(500) días de ‘friendzone’

¿Es ella una perra, él un p*ndejo, un poco de ambos o ninguna de las anteriores?

Rosie
6 min readDec 15, 2016
El Tom y la Summer

Hoy en la mañana Facebook me sugirió asistir a un evento, a la «marcha para que Summer se vaya a la v*rga». El odio que este personaje le inspira a la gente me llama mucho la atención, pero es muy simple de explicar: A todos nos han roto el corazón.

500 days of Summer (500 días con ella, en español) es una de mis películas favoritas porque aunque la premisa lo sugiere, esta no es una historia de amor.

Cuando recién la vi (como a los 17), me gustó mucho Summer, segura, con estilo, bonita, abrazando sus excentricidades; me fue difícil entenderla por el misterio que la rodeaba, como si hiciera las cosas impulsivamente y tomando decisiones sin sentido. Por el otro lado Tom, torpe, tierno, romántico, jamás perdiendo la esperanza; es un personaje sencillo de entender por la sensibilidad con la que se muestra en la película y la lucha constante para ser amado. Díganme quién no ha estado ahí.

Al terminar de ver la película también odié a Summer.

Pero pasó el tiempo, fui creciendo y mientras, volví a verla en varias ocasiones. Después de un par de experiencias y de un contexto mucho más amplio de las relaciones, puedo destacar un par de puntos que no consideré la primera vez que vi el filme:

Está orientada hacia la perspectiva de Tom

Durante toda la película estamos conscientes exactamente de cómo se siente Tom y de las facetas de su enamoramiento (a pesar de que no está presentado de forma lineal), lo acompañamos cuando vio a Summer por primera vez, cuando —¡por fin!— intimó con ella y bailó de alegría, estuvimos las veces que le hablo —bien y mal— a otras personas sobre ella, vimos su impotencia al no obtener lo que quería de la relación, cuando fue botado y se deprimió, la esperanza del reencuentro, casi palpamos su enojo al no entender las decisiones de Summer y por último, nos sentimos contentos cuando encontró a alguien más.

You make my dreams come true ♪

Sin embargo con Summer no pasa igual. La razón por la que se le ve tan segura y decidida de lo que hace es porque nunca tenemos en escena sus verdaderos sentimientos: No sabemos exactamente cómo se siente respecto a Tom ni vimos si bailó o lloró luego de tener sexo con él, no conocemos mucho su entorno ni contexto, no sabemos con certeza por qué no cree en el amor y de pronto sí, y sobre todo, jamás vimos al tipo con quien decidió casarse. Ni nosotros ni Tom conocimos a Summer.

Las relaciones sin compromiso no son para todos

Este es el argumento «pro-Summer» más popular de todos: Ella fue muy clara con que no creía en el amor ni tampoco quería una relación y Tom accedió a esos términos, él dijo que sí a una relación sin compromiso.

Una amistad con derechos funciona muy bien siempre y cuando ambos estén en el mismo canal, pero en este caso no fue así. Por alguna razón, Tom tenía la esperanza de hacer cambiar de opinión a Summer, se esforzó tanto en creer que ella era su chica ideal que no la escuchó todas las veces que le dijo que no buscaba algo formal.

Como dice un amigo, «sobre aviso no hay ch*ngazo».

El «aviso»

Los roles de género están invertidos

Todos tenemos una mujer en nuestra vida que anda / está casada / está saliendo/ está enamorada de un p*ndejo que no ha dejado porque tiene la esperanza de que un día va a lograr cambiarlo. En esta película pasa igual, solo que en lugar de ser una muchacha es un… ¿Tom?

Me parece que lo que hace tan particular este filme es que los roles de género están invertidos.

Me explico:

El papel de sensible, de quien está siempre en contacto con sus emociones y se permite llorar e ilusionarse se asocia frecuentemente con el de una mujer; por otro lado, a quien solo le interesa el sexo y puede desconectar lo físico de lo emocional suele ser un hombre. Prueba de eso son expresiones como «aguántate como los machos», «eres un pussy», «las señoritas no se comportan así».

A diferencia de Tom, Summer no tenía el clítoris conectado al corazón. Fue él quien preguntó «¿Entonces qué somos?» ¿Pero qué no se supone que eso lo preguntan las chicas? Fue ella la que corrió en cuanto se dio cuenta que él se había enamorado.

Este asunto choca con el sentido machista del espectador, una condición que afecta a hombres y mujeres por igual. De cómo afecta el machismo a las féminas no voy a hablar, pero sí de cómo lo hace con su contraparte masculina.

El machismo enseña a los hombres a limitar la expresión de sus sentimientos desde temprana edad, porque de lo contrario son maricas. Esto provoca que al crecer, ellos piensen que por abrirle su corazón a una mujer esta les tiene que corresponder, porque confiaron sus emociones, se hicieron ver sensibles ante ella, le dieron acceso a algo que no cualquiera puede ver. Y aquí, gente, está la esencia de la friendzone.

Para el hombre es tan chocante mostrarse «tierno» ante una chica y que esta lo batee, que se enoja y concluye que debe ser culpa de ella y que todas son iguales, les gusta la mala vida, prefieren pendej*s que las traten mal.

Buscando por ahí encontré un vlogger que hablaba sobre Summer y que tenía un par de puntos válidos hasta que al final cerró con «no es una perra, no es una hija de p*ta, es mujer, es la esencia de la vagina». No, es el machismo que nos afecta a todos.

El «ch*ngazo»

«Sí, pero Summer se casa y ella había dicho que no creía en el amor, y cuando Tom le preguntó por qué había cambiado de opinión ella dijo “simplemente pasó”». Pues sí, y como cualquier ser humano ella está en todo el derecho de enamorarse de quien se le pegue la gana, pero esa persona no eran Tom. ¿Por qué? No sabemos, simplemente no era él.

Tom es víctima de los cuentos de hadas

Él pensó que podría vivir el sueño de conocer a la chica ideal y vivir contento con ella para siempre, se aferró tanto a la idea de que era Summer quien podía hacerlo feliz que se olvidó de sí mismo. Es aquí donde entiendo el dolor de Tom, porque sé lo que es querer tanto que algo funcione y que no salga como pensaba.

El gran error de Tom fue basar su felicidad en la expectativa por los demás, y aunque «querer» pasa casi sin elegir, él estuvo advertido desde el principio, se trataba de una relación sin compromiso.

Como muchos, este personaje fue víctima de creer que llegaría la persona ideal que lo rescataría de su vida de mi*rda, crecerían juntos y al final verían satisfechos todo lo que han construido.

Quería de Summer algo que no le podía dar, se la pasa toda la película imaginando escenarios que ella nunca le prometió. Aceptar eso es duro.

Shale…

Al final no sabemos cuánto le duró el Autumn a Tom, o si Summer se divorció al poco tiempo, lo cierto es que el amor es incierto y una moneda de dos caras. No es quién se aprovechó de quién, simplemente ambos son seres humanos. La realidad de 500 days of Summer es tan cruda y palpable, que por eso es una excelente película.

No me gusta juzgar, pero sí me gustaría saber sus opiniones; yo creo que todos hemos sido Tom, también todos hemos sido Summer, solo que a nadie le gusta aceptar que ha roto un corazón.

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