Reflexiones de campaña I: El resultado

Armando Sobrino
8 min readJul 8, 2018

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Durante los últimos nueve meses, coordiné la campaña de WikipolíticaCDMX que postuló a Roberto Castillo al Congreso de la CDMX. Fueron tiempos de muchas lecciones y crecimiento, en este espacio intento compartir y retribuir algunos de los aprendizajes e ideas que nacieron de esta experiencia. Espero sea de utilidad para el futuro.

El resultado de una campaña es producto de muchas variables. Es difícil medir y separar el peso de la suerte, el contexto y las decisiones. Particularmente, evaluar nuestra campaña es aún más difícil pues nunca contamos con encuestas que nos mostraran los avances o retrocesos en el camino. Sin embargo, hay algunas hipótesis que me gustaría plantear para entender y explicar el resultado; la mayor parte de ellas son producto de conversaciones con el equipo de estrategia de campaña por lo que el mérito de esta reflexión es colectivo pero los errores y omisiones son solo míos.

Factores externos

La ley. La normativa actual sigue favoreciendo fuertemente a los partidos. Muchas veces el sesgo es indirecto y producto de las inercias pues el INE y el IECM están acostumbrados a regular elecciones entre partidos y, por tanto, sus lineamientos y reglamentos asumen dinámicas y estructuras que solo éstos tienen. En el proceso de fiscalización se ejemplifica muy claramente este punto, para hacer una buena labor se requiere experiencia en el uso de los sistemas de contabilidad, un conocimiento profundo de la ley electoral, equipamiento de oficina y un equipo de tiempo completo responsable de los reportes y el día a día administrativo. Temas triviales para un partido político pero que un equipo independiente tiene que construir de la nada. En general, esta inequidad se replica en toda la administración de campaña, sin embargo, la inequidad más importante reside en las prerrogativas.

Prerrogativas. El tope de gasto de nuestra elección fue de $602,943.99. Según lo reportado al INE, todas las campañas que competían en el distrito 26 gastamos entre 285 mil y 426 mil pesos — aunque hay que notar que todavía no termina el proceso de fiscalización y los números todavía no son oficiales. Sin embargo, si revisamos los ingresos y egresos con mayor profundidad encontramos diferencias notables: (1) los partidos reciben casi la totalidad de sus recursos de financiamiento público mientras que nosotros recibimos el 60% de nuestros recursos de donaciones; (2) el partido/coalición que más donantes tuvo fue Por la CDMX al Frente con 3 aportantes, nosotras recibimos donaciones de 119 personas; (3) la mayor parte del gasto de los partidos es en propaganda mientras que la mayor parte de nuestro gasto es operativo — salarios, renta, transporte, papelería, etcétera. En suma, mientras que los partidos y las coaliciones no tienen que preocuparse por el dinero, nuestra campaña requirió crear una estructura administrativa dedicada a conseguir donaciones monetarias y en especie. De hecho, los partidos tienen la administración tan resuelta que gastaron la mayor parte de su dinero en propaganda mientras que nosotros tuvimos que utilizarlo en gastos operativos (Fuente: Rendición de cuentas y resultados de fiscalización).

Más inequitativo aún es el acceso a medios. En nuestro país, la ley establece parámetros para asignar tiempo en radio y TV a cada campaña, a nuestra candidatura se le asignó un solo impacto de 30 segundos en los 60 días de campaña. Aún no encuentro datos sobre cuántos impactos se asignaron por partido pero es evidente la inequidad, no solo los candidatos recibieron más de un impacto en medios individualmente sino que ganan visibilidad por cada uno de los anuncios de su partido o coalición (que fueron innumerables en esta elección). En un distrito compuesto por dos delegaciones, Benito Juárez y Coyoacán, donde la mayor parte de las personas viven en departamentos y trabaja jornadas de más de 8 horas en lugares distintos a donde viven, el acceso a radio y TV es fundamental. A pesar de que logramos notas en medios nacionales (ForoTV, Milenio, Financierto TV, UNO TV, Nación 321, El Economista, El Universal, Reforma, etcétera) e internacionales (AJ+, El País), esto no fue suficiente para hacernos ver y oír por todas las personas del distrito.

Corporativismo. Las elecciones en el distrito 26 dejaron mucho que desear. Compra de votos (1|2|3|4), uso electoral de programas sociales (1|2), posible desvío de los fondos de la reconstrucción, acarreos y pases de lista. Es difícil saber el impacto del corporativismo, sin embargo, es claro que la contienda fue altamente inequitativa y que al menos hay sospechas de abusos de los gobiernos de ambas delegaciones.

Factores internos

Decisiones y compromisos. Creo firmemente que las decisiones y compromisos que decidimos seguir a lo largo de la campaña fueron acertados y, aún sabiendo el resultado final, volvería a impulsarlos. Sin embargo, también soy consciente del precio de estas decisiones y compromisos y, más aún, de que no siempre supimos medir o reaccionar a su impacto electoral.

La lucha por una candidatura mixta sin duda valió la pena y será un precedente importante para el futuro pero se logró a costa de invertir tres semanas de recursos y tiempo en un tema solo indirectamente relacionado con la elección. Más aún, cometimos el error de enfocarnos únicamente en dicha batalla en vez de avanzar al mismo tiempo otros temas cruciales como la estructura territorial, pulir y probar más nuestro mensaje o comenzar acciones de autofinanciamiento.

De igual forma, tomamos la decisión de no usar espectaculares, muros o lonas pero no suplimos la alta visibilidad territorial que estas proporcionan hasta muy tarde en la campaña. De hecho, una pregunta que aún me hago es si los posters y acciones de trabajo comunitario, nuestras alternativas, son suficientes para competir con la basura electoral de la mayoría de los partidos. Son más éticas y espero sean lo normal en el futuro pero sospecho que su efecto se pierde en el inmenso ruido que reina en las elecciones.

Aunado a lo anterior, sobrestimamos el conocimiento de Pedro Kumamoto en el distrito y su posible efecto positivo para la campaña. Si bien la red de Vamos a Reemplazarles fue fundamental para la creación de la narrativa, identidad gráfica, procesos de aprendizaje y retroalimentación constante, su influencia en la elección fue muy indirecta, más útil en el reclutamiento de voluntarios y apoyo administrativo que en el voto.

Discurso. El tema fundamental de esta elección fue el cambio y es evidente que Morena convenció a la mayor parte del país de su visión. Sin embargo, en el contexto local del distrito 26 ¿nuestro resultado se debe a que las personas estaban más convencidas de la visión de otros partidos o a que no llegamos a un número suficiente de votantes? En este momento, me inclino por la segunda respuesta. Sin contar los espacios designados de radio y TV por la ley, fuimos la candidatura con mayor número de apariciones en medios; la única que presentaba un programa en su publicidad; la que mejor desempeño tuvo en el debate (según comentaristas postdebate) y también la que mayor impacto tuvo en redes sociales.

En las elecciones presidenciales, el discurso siempre gira en torno a la elección nacional. Es un efecto natural pero que en esta ocasión fue aún más intenso debido a la enorme popularidad de AMLO y la debilidad de las campañas de sus contrincantes. Esto sin duda tuvo un impacto importante en nuestro distrito pues aunque nuestro candidato tuvo más presencia y reconocimiento, perdimos contra la marca de los partidos. En la Figura I podemos ver que la búsqueda “Roberto Castillo” causo más interés que “Leticia Varela” y “Hector Barrera”. Este mismo fenómeno se repite en Twitter, Facebook y notas de medios. De hecho, según datos del INE, el PRI realizó cero eventos, Por la Ciudad de México al Frente reportó 9 y Juntos Haremos Historia 110 — sin embargo, muchos de ellos con AMLO, Claudia Sheinbaum o Maria Rojo. En contraste, nosotras realizamos 98 eventos, casi todos ellos brigadas territoriales y de tipo no oneroso — y estás son solo a las que asistió Roberto. Estos datos no son triviales y reflejan gran parte de nuestro sistema político, el trabajo legislativo, contrapeso del ejecutivo, se condiciona desde el inicio pues la propia victoria se la deben a sus ejecutivos.

Elaboración propia con Google Trends

Ahora bien, intuyo que sí tuvimos una derrota narrativa pero no respecto a nuestra visión de ciudad sino respecto a nuestras posibilidades de ganar. Por mensajes y conversaciones sé que algunas personas no nos votaron porque dudaban de nuestra capacidad de ganarle a los partidos y decidieron dar su apoyo a la opción menos peor pero más cercana a ganar. Sin una encuesta, es difícil conocer la escala de esta idea y, sin embargo, esto también puede ser parte de la explicación del resultado.

Conclusión

En suma ¿por qué perdimos la elección? ¿por qué obtuvimos tan pocos votos respecto a nuestro contendientes? Mi hipótesis es que perdimos porque nuestro mensaje no llegó a un número suficiente de votantes. Nuestro principal problema fue de alcance y reside en que no logramos (1) sobreponernos a la enorme inequidad de la contienda: dinero, estructura, espacio en medios; y (2) encontrar un mensaje o canal de comunicación que atravesara el mar de ruido electoral y llegará a un número suficiente de personas —esto debido a decisiones internas cuyo costo no logramos reponer y a una narrativa coherente pero no tan viral como hubiese sido necesario. A diferencia de los partidos consolidados, las candidaturas independientes no tienen una marca ya conocida por las personas; nuestra campaña tuvo que construirla, diferenciarla y difundirla al mismo tiempo que enfrentabamos juicios, conseguiamos donaciones, fiscalizabamos, reclutabamos, capacitabamos y gestinonabamos una estructura de más de 250 voluntarios.

En relación al número de votos (13 mil), sin duda estuvimos lejos de lo necesario para ganar pero creo que es importante reflexionar sobre nuestras expectativas. Son pocos votos respecto al primer y segundo lugar de nuestro distrito pero son 6 veces el numero de firmas que juntamos para el registro, 4 veces la votación obtenida por los demás independientes de la ciudad y, de hecho, somos la campaña independiente con mayor numero de votos en la historia de la Ciudad de México (exceptuando la jefatura de gobierno por obvias razones). Seamos humildes, perdimos porque no contábamos con los recursos y no logramos articular una estrategia que se sobrepusiera a la fuerte inequidad de la contienda; pero también estemos orgullosas, logramos mucho en solo seis meses, y lo logramos en elecciones sumamente difíciles y en una de las ciudades más complejas del país. Como dice el poema, “caminante no hay camino, se hace camino a andar”.

Gracias a todas las personas que han preguntado cómo estoy. Sé que he desencajado con mi respuesta a algunas de ustedes pero es cierto, estoy muy feliz. Los fenómenos de alta incertidumbre, como éste, se evalúan más por su proceso que por su resultado. Y nuestro proceso fue excepcional, así lo demuestran las cartas, las felicitaciones y los ánimos de quienes fueron parte de los equipos y quienes nos votaron. Por otra parte, esta primera experiencia ayuda a reducir la incertidumbre del futuro. Ahora sabemos en la práctica, cuáles son los retos de una campaña; cuál es el marco legal;cómo se administra; cómo se crea, crece y mantiene un equipo; y el rol del dinero, la visibilidad y la marca. Estamos a años luz de hace unos meses y, más importante, ya nos encontramos.

Descansemos, reflexionemos y, cuando se alivie la natural tristeza, volvamos a sonreír. Vamos lento porque vamos lejos y ya hicimos lo más difícil, empezar a caminar.

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