Cómo un simple ejercicio me ayudó a tener un gran año

Agustín Schelstraete
4 min readDec 27, 2017

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Me considero una persona que ve en la productividad una manera consciente y constante de tomar las riendas de mi vida. En realidad, no importa la cantidad de tareas o actividades que pueda realizar en el día, sino el hecho de haberme ocupado de los asuntos importantes de la jornada para avanzar un paso más hacia mis metas, sin perder el foco en las distracciones que nos invaden constantemente.

“Un viaje de mil millas empieza con un solo paso” — Lao Tsé

Era una mañana de diciembre y estaba desayunando en compañía de mi rutina diaria de lectura. Navegando de artículo en artículo me encuentro con uno que había llamado mucho mi atención. Comienzo a leer.

En la nota se presentaba a una ex coach de Google llamada Jenny Blake que compartía un “hack” visual para aprovechar al máximo el año, basado en una definición consciente de las metas que queremos alcanzar en diferentes aspectos de nuestra vida.

Tal fue el interés que me despertó la idea que no dudé un segundo en tomar mi anotador y darle una oportunidad a Jenny. Total, ¿qué tenía que perder? Si el experimento funcionaba, la gratificación sería enorme. Y si fracasaba, el año hubiese seguido su curso natural.

Ha pasado un año desde aquel día en el que decidí poner a prueba este ejercicio. Un año que culmina y que me ha llenado de inmensas satisfacciones y aprendizajes en todos los aspectos que integro en mi vida.

¿Que si el hack de Jenny Blake funcionó? Sí, sorprendentemente lo hizo y me parece tan valioso su aporte que se los quiero compartir a continuación.

“Mi manera favorita de hacer un brainstorming más creativo, ya sea si se trata de valores o de definir objetivos para año nuevo, es a través de mapas mentales.” Jenny Blake

Si. Mapas mentales.

Los mapas mentales son diagramas que se utilizan para representar palabras, ideas, dibujos o cualquier concepto que esté relacionado a una palabra clave o idea central. En síntesis, es un manera lógica y creativa de tomar notas y expresar ideas.

Volviendo a nuestro pequeño truco, el mapa mental nos servirá para definir de una manera visual los intereses y objetivos que queremos alcanzar el año que viene. Créeme, dibujarlo no te llevará mucho tiempo y te ayudará a descubrir tu próximo proyecto, metas o hábitos que quieras incorporar.

Para empezar, tomá un papel y escribí en el centro el año que se viene. A continuación dibujá a su alrededor diferentes círculos y adentro los temas que te resultan importantes y te gustaría trabajar a lo largo del año. Luego utilizá una flecha para unir cada tópico con el centro.

Por ejemplo, en el mapa mental de tu año podrías colocar temas tales como:

  • Salud
  • Finanzas
  • Carrera profesional
  • Amigos / Familia
  • Viajes
  • Voluntariado

Finalmente, por cada tema escribí las experiencias o metas que te gustaría alcanzar a lo largo del año. En este punto, te sugiero que sean metas que verdaderamente puedas realizar ya que eso te permitirá tener control sobre cada una sin caer en la decepción o auto-boicot. Por ejemplo, si nunca corriste una maratón es mejor que comiences por correr una media (21k) y varias carreras de 10k.

Por cada meta que definas es importante que te preguntes: ¿Qué es lo que me importa de este tema? y ¿Cómo sabré si tuve éxito?

Siguiendo con el ejemplo de carrera profesional, algunas metas podrían ser:

  • Aprender programación
  • Participar de un congreso
  • Hacer un curso de coaching

Aunque pueda resultar extraño, llegando al final de este año me sorprendí al ver que el 90% de las metas que me propuse habían sido cumplidas. Lo más interesante, al menos para mi, fue que me bastó con repasar el mapa mental dos veces para tener en claro qué objetivos quería alcanzar.

De este experimento aprendí la importancia de pasar en limpio nuestros objetivos para poder alcanzarlos, como una especie de mapa que nos conducirá todos los días un poco más a donde queremos llegar. Con el tiempo fui trasladando esta práctica a mi rutina y los resultados fueron muy positivos (prometo escribir sobre esto más adelante).

En conclusión, los mapas mentales son una herramienta muy práctica para darle forma a cualquier proyecto o meta que queramos alcanzar a lo largo del año. Aplicarlos en nuestro desarrollo personal nos ayudará a organizarnos mejor y a no perder el foco sobre los objetivos que queremos lograr.

Aunque soy un convencido de que las mejores experiencias de la vida suceden cuando no hay planificaciones de por medio, poder contar con una herramienta que nos permita organizar las metas del año resulta de gran ayuda a la hora de recordarnos a dónde elegimos poner foco en el día a día. Porque al final, cada mañana es una nueva oportunidad para crecer y construir la versión más genuina y genial de nosotros.

Si quieren conocer más sobre este ejercicio los invito a que vean este video en donde Jenny Blake lo explica con más detalle.

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Agustín Schelstraete

Designer (Strategy, UX, UI), Founder & Mentor. Aprendo haciendo. Más sobre mi: www.ashcamp.co