Para esta tercera entrada he decidido comentar una película de un género totalmente distinto al que hemos visto hasta ahora. Así que, ayer, tras echar un vistazo a la lista de películas pendientes, decidí ver “Eternal Sunshine of the Spotless Mind” (2004) y darle una oportunidad al género romántico.
“Eternal Sunshine of the Spotless Mind” nos narra la historia de Joel (Jim Carrey), un hombre solitario con una vida monótona, que conoce a Clementine (Kate Winslet), una mujer que vive siguiendo sus impulsos, en una estación de tren. A pesar de sus diferentes personalidades, Joel y Clementine se sienten atraídos el uno hacia el otro casi desde el primer momento. Sin embargo, lo que ellos desconocen es que ambos eran una pareja estable que, al atravesar un mal momento, decidieron someterse a un procedimiento que eliminaría los recuerdos del otro.
Como veis, “Eternal Sunshine of the Spotless Mind” parte desde una premisa totalmente diferente a la de otras películas del género, y la trama cuenta con varios giros argumentales que hacen que el espectador se mantenga pegado a la pantalla en todo momento. Además, esta película no trata el amor como algo ñoño, sino que consigue que la relación de Joel y Clementine se sienta real. Otros filmes de este tipo seguramente harían que Clementine, una mujer extrovertida, metiera a Joel, un hombre introvertido, en situaciones embarazosas para poder echarnos unas risas a costa del pobre Joel, pero no es este el caso. Aquí lo que encontramos es una relación con luces y sombras, una película a ratos comedia y a ratos drama, que nos ofrece una mirada sincera tanto al amor entre dos personas como a la ruptura de una relación.
Por otra parte, esta película también brilla a nivel técnico. Las transiciones entre un recuerdo y otro son brillantes y, a mi parecer, son casi mejores que la representación de los sueños en “The Lovely Bones” (2009) o en “Inception” (2010). Vale, es cierto que no es lo mismo simular un recuerdo que un sueño, pero me parece que “Eternal Sunshine of the Spotless Mind” posee un componente onírico del que carecen las otras dos películas (o al menos no consiguen caracterizar bien del todo).
Por último, cabe mencionar las actuaciones sublimes tanto de Jim Carrey, que nos demuestra que no solo sabe hacer reír, como de Kate Winslet. Además, en este filme también encontramos como protagonistas secundarios a Elijah Wood, Mark Ruffalo y Kirsten Dunst, que cumplen sus papeles a la perfección.
En conclusión, “Eternal Sunshine of the Spotless Mind” narra la historia sincera de la relación entre un hombre y una mujer, sin dejar nunca de ser optimista, y esto lo convierte en una película más que recomendable tanto para los fans acérrimos del género como para aquellos que, como yo, prefieran rehuir este tipo de películas.
