Submarino Nuclear Argentino, tecnología y capacidad de disuasión.

Andres C. Farfan
13 min readSep 2, 2020

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Por: Andres C. Farfan

La pasiva actividad de las relaciones exteriores argentinas en el siglo XXI permitió que los presidentes de Brasil y Venezuela se disputaran el liderazgo regional dejando a nuestro país fuera de cualquier protagonismo político a nivel internacional, aún por detrás de Chile, Colombia y Uruguay.

No hay país que pretenda crecer y desarrollar su economía si su sistema de defensa no acompaña tal tendencia. La política argentina de defensa de los últimos veinte años falló en acompañar esta lógica y nos dejó en una indefensión prácticamente absoluta.

En los últimos 20 años la economía regional creció en forma significativa y la mayoría de los países acompañaron este proceso con la modernización de sus fuerzas armadas (FFAA). Como es el caso de Venezuela, Brasil, Chile, Colombia y Uruguay.

Riachuelo: el caso del submarino de origen brasilero

Brasil soñó durante muchos años con tener un submarino nuclear, pero con la gestión del presidente Lula la iniciativa tomó un significativo impulso. En ese período se desprendió de la tecnología alemana que equipaba al arma submarina de su Marina y cerró un acuerdo multimillonario con el presidente Sarkozy de Francia para que el país europeo colaborará en la construcción de un astillero para submarinos, una base adecuada y transfiriera tecnología para que Brasil lograra construir un submarino nuclear a partir de la Clase Scorpene.

PROSUB

Así, la Marina de Brasil dio un paso más en dirección hacia la construcción de su submarino de propulsión nuclear. Riachuelo, el primero de los cuatro submarinos convencionales del “Programa de Desarrollo de Submarinos” (PROSUB), fue colocado en el mar el 14 de diciembre de 2018. Además de los submarinos convencionales, también siguieron avanzando en un submarino de propulsión nuclear. Desde hace dos años el submarino Riachuelo fue sometido a pruebas de puerto en las que se evaluaron su impermeabilidad, flotabilidad y equilibrio. Inclusive en mar abierto.

Como nación pacífica Brasil construye sus embarcaciones no para amenazar a nadie, no para perturbar la tranquilidad de las aguas nacionales, sino porque un país con más de 7000 kilómetros de costa no puede prescindir de los instrumentos para defender su soberanía y riqueza marina”, dijo el entonces presidente de Brasil, Michel Temer, durante la ceremonia, a la que calificó como «la conquista más reciente de un proyecto de Estado». «Nada de esto sería posible sin el planeamiento, sin un sentido de continuidad y sin visión a largo plazo, agregó en esa oportunidad”. A diferencia de Argentina, el estado brasileño siempre continuó los desarrollos vinculados a la industria para la defensa a pesar del cambio de banderas políticas en los distintos gobiernos.

Submarino Riachuelo

El PROSUB tiene como finalidad garantizar la soberanía en los 8500 km de costa para proteger la Amazonia Azul, un área marítima de 3,5 millones de kilómetros cuadrados, que concentra las riquezas minerales y petroleras del país. El mar brasileño constituye la ruta de ingreso del 95 por ciento de las exportaciones e importaciones y guarda cerca del 90 por ciento del petróleo nacional.

Y en un futuro donde los recursos son claves en el crecimiento y el desarrollo, es necesario contar con los elementos para su efectiva defensa.

¿Es posible la construcción del Submarino Nuclear Argentino (SNA)?

Antes que nada es necesario establecer una diferencia crucial: existen submarinos de propulsión nuclear SSN (reemplazan motor diesel por un pequeño reactor) y submarinos con capacidad nuclear SSGN, es decir, que portan en su interior misiles balísticos intercontinentales con cabezas nucleares que son impulsados por energía nuclear.

La propulsión naval nuclear no viola el “Tratado de No Proliferación Nuclear” (NPT, Nuclear Non-Proliferation Treaty). El marco jurídico del NPT y tratados regionales (ABACC) reglamentan específicamente el uso del uranio para actividades militares no proscritas, y no especifican la prohibición sobre el uso de la propulsión nuclear. Por lo tanto, este tipo de submarinos no viola ningún tratado internacional, ni regional y no sería, en ese sentido, un problema diplomático para el país.

Complejo CINAR, Costanera Sur

La construcción de un SSN es completamente posible en Argentina porque contamos con todas las capacidades para llevar adelante semejante proyecto.

Durante el tercer gobierno del Tte. Gral. Juan Domingo Perón se diseñó una nueva etapa en cuanto a medios y políticas navales.

En el período 1973–1975, dentro del “Plan Trienal de Gobierno” se acordó la adquisición de: destructores, corbetas, transportes, rompehielos / buques polares, naves de investigación, submarinos, un astillero para submarinos y licencias para la fabricación local de gran parte de estas naves.

En aquellos tiempos dado el auge y desarrollo del Plan Nuclear Argentino se previó una dimensión tal para el submarino, que, agregándole una sección intermedia (rodaja) se pudiera incorporar alguno de los reactores en estudio en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Para el diseño del submarino y para el montaje del astillero se firmó un contrato con la empresa alemana Thyssen Nordseewerke.

Dentro del contrato con Thyssen se previó la construcción de dos submarinos de una nueva clase, denominada TR-1700 en Emden, Alemania y otros cuatro que se construirían en el nuevo astillero denominado Ministro Manuel Domecq García en la Costanera Sur de CABA, al que se lo dotó con la mayor tecnología disponible de la época y un moderna configuración de herramientas a los efectos. El Astillero fue construido entre los años 1978/1981.

El plan de producción de submarinos TR-1700 en Argentina evolucionó de la siguiente manera:

  • ARA “Santa Cruz” S-41 construido en Alemania, entregado a la ARA en 1984.
  • ARA “San Juan” S-42 construido en Alemania, entregado a la ARA en 1986.
  • ARA “Santa Fe” S-43 comenzado a construir en Argentina y suspendido al 70%.
  • ARA “Santiago del Estero” S-44 idem, suspendido al 40%.
  • ARA S-45, colocada la quilla y suspendido.

Para el año 1981 Argentina ya contaba con las capacidades que Brasil adquirió recién durante el gobierno de Lula.

Astilleros Domecq Garcia 1981

Historia similar a la que se dio en aeronáutica con EMBRAER donde sus técnicos aprendieron a remachar aviones en la Ex-FMA (hoy FAdeA) hace muchas décadas atrás. Pero a diferencia de Argentina, Brasil no destruyó su pirámide industrial y le dio continuidad a una capacidad estratégica vital para el desarrollo de cualquier nación: la industria aeroespacial. Hoy Embraer es uno de los gigantes aeronáuticos que pisa más fuerte en el mundo de la aviación. La política tecnológica continua y sostenida en el tiempo, rinde sus frutos.

Durante las décadas de los ochenta y los noventa, el vaciamiento y la destrucción de la industria estratégica argentina alcanzó al Astillero Domecq Garcia cuando en 1991 se cerró el programa de submarinos, se desguazó el astillero y se abandonó una inversión de 500 millones de dólares. Esto es algo de lo que ya se escribió en muchas oportunidades y casi todos conocemos por lo que nos vamos a enfocar, directamente, en lo que refiere al SNA.

En el año 2006 se reactiva el Plan Nuclear Argentino y en 2007 ocurre la reinauguración astillero Domecq Garcia ahora Astillero Alte. Storni y se lleva adelante la estatización de TANDANOR (en 1971 fue constituido como S.A.) para crear el Complejo CINAR (Centro Industrial Naval Argentino). En Junio de 2010 Nilda Garré, por ese entonces Ministra de Defensa, anuncia la intención de dotar propulsión nuclear a la Armada Argentina más precisamente un submarino nuclear.

En período Junio/Diciembre del 2010 se convoca a un equipo de profesionales para trabajar en el “que hacer” y se propone un nuevo proyecto que sorprendería a más de un alto mando de la Armada Argentina por la capacidad del sector civil del gobierno para desarrollar un Submarino Nuclear (SSN). Para enero del 2011 hasta agosto del mismo año se trabajó en el “cómo hacerlo” y la construcción debía comenzar en el mes de septiembre a más tardar, para concluir el proyecto en 2019.

Pero, como es obvio, nada de esto ocurrió.

El equipo de trabajo convocado por el MINDEF desarrolló una propulsión híbrida eléctrica/nuclear que disminuía de manera exponencial el “ruido” generado por las cajas reductoras de los submarinos de propulsión nuclear convencionales, brindándonos una capacidad de disuasión única y, en especial, soberanía tecnológica. La idea inicial era utilizar un motor eléctrico de impulsión SIEMENS DC-PROP con una potencia de 6,8 MW y un Reactor Nuclear Compacto de 1,5 MWe.

Existe un mito urbano de que el Carem es un reactor que se hizo para ponerlo dentro de un submarino. Nada más lejos de la verdad, porque Carem es un reactor pensado para generación de energía eléctrica y tiene características que lo hacen inviable para un submarino.

Prototipo TR-1700N

Como plataforma para el SSN argentino se utilizaría el material disponible de la clase TR-1700 en el complejo CINAR. Del prototipo a la versión operativa el SSN argentino contaría con las siguientes capacidades:

  • Operación aguas litorales y oceánicas.
  • Operaciones IVR. Despliegue de buzos tácticos.
  • Velocidad en inmersión 35 nudos.
  • Profundidad operativa 300 metros.
  • Autonomía ilimitada.
  • Desplazamiento < 3.000 tons.
  • CAREM compacto 2 Mwe.
  • Baterías de Litio-ion.
  • Hélice de materiales compuestos Motor sincrónico PM.
  • Electrónica compacta.
  • Armamento: torpedos, minas, misiles ASM Contramedidas contra torpedos TCM.

Si se avanzaba con el proyecto en 2011, se proyectaba construir 4 unidades de esta versión.

Hay quienes consideran que la mejor opción es la AIP propuesta por Thyssen Nordseewerke fabricante original del TR-1700. La propuesta de ECS Group para el TR 1700 no estaba basada en un Reactor Nuclear Compacto sino en un pequeño reactor canadiense no presurizado en ciclo Rankine derivado del reactor Slowpoke 2 para uranio de bajo enriquecimiento (al 20%) desarrollado a principios de la de los 80s por el Royal Military College of Canada en un proyecto destinado a AMPS (Autonomous Marine Power Source), cuya finalidad era recargar continuamente las baterías cuando el submarino se encuentra en inmersión mediante turboalternadores propulsados por turbinas de Freon 2 vaporizado, o sea una tecnología muy distinta a la del CAREM, y un modo de funcionamiento también distinto al de un submarino a propulsión nuclear, ya que mientras el buque navegara emergido o a snorkel la propulsión podría seguir siendo diesel-eléctrica, logrando una mayor tasa de recarga de baterías y, por ende, una menor probabilidad de ser detectado.

ARA San Luis (S-32)

Capacidad de disuasión y Submarino Nuclear Argentino

Disuasión es el acto y el resultado de disuadir: hacer que alguien desista de algo o modifique su opinión”.

La conveniencia estratégica en ciencia y técnica de un SNN para Argentina significa, en primer lugar, capitalizar la inversión realizada desde 1950 a la fecha en materia de submarinos, desarrollo tecnológico de vanguardia y fabricación de un reactor nuclear compacto.

La conveniencia política de un SNN se traduce en la defensa real de la Nación, control de recursos pesqueros en nuestra zona de exclusión en el Océano Atlántico Sur, integración civil-militar, reclamo de soberanía sobre la Antártida e Islas del Atlántico Sur y reanudar negociaciones por nuestras Islas Malvinas Argentinas. El SSN es una, en definitiva, herramienta política.

El territorio continental argentino tiene una superficie de 2,8 millones de Km2, el territorio marítimo 6,9 millones de Km2 y el territorio antártico 1,3 millones de Km2 por lo que podemos decir que de los 11 millones de Km2 que comprenden nuestro territorio, el 37% es tierra y el 63% es mar. Visto desde este ángulo, es vital e imprescindible contar con una herramienta para la defensa real del territorio argentino.

La integración civil-militar debe contar con una nueva doctrina específica para llevar adelante un proyecto de estas características. Para lograr esto es vital la innovación tecnológica acompañada de una innovación doctrinaria.

Como herramienta política, su empleo debe ser definido por los fines políticos perseguidos. El ámbito político civil debería obligatoriamente entender de asuntos militares y el ámbito militar debería conciliar la doctrina de los medios a las políticas de estado, sin este acuerdo de las partes no es posible llevar adelante un proyecto de esta envergadura.

El ámbito militar debe dejar de lado la aversión a ceder autonomía porque la consecuencia de esta aversión es que las doctrinas no se integran a la estrategia política del Estado. El ámbito civil debe dejar la tendencia de evadir los asuntos militares porque la consecuencia es no conciliar los riesgos, amenazas, oportunidades por lo que no se establecen misiones ni prioridades.

El SSN es una gran oportunidad para empezar a trabajar en conjunto.

Destrabar las negociaciones por Malvinas

Teniendo en cuenta toda la argumentación desplegada más arriba, vayamos a pensar el problema fundamental de la soberanía nacional en el atlántico sur: las Islas Malvinas. Actualmente las negociaciones están enmarcadas en un equilibrio que beneficia, de forma total, al Reino Unido de Gran Bretaña (RUGB).

La pregunta a responder entonces es ¿Cómo quebrar el status-quo? Para ello tenemos que establecer un pequeño marco teórico para entender la naturaleza del conflicto y sus posibles respuestas.

El RUGB es una nación marítima cuya prosperidad, estabilidad y seguridad descansan en:

  • El vital acceso proporcionado por el mar y el mantenimiento de un sistema internacional de derecho y el libre comercio.
  • La probabilidad de que una alta proporción de los conflictos futuros ocurran en alguna zona de su influencia marítima, mientras que la soberanía de algunos de sus catorce territorios de ultramar estará sujeta a reclamos territoriales por otros estados.
  • En el ejercicio de proteger y promover sus intereses vitales, mantener relaciones cercanas con sus aliados y desarrollar relaciones bilaterales con el objetivo de combatir amenazas en sus orígenes.

Además, el RUGB mantiene su posición respecto de las cuestión Malvinas por los siguientes motivos:

  • No le provoca costos políticos, diplomáticos, ni económicos.
  • Es un negocio para influyentes de su alta burguesía.
  • Podría recobrar un valor geoeconómico a futuro.

A partir de lo mencionado los británicos ejercen amplia soberanía de facto en pesca y exploración off shore. No corre riesgos políticos, diplomáticos, ni económicos al hacerlo. Si a esto le sumamos la histórica embestida jurídica británica en cortes internacionales aprovechando el vacío jurídico ante la aceptación internacional del conflicto, su posición es muy cómoda.

La doctrina Caputo

En diciembre de 1983 Raúl Alfonsin asumió como presidente constitucional argentino y desde su discurso inaugural ante el congreso colocó a la recuperación de las Islas como una meta central de su gobierno. Su canciller, Dante Caputo, esbozó así la que sería la estrategia a seguir:

“Había que lograr una permanente tensión exterior sobre el tema Malvinas. Para nosotros el único método (por cierto de largo plazo) para lograr este objetivo era permanentemente mantener presentes los costos internacionales para el Reino Unido de la ocupación. Si esos costos disminuían, si esos costos se hacían nulos, casi nulos, la intervención o la presencia de la ocupación británica se mantendría permanentemente”.

Se siguieron estos lineamientos mediante la continuación de las hostilidades pero sin escalar el nivel de agresividad, lo que obligó al Reino Unido a efectuar crecientes gastos por la defensa del archipiélago. Sin embargo, esta estrategia argentina fue interrumpida a mediados de 1984 cuando comenzó a resultar evidente que el gobierno británico estaba dispuesto a sobrellevar el costo adicional.

En la actualidad RUGB se alejó de la UE y el mundo cambió drásticamente.

¿Estarán dispuestos a asumir nuevamente ese costo financiero si logramos la capacidad de disuasión necesaria?

¿Qué pasaría si existiese, por mínima que sea, la percepción por parte de RUGB de que las plataformas de exploración pudieran ser saboteadas o que los barcos pesqueros fueran secuestrados, dañados o hundidos; o que el puente logístico con las islas pueda ser denegado?

¿De qué elementos dispone Argentina hoy para contrarrestar la burla británica? ¿Y apalancar la decisión de embestida jurídica realizada?

Absolutamente ninguno.

Con el escenario marítimo actual, es de vital importancia contar con capacidad militar tal que amenace con la negociación del mar en las aguas circundantes a las islas y de esta manera poner en riesgo las inversiones de RUGB, aumentar su gasto del puente logístico y elevar el costo de su guarnición militar en las islas. De esta manera podríamos forzar reanudar las relaciones bilaterales.

Pero, sin capacidad de disuasión esto es imposible. Por eso es vital contar con una flota de mar propulsada con energía nuclear y el músculo furtivo de un SSN.

Conclusiones

Hoy nos encontramos en un escenario de indefensión absoluta y solo el desarrollo de capacidad de disuasión con soberanía tecnológica puede contrarrestar lo que estamos atravesando.

Contamos con todas las capacidades para llevar adelante un desarrollo de Submarino Nuclear Argentino y de esta manera, empezar a forzar las relaciones bilaterales con RUGB.

El TR-1700 puede lanzar misiles Exocet SM39 y es de público conocimiento dentro de la Armada Argentina que el proveedor de los mencionados misiles, en más de una oportunidad, mencionó la imposibilidad de vendernos más unidades dada la preocupación y objeción de RUGB luego de la experiencia de la guerra por las Islas Malvinas Argentinas.

Exocet SM39

Desde lo doctrinario, RUGB solo responde al poder. Si tienen que optar por el poder o el derecho siempre van a elegir el poder. No es casualidad que RUGB haya entregado Hong Kong a China, sin objeción alguna, después de que la potencia asiática haya desarrollado capacidad de disuasión mediante la integración del aparato militar a la estrategia política del Estado.

En el último año, a raíz de su salida de la UE, RUGB desplegó su flota de mar a casi todas sus ex-colonias buscando restablecer con “misiones de paz” su presencia en todos los territorios que ocupó históricamente.

Además, en el año 2041 finaliza el Tratado Antártico y Chile ya firmó un acuerdo con RUGB para trabajar en conjunto cuando el tratado pierda vigencia. No falta mucho tiempo para que los británicos desplieguen su último portaaviones a las Islas Malvinas Argentinas en una clara demostración de poder en la región.

El margen de maniobra para mantener nuestro territorio unido y bajo el mando de nuestra nación, es cada vez más chico. Y por más que la diplomacia, el periodismo y algunos sectores intelectuales sostienen la ilusión de un mundo de relaciones “igualitarias”, aún entre los estados las relaciones de poder se dirimen por la fuerza.

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Andres C. Farfan

La ingeniería inversa es hackear el conocimiento de quienes lo dosifican.