —Antoine de Saint-Exupéry

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Allan Samayoa

Esposo y Papá • Diseñador y Animador 3D • Productor de TV • Emprendedor en @Pixelmediahn • Escritor ocasional