Ludovico, el fantasma que deambula en su mansión en Arezzo.

Betou
2 min readJul 14, 2018

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  • Un municipio italiano es el lugar de origen del espíritu, quien busca la tranquilidad después de una trágica muerte.
  • Miguel Otero Silva cuenta cómo Ludovico se hace sentir aún en aquel castillo.

Italia es dueña de una peculiar historia. En Arezzo, un municipio de la ciudad de Toscana, se encuentra un castillo a las afueras de la ciudad que actualmente es habitado por el escritor Miguel Otero Silva.

El castillo de Ludovico.

“En un instante de locura apuñaló a su dama en el lecho donde acababan de amarse, y luego azuzó sobre sí mismo a sus feroces perros de guerras que lo despedazaron” contó Miguel.

Su cuarto estaba con las cenizas heladas y el último leño convertido a piedra, con olor a fresas recién cortadas; las cortinas polvorientas y en la cama se veía aún la sangra seca de la amante.

“Espantos de agosto” es el título que le pone Gabriel García Márquez a esta pequeña narración, donde cuenta cómo sintió sus momentos dentro del castillo.

Acompañado por su esposa y sus dos hijas, acudieron al inmueble en donde no planeaban quedarse a dormir. Luego de un almuerzo, se quedaron hablando él y su esposa con Silva, mientras sus dos hijos exploraban el resto del castillo.

Al dormir, García Márquez y su esposa se quedaron en la planta de abajo, mientras sus hijos en el cuarto de al lado. Al salir el sol, Gabriel asegura que despertó bajo la cornisa y las cortinas polvorientas y las sábanas empapadas de sangra. Era el cuarto de Ludovico.

La amanta de Ludovico.

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