Conjurando la lluvia: 7 libros imprescindibles para abril

Ana Laya
7 min readApr 16, 2023
Stanley Kubrick (1928–1999). Showgirl, 1949. Museum of the City of New York.

Cuenta la leyenda que en abril llovía, que “aguas mil” había y que mientras más lloviese más hermoso sería mayo (mes en el que era poco recomendable quitarse el sayo).

Desde este rincón conjuramos la lluvia — que aunque no nos encante como a algunos, sabemos necesaria — haciendo un listado ideal para echarnos la tarde leyendo y viendo llover… si es que esos viejos refranes pre-antropocénicas tienen algo de verdad.

La educación física

Rosario Villajos

Editorial Seix Barral

Conocí personalmente a Rosario Villajos gracias a su anterior novela La muela (Aristas Martínez, 2021) por la que conversé con ella en mi querida Cafetería HD (sitio en el que comencé a leer La educación física). Además de simpática Rosario es hábil, directa y mordaz. Tres atributos que aprecio y que a veces es difícil encontrar en español donde abunda un poco el adorno y el engolosinamiento.

La educación física, que es de lo que “venimos a hablar” es entonces no solo la novela que esperábamos después de haber terminado La muela, es también la ganadora del premio Biblioteca Breve de Seix Barral. Ambientada en los años 90s —años que creíamos modernos, pero va a ser que no mucho — la protagonista, Catalina es una adolescente que existe, cosa que veremos al adentrarnos en la lectura, no es poco. Recordé mucho esa frase dela Cecilia de The Virgins Suicides: “Obviously doctor, you’ve never been a 13-year-old girl”. (Full disclaimer, no he leído el libro de Eugenides, la frase resuena en mi cerebro gracias a Sofia Coppola).

Dejo una frase: “Algo peor está ahí fuera, como la verdad en Expediente X, y todo el mundo le ha dado a entender a Catalina que cuando un lobo anda suelto se encierra bajo llave a las cien ovejas y, si una se escapa, será culpa de la oveja que el lobo la encuentre, porque está en la naturaleza del lobo asustar a la oveja, torturar a la oveja, matar a la oveja, zamparse a la oveja, pero nadie se pregunta si está en la naturaleza de la oveja quedarse encerrada hasta que deje de existir el lobo, ya que no parece que el lobo vaya a dejar de acechar jamás.”

Puro glamour

Aloma Rodríguez

Editorial La navaja suiza

Muchos conoceréis a Aloma por su Barra libre en Todo empieza hoy 2 en Radio 3 con Marta Echeverría en donde nos recomienda semanalmente una serie de libros interesantes, pues ahora es nuestro turno de presentar su libro una obra cuyo título funciona por contraste e ironía. Parte de esta serie de piezas que retratan pequeñas (graciosas, patéticas, casi increíbles) situaciones cotidianas han aparecido en Letras Libres y han pasado una serie de filtros para no ser “un libro de posts” cosa que odia. Un híbrido entre un diario sin intimidad pero con introspección, diario de viajes a lugares, como podéis adivinar, muy muy glamorosos.

Podéis escucharla a ella misma en la radio [a partir del 53:15] presentando su libro.

Vamos a morir todos

Emily Austin

Blackie Books

El debut literario de Emily Austin llega a España de la mano de Blackie Books quienes aseguran que este libro, título aparte, es una celebración de la vida. Una especie de Memento Mori.

Aquí la reseña: “Gilda teme a la muerte, lo normal. Solo que también le da miedo seguir viva, y lo que eso supone. Lidiar con una familia excesiva. Pagar facturas. Dar un paso adelante en su relación con Eleanor.

Cuando empieza a trabajar de secretaria en la iglesia St. Rigobert (un poco por error), encuentra una nueva perspectiva acerca de la muerte y la supervivencia. Allí conocerá al párroco Jeff, quien llora a escondidas tras cada funeral, al coach motivacional profundamente desmotivado Giuseppe, que la llama todas las noches para pedirle una cita. A una anciana amante de los gatos, con quien intercambia correos. Gente a la que la vida no se le da excesivamente mejor que a ella, y sin embargo sigue intentándolo.

Porque vamos a morir todos. Pero no hoy.”

Aterrizaje

Aterrizaje

Eva Piquer · Traducción de Celia García Abellán

Editorial Tránsito

“Donde están los límites de la infelicidad, por qué de las desgracias recordamos los muertos pero olvidamos los supervivientes y, sobre todo, qué hacer con la brutalidad estéril e inevitable del dolor”, así describía Silvia Barroso a la novela de Eva Piquer en El Mon cuando fue publicada en su catalán original. Sí, seguimos un poco en la línea del Memento Mori.

Tránsito, la editorial que lo publica al castellano, describe Aterrizaje como una reflexión sobre el azar y la supervivencia, sobre la culpa y la capacidad (y el alivio) de volver a enamorarse de la vida, y resume así su trama: “Una mujer atrapada en un duelo decide sumarse a un viaje a Islandia con tres desconocidos. Quieren fotografiar el fuselaje de un avión que cayó en la inmensa playa de arena negra de Sólheimasandur en 1973. Esta descabellada visita al corazón del frío y la intemperie, nacida del deseo de dejar atrás Todo Aquello, la obliga a formularse preguntas y recordar vivencias que hasta entonces habían permanecido enterradas”.

Un caballero a la deriva

Herbert Clyde Lewis · Traducción de Ángeles de los Santos

Editorial Periferica

La banalidad, el obstáculo insalvable de una vida perfecta. Amamos la premisa de esta tragicómica novella: “Henry Preston Standish es un caballero en toda regla: goza de una exquisita educación y de una acomodada posición social, vive holgadamente en Nueva York y es un esposo fiel y un padre cariñoso. En definitiva, su apacible vida «fluye tranquilamente, sin hacer apenas ruido». Aún así, un día Standish siente el súbito impulso de salir en busca de la aventura y se embarca en el Arabella. En el viaje recuperará, lejos de sus obligaciones habituales, cierta alegría de vivir: en ese momento tiene treinta y cinco años y nunca se ha sentido mejor. Es entonces cuando la banalidad decide truncar su brillante destino: el protagonista, al resbalarse con una mancha de grasa mientras contempla la salida del sol, se cae por la borda en mitad del océano Pacífico. Excelente nadador y templado de espíritu, Standish elucubra sobre sus posibilidades de supervivencia y bracea con la esperanza de que lo rescaten durante unas horas cruciales en las que, sin embargo, nadie a bordo advierte su ausencia”.

Para pensar mejor. El arte del atajo

Marcus du Sutoy · Traducción de Eugenio Jesús Gómez Ayala

Editorial Acantilado

“Que la inspiración te encuentre trabajando”, esa suele ser la máxima sobre las que muchas personas basan sus procesos creativos… excepto, claro, los procrastinadores que ya sabemos que es justo en los momentos de distensión en los que podemos hallar el preciado “eureka”. Como un aporte tangencial pero clave el matemático Marcus du Sutoy afirma que en efecto el éxito no se trata de trabajo duro, se trata de atajos. Los atajos nos permiten resolver un problema rápidamente para que podamos abordar uno aún más grande. Nos hacen capaces de hacer grandes cosas. Y para él, las matemáticas son el arte mismo del atajo.

El atajo para Marcus du Sautoy es una táctica legítima, esto cuentan desde Acantilado: “en las matemáticas, el reino del pensamiento estratégico que emula la lógica de la naturaleza, el atajo nos proporciona la solución de un problema en el menor tiempo y con el menor gasto de energía posibles. Este ameno e iluminador libro nos enseña que la capacidad de dar con enfoques innovadores nos diferencia del más eficiente de los ordenadores y que el arte del atajo es fundamental para resolver de forma creativa los retos de la vida cotidiana”. Una maravilla.

La cultura del narcisismo. La vida en una era de expectativas decrecientes

Christopher Lasch · Traducción de Jaime Collyer

Editorial Capitán Swing

Cuenta la editorial que cando esta obra se publicó por primera vez, en 1979, Christopher Lasch fue aclamado como un «profeta bíblico» (Time)… el resto es historia.

“Su identificación del narcisismo no solo como una dolencia individual, sino como una floreciente epidemia social, era innovadora. Pero su diagnóstico de la cultura estadounidense es aún más relevante hoy en día, ya que predice la expansión ilimitada del yo narcisista, ansioso y codicioso, en todos los ámbitos de la vida. Lasch plantea que la evolución social del siglo xx dio lugar a una estructura de personalidad narcisista, en la que el frágil concepto de sí mismo de los individuos había dado lugar, entre otras cosas, a un miedo al compromiso y a las relaciones duraderas, a un temor a envejecer — es decir, la «cultura juvenil» de los años sesenta y setenta — y a una admiración ilimitada por la fama y la celebridad — alimentada por la industria cinematográfica y fomentada por la televisión — . En este enérgico trabajo, Lasch pide un regreso a la comunidad, a escuelas que enseñen historia y no autoestima, y lo hace de una manera imparcial, mirando las lecciones de la historia estadounidense”.

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Ana Laya

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