Por qué deberías follarte a un escritor

Los placeres y riesgos de amar a una persona creativa.

Bedelia Suárez López
5 min readFeb 17, 2015

Esta pieza apareció originalmente en BrokeAssStuart.com

Fóllate a un escritor porque puede hacértelo duro o ponerte cachonda simplemente tecleando. Bésalo porque puede cambiar una sola noche en un poema que de sentido a la vida. Una aventura en una novele muy bien valorada. Una corta historia de amor en un best-seller. Agarra sus caderas para que pueda cambiar esa noche lluviosa en un hostal de Dublin en tres estrofas que le hablan al corazón de deseo y soledad por todos los lados. Usará la literatura para desvestirte. Usará sus palabras para encenderte. Citará el trabajo de otro, en el momento exacto, para meterte en la cama. No te darás cuenta de que no las citó bien hasta que llegues a tu casa y busques la pieza en Google porque necesitas sentir esas palabras una vez más.

Ten sexo con una escritora porque ha elegido el arte sobre el dinero, aunque se esté quejando siempre de que no tiene un duro. Desabróchale el sujetador porque tiene 31 años y aun vive con tres compañeros de piso, pagando el alquiler como puede, sobreviviendo entre facturas, trabajando de camarera un par de noches, trabajando en una librería, haciendo trabajos raros, trapicheando; y todo porque está convencida de que algún día hará algo magistral que hará que todo esto valga la pena. Quítale los pantalones, porque admiras los sacrificios que hace para hacer lo que ama, sabiendo que tú nunca podrás hacer lo mismo. Fóllate a una escritora porque ella tiembla y muere por tener una oportunidad para que su nombre nunca se olvide en el mundo.

Acuéstate con un escritor porque él empezará un poema precioso sobre las plantas de tus pies, negras de llevar sandalias por las calles de Brooklyn, y la manera en la que ellas contrastan con tus sábanas celestes. Y que sepas que él nunca terminará el poema, pero se sentará de madrugada, cinco años más tarde en un escritorio en San Francisco, bebiendo vino tinto de mierda, lamentándose no solo de que perdió tu amor si no también de que nunca terminó el poema. Pensará que, quizás, si hubiera terminado ese poema, hubieran seguido enamorados. Y luego pensará que está yéndose un poco por las ramas. Desabróchale la camisa porque te dejará copias de los libros que escriba y te dedicará en ellos bonitas y sinceras notas de amor. Esas mismas notas harán que llore mientras separa su biblioteca de la tuya, después de que rompan, durante la mudanza. Se llevará todos sus libros para dejarte espacio para ese mobiliario que siempre dijo que no se podían permitir.

Acuéstate con una escritora porque ella te creará en su mente como algo más de lo que podrías ser en la vida real. Ponte encima de ella porque te dirá que creen cosas que ambos saben que no son verdad, pero desearían que lo fueran. Follátela, no por lo que es, si no por lo que ella cree que es, y porque tu hasta también te lo crees. Hazlo por su cerebro o porque se haya leído más libros que tú o porque en su alma, es una romántica, incluso cuando está harta, destrozada y llena de dudas. Quítale la ropa interior porque es una experta en grandes gestos. Puede salirse con la suya seriamente mandándote poesía romántica del siglo 16. Puede citarte a Pablo Neruda, tararear a Leonard Cohen, memorizar a Rumi, llorar a Sylvia Plath y usar a ee cummings para hacerte pensar en correrte. Fóllate a una escritora porque el juego de palabras es uno de los preliminares más sexy.

Hazle el amor a un escritor porque necesita musas aunque odie esa palabra. Déjale marcas de mordeduras porque puede componerte algo tan exquisito que se lo enseñarás a tus nietos. Hazlo porque él opera en metáforas y en símiles y crea frases que hacen que te detengas, aprietes el libro sobre tu pecho y veas. Pasa su vida intentando destilar el desamor y el amor en algo tangible. Fóllate a un escritor porque esta pieza podría ser fácilmente una cuenta de Twitter, o un Tumbler, o una página de Facebook, pero es mucho más poderosa como una pieza única, solitaria.

Échale un polvo a una escritora porque está loca. Y porque tú también lo estás. Cógela del pelo porque puede hacer que estar triste o malhumorada sea sexy…durante un rato. Hazlo porque es insoportable cuando se bloquea y no puede escribir, y porque es insoportable cuando tiene una buena época y no quiera que la toques ni que le hables. Porque se sentará en una habitación durante ocho horas para solo escribir ocho líneas. Porque se sentará en una habitación, ocho horas y escribirá 18 páginas. Fóllate a una escritora porque se sentará en una habitación durante ocho horas y no escribirá nada.

Fóllate, fóllate y fóllate a un escritor porque te enviará cartas de amor electrónicas desde cualquier parte del mundo, te escribirá diariamente palabras que explotarán con los sentimientos que no fue capaz de decirte en persona. Se levantará cada mañana con nervios en su barriga, entusiasmado por ver qué trocitos de ternura has esparcido en tus emails detallando todas los momentos de vida que se está perdiendo por no estar en casa. Enróscate con él porque entenderá el significado del enamoramiento y languidecerá por ti y usará el poco dinero que tiene para ayudarte a comprar un billete para que te reúnas con él. Creerás en él y te moverás por todo el país con él sacrificando mucho. Al final te darás cuenta de que nunca lo va a apreciar del todo porque siempre antepone su trabajo. Fóllate a un escritor porque lo amarás con mucha más intensidad de la que has amado a alguien antes, aunque termine por estropearlo.

No te folles a un corredor de bolsa. No te folles a un promotor inmobiliario. No te folles a un político. No te folles a alguien que trabaje en finanzas. No te folles a nadie que no haya creado algo bonito por el simple hecho de que quería crearlo. Fóllate a un escritor porque posiblemente te casarás con alguien más consistente, alguien que tenga un sueldo, alguien que diga cosas estúpidas como «guerrero de fin de semana» y «trabaja mucho, diviértete mucho». Ese tipo de personas son gilipollas.

Pero más que nada, fóllate a un escritor porque necesito que me follen.

Gracias especialmente a Jennifer Maerz y a Anise Gross por ayudarme a editar esta pieza.

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Bedelia Suárez López

Translator and Interpreter, English teacher and writer. Gran Canaria, Spain