María Asunción Vicente Ripoll|Cofundadora de la Asociación Mujeres Ingenieras
“Es necesario que se hable del empoderamiento de las mujeres en los campos donde somos minoría”
Una amiga y ella eran las únicas que cursaban Ingeniería Superior en Electrónica en la Universitat de València. Aunque esa no fue la primera opción de María Asunción Vicente Ripoll profesora titular del Área de Ingeniería de Sistemas y Automáticas en la Universidad Miguel Hernández (UMH). Antes había seguido los pasos de su referente Marie Curie, y se matriculó en Física. Además de ser investigadora, forma parte de la Asociación Mujeres Ingenieras, cuyo objetivo es potenciar las aspiraciones de las mujeres y niñas en las carreras de ingeniería y tecnología.
¿Cómo surgió la Asociación Mujeres Ingenieras?
La idea nació cuando fui a una conferencia de la ingeniera de telecomunicaciones Nuria Oliver, la charla trataba sobre las pocas mujeres que había en este sector tanto en España como en otros países. Además, me llamó la atención que cuanto más avanzado en tecnología es el país, menos mujeres hay en estudios de ingeniería. Ahí me di cuenta que era un problema global, entonces, pensé en fundar la asociación para estar conectadas.
La organización se formó hace un año. ¿Cómo ha ido?
Nos hemos centrado en dar publicidad a esta idea porque en la ingeniería tiene que haber mujeres. Es una profesión que permite crear lo que quieras, ya que hay un montón de especialidades. Además, tal como la humanidad se está desarrollando, se necesitan muchos más profesionales en trabajos tecnológicos y de ingeniería. Cuando alguien me dice que no sé qué estudiar, respondo: “Informática” porque no hay paro.
Aparte de formar parte de la Asociación, da clase de Teoría de Circuitos en la UMH. Cuando habla de algún invento, ¿se mencionan a mujeres?
En las asignatura de Teoría de Circuitos que imparto, no hay referentes femeninos, porque las leyes eléctricas son casi todas enunciadas por científicos hombres. Sin embargo, en otras materias tecnológicas sí que hay referentes de mujeres, por ejemplo en informática o en telecomunicaciones. Aunque los alumnos, en general, no se suelen preguntar si las personas que dedujeron esas leyes y teorías eran hombres o mujeres.
Desde Ada Lovelace hasta las mujeres ENIAC pasa un siglo donde no hay mujeres, pero se sigue desarrollando internet. ¿Realmente no las hay o se las ha invisibilizado?
Yo pienso que sí que las hay, pero no son conocidas. Hedy Lamarr se conoce como actriz, ella no estudió ingeniería fue autodidacta, pero es una inventora. Ahora a finales del s. XX y del s. XXI se ha empezado a hablar de ella y a dar la relevancia que tuvo. Para mí, Hedy Lamarr es como Leonardo da Vinci. La diferencia es que Da Vinci aparece por todas partes, Lamarr no. También ha habido menos mujeres en ciencias e ingeniería porque se dedicaban al cuidado de los hijos y del hogar. Ahora hay un montón de ingenieras trabajando en proyectos importantes, pero los hombres son mayoría. En las empresas tecnológicas como Facebook o Apple siempre los CEO son hombres. Creo que la situación cambiará, es cuestión de tiempo.
“A los hombres les cuesta que una ingeniera sea su jefa”, asegura la investigadora de la UMH
Da la sensación que la científica más conocida es Marie Curie, por ejemplo, preguntaron a estudiantes de 16 y 19 años por referentes y la única científica que mencionaron fue ella. ¿Por qué parece que solo se reconoce el trabajo de la física?
Marie Curie es la única persona con dos premios Nobel, uno en Física y otro en Química, ella fue sobresaliente. No se conoce a otras porque de alguna forma se invisibiliza, no se le da mérito al trabajo de las mujeres, se las tapa. A los niños solo les llega que hay hombres porque solo se habla de ellos. Yo estoy segura que las alumnas que estudian ingeniería, conocen a más científicas y tienen más referentes. Las que cursan mecánica me hablaron de Marga Torres, jefa de motores del piloto de la Fórmula 1 Lewis Hamilton, una de ellas dijo: “Yo quiero ser como ella”. Ella ya tiene su modelo a seguir porque se les está dando más visibilidad a las mujeres en estos campos, y eso hará que entren más.
¿Cómo los medios de comunicación pueden ayudar a crear referentes?
Los medios de comunicación ayudan cuando dan difusión a asociaciones como la nuestra o similares, que ya lo hacen. A menudo aparecen en televisión la Consellera d’Innovació, Universitats, Ciència i Societat Digital es Carolina Pascual o la ingeniería informática Nuria Oliver, así no van a asociar la palabra “tecnología” solo con hombres. Esa normalización, poco a poco, llegará. Ahora se habla mucho del empoderamiento de la mujer que hace falta, sobre todo, en los campos donde aún somos minoría. Mi experiencia es que en la ingeniería sí hay un ambiente bastante machista; la investigadora Oliver también nos contó sus experiencias en unas jornadas sobre la mujer en la UMH. Actualmente, el mundo de la programación es un mundo de hombres y, eso cuesta cambiarlo.
Ya es difícil que haya ingenieras si luego tienen un ambiente machista…
Durante los estudios universitarios no hay un ambiente machista en las aulas, en absoluto; pero en el ámbito laboral sí que lo hay. Además, en el mundo de la ingeniería, hay mucha competición por ser el mejor, es más fácil poner la zancadilla a una mujer porque está en minoría. Cuando hablo con antiguas estudiantes, algunas no han tenido problemas, pero otras cuentan que sus trabajadores no quieren que ellas sean las jefas. A los hombres les cuesta ver que hay una ingeniera a su cargo, aún no lo acaban de aceptar. Un handicap de la ingeniería es que se trabaja en base a unos proyectos y el estrés por entregarlos es complicado gestionarlo con el cuidado de los menores. Por eso, cuando tienen familia muchas mujeres se van a trabajos diferentes que les ocupe menos horas. Ahora estamos viviendo un tránsito donde los padres se quieren quedar con sus hijos en casa, y las mujeres se van a trabajar, quien tenga esa pareja podrá seguir como ingeniera con más facilidad.
También habría que trabajar con ellos.
Claro, yo creo que cambiará porque ya hay más ingenieras visibles. Entonces, no se va a estigmatizar la profesión como solo para hombres, es cuestión de tiempo.
La Universidad de Princeton comprobó que los algoritmos de Inteligencia Artificial repetían los mismos sesgos de género y culturales que los humanos. ¿ Piensa que en la universidad se enseña a que esto no pase?
En mi opinión, si los algoritmos de inteligencia artificial están basados en lenguaje natural, sí pueden ser sexistas. Por un lado, están programados por humanos, por otro, hace uso del lenguaje, que suele serlo. Se basan en datos, así que pueden estar sesgados.
¿Se están llevando a cabo proyectos que sirvan para potenciar que hay más niñas en el ámbito tecnológico?
Sí, yo creo que la enseñanza va dirigida por iguales a chicos y chicas. Hace 50 años las clases de programación serían sólo para los niños y a las niñas les enseñarían a coser. Hoy en día, todos por igual tienen la opción de elegir las clases de programación. Aunque es cierto que hay diferencias innatas, por ejemplo los niños juegan más a videojuegos y las niñas usan más las redes sociales. No podemos ser iguales en esa tendencia hacia lo tecnológico porque ese sesgo lo tenemos y creo que es natural, no viene del contexto de la sociedad. Sin embargo, los trabajos del futuro están relacionados con la robótica, las mujeres deben estar allí. Tampoco tiene que ser un 50% o mayoría sino que no sean solo el 10% o que no haya ninguna chica.
¿Cuál es la mejor manera de atraer a las mujeres a las vocaciones tecnológicas?
Mucha gente se imagina a un ingeniero con un mono y un casco, no es así. La ingeniería tiene campos muy diversos relacionados con la naturaleza, la programación, la organización y producción de una empresa o la mecánica, pero no tiene nada que ver con la fuerza. Eso yo creo que poco a poco va a cambiar porque la tecnología y la ingeniería están muy cerca de todos ahora. Además, ya muchas niñas sí que tienen referentes femeninos en la profesión de ingeniería, como Marga Torres o Nuria Oliver.
