La pesadilla.

Llamole_X
2 min readJan 15, 2018

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-A ver, a ver, que no sé si te estoy entendiendo bien. ¿Me estás diciendo que estás casada? ¿Llevamos 17 meses juntos y me dices ésto ahora? No me lo puedo creer, no lo creo. ¿Me estás diciendo que esto que tenemos ha sido una diversión para ti? ¿Qué estás engañando a dos personas?

-Cariño…

-No, no. No me toques. No me hables.

-Yo… yo no sabía cómo decírtelo Miguel, nunca era el momento adecuado, ni siquiera ahora lo es, pero te lo debía. Yo te quiero, mi amor.

-Calla, por favor, no hables más.

Mirando el cielo a través de la ventanilla del avión que le llevaba al otro lado del mundo, Miguel recordaba la última conversación que había tenido con Manuela. Nunca había sentido un dolor tan grande. Era como si cientos de cuchillos atravesasen su pecho en ese momento y su corazón dejase de latir para siempre.

Miguel quería quitarse de la cabeza el ruido de cristales, el golpe seco que siguió después. No sabía cómo había pasado, él sólo quiso apartarla, que no le tocase, que no le llegase su olor y ella… Se tropezó, ¿verdad? Yo no hice nada, yo no fui quien la tiró, no, no.

-¿Se encuentra bien, señor?

-¿Eh? Sí, sí. -Miguel, adormilado, miró a su alrededor y se dio cuenta de que había tenido una pesadilla- Lo siento, le dijo a la azafata.

-¿Le traigo agua, alguna infusión?

-No, gracias. Está bien así.

Él miró su reloj, echó un vistazo por la ventanilla y volvió a cerrar los ojos para ver a Manuela. Cerrar los ojos era la única forma de llevarla consigo en su viaje a ninguna parte.

Relato que participa en la convocatoria #relatosInfidelidad, de Divagacionistas

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