Residuos orgánicos como alternativa sostenible en los sectores de automoción y construcción

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|Autora Ana López Rodríguez, 18/12/2019, Cámara Nikon D3100

Los sustitutivos ecológicos son uno de los campos de investigación en los que más se está experimentando. En un mundo donde cada vez hay mayor conciencia social hacia el medio ambiente y el cambio climático, los científicos toman posiciones para contribuir a este nuevo fenómeno. En este caso, se trata de los investigadores del departamento de Química Analítica de la Universidad de Alicante.

Con la Doctora en Ciencias Químicas, Mari Carmen Garrigós al mando, en colaboración con el grupo de Visión y Color del departamento de Óptica de la misma universidad, han encontrado la forma de revalorizar los productos agrícolas que se desechan y extraer de ellos compuestos, colorantes naturales y compuestos microbianos. El objetivo final consiste en crear filamentos para aplicarlos en automoción y construcción mediante el uso de tecnología 3D. El proyecto Bárbara, de tres años de duración, está financiado por la Comisión Europea. Terminará en abril de 2020 y los científicos ya tienen planteado diseminar la técnica y aplicarla en otros sectores comerciales para contribuir a un sistema de economía circular, sostenible y renovable.

La Doctora Garrigós es la coordinadora del equipo de trabajo y Nacho Solaberrieta es investigador del departamento. Ambos trabajan con compuestos como el de aceite esencial de limón o brócoli.

Los materiales totalmente renovables que se utilizan pueden proceder del almidón, las cáscaras de los moluscos, hortalizas, troncos de brócoli, cáscaras de granada, piel de limón y cáscara de almendra.

Cristina Mellinas, miembro del equipo de investigación, sostiene un ejemplar de colorante de granada. Modificando su pH puede obtenerse una amplia gama de tonalidades para crear piezas de coches.

La Doctora Garrigós explica en qué consisten los biopolímeros y las diferencias que existen con los polímeros convencionales.

Yaiza Flores, investigadora del equipo, obtiene los repuestos de automóviles unificando los restos orgánicos con biopolímeros. Para ello emplea maquinaria con tecnología 3D.

Las materias primas que se desechan se someten a una modificación química en la que se utilizan aditivos naturales y que no son medioambientalmente perjudiciales.

Las sustancias extraídas son sostenibles e innovadoras. Tras alterar el compuesto, se obtienen propiedades avanzadas como el efecto antimicrobiano, liberación de fragancias, nuevos colores y efectos ópticos.

Los investigadores químicos afirman que estas sustancias obtenidas son una revolución para sectores como el de alquiler de coches, ya que se pueden implementar en manetas y salpicaderos.

Estos proyectos abren la posibilidad de dar una segunda vida a los residuos orgánicos, e introducirlos en varios sectores comerciales para optar por un sistema ecológico, sostenible, y biodegradable.