¿Halago o acoso callejero?

Incluye guía para evitar caer en el Torito…

blog de silflo
9 min readMar 24, 2017

Seguramente te habrás enterado de la denuncia por acoso callejero que hizo una bloguera mexicana porque un taxista le gritó desde su coche “guapa”.

¿No te ha llegado el memo y/o no tienes idea de quién es la sujeta en cuestión? A ver, rápido: Se trata Tamara de Anda, alias Plaqueta -hoy #ladyplaqueta -, empezó un blog hace un chingo (link) y ahora tiene otro en el Universal (link). No me sé su currículo de memoria pero también evalúa restaurantes y trabaja en un programa que se llama Itinerario en el Canal Once, aquí les dejo una cápsula de dulcerías en la Ciudad de México. ¡Mi mero mole! (silflo, no divaguessss….)

A principios de marzo, creo que fue el miércoles 8 irónicamente, Tamara andaba caminando por la calle, un taxista le gritó “guapa” y decidió ejercer su derecho a denunciar y que se aplicara LA LEY.
No un capricho ni un berrinche sino LA LEY.
Su “Crónica de un acoso denunciado”, aquí.

La acusación se basó en el artículo 23 de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México: Artículo 23.-Son infracciones contra la dignidad de las personas; I.Vejar o maltratar física o verbalmente a cualquier persona.
La sanción por esta falta son 11 a 20 veces la unidad de cuenta de la Ciudad de México (75 pesos) o el arresto de 13 a 24 horas.

La denuncia procedió.

En lugar de concentrarnos en que POR FIIIIIIIIN, UNAAAA LEY se aplica en México y en que el caso se haga público para que l@s ciudadan@s estemos más segur@s en las calles y quienes acosan sepan que le tienen que parar a su desmadre, no ni madres.

En lugar de pensar cómo podemos lograr que México sea un país más justo y respetuoso y cómo podemos lograr que quienes acosan, dejen de hacerlo. NO.

¡A hacerla de pedo! No a quien cometió la falta sino a quien tuvo el atrevimiento de, repito, ejercer su derecho a denunciar.

#victimblaming * alert !!!

A Tamara le han llovido chingos de críticas, de calificativos muy manchados, de memes, de burlas e incluso, de amenazas de muerte (link). Tal como le pasó a Andrea Noel, una periodista de EEUU que caminaba por la colonia Condesa y un hombre le levantó el vestido y bajó los calzones y a quien, después de denunciar, le fue TAN de la chingada y tenía tanto pinche miedo, que se fue de México.

La mayoría de la gente se concentró en buscar y rebuscar “la paja en el ojo ajeno”, para “sacar trapitos al sol” y “cola que pisarle” a Tamara para descalificarla y restarle derechos, para llamarle hipócrita y exagerada, para reclamarle que le hizo perder el tiempo a los policías con sus pendejadas y ooobviooo para restregarle feminazi en la cara. (¿No se han enterado de que las feministas ya nos apropiamos el término y no nos insultan?)

A ver déjenme ver si entendí, mansplainéenme*, por fis.

¿O sea que si un día me pasé un alto, pierdo el derecho a denunciar a alguien que por pasarse un alto, me atropella?
¿Pierdo el derecho a denunciar incluso si pagué mi multa y reconocí que fui una pendeja irresponsable y que no debí poner mi tiempo y mi agenda por encima de la seguridad de los peatones y otros usuarios del espacio público?
¿NETA!? ¿Pierdo mi derecho a denunciar?
¿Pierdo mi derecho a que se me haga justicia?
¿Soy paria para la ley?

¡No mamen!

Mucha gente descubrió la existencia de Tamara de Anda por este asunto. Yo la sigo desde hace mucho, me siento identificada con ella porque en mi pasado también hay cosas de las que me arrepiento; hice bromas/comentarios políticamente incorrectos y fui a una escuela en donde uno de los profesores se permitía decirnos que nosotr@s no éramos iguales a los que iban a escuela de numerito. Sí, yo fui alumna del pinche clasista y racista Profesor Arzaba, en la Escuela Mexicana Americana de la Colonia del Valle a finales de los 80. Además era un huevón que no enseñaba ni madres, un tirano que le daba más importancia al tono de la tinta de la pluma fuente que a preparar sus clases y nos tenía amenazad@s con anularnos todo nuestro trabajo. Ah, claaaaro, si le gustabas y eras sumisita y calladita, el cabrón te hacía el honor (!!!) de nombrarte condescendientemente su “secretaria” y por supuesto, eso te daba ventajas… NO MAMEEEEN. Me acuerdo y me da asco. Me enorgullece que mis progenitores me hayan explicado que eso estaba muy mal y hayan ido a la escuela a hacerla de pedo cuando se enteraron de la mierda y el clasismo que promovía el güey.

También me siento identificada con Tamara porque me compré algunos estereotipos de belleza laciocentristas, gasté un dineral en planchas, tratamientos exóticos de keratina con baba de nopal y escargots de criadero francés para domar mis greñas que tuvieron la mala suerte de ser rizadas en este mundo donde todas deberíamos querer ser lacias, cueste lo que cueste. Quizá en otro post les cuente porqué hablando de rizos, chinos y laciocentrismo, me siento en deuda eterna con @plaqueta… ;-)

Como Tamara, yo he tenido la suerte o la gracia o el talento o la intención o la fuerza o las ganas de cambiar, o simplemente fui bendecida por una mágica luz que me ha ido instalando filtros en el cerebro y estos afectan lo que hago y lo que digo.

¡Los filtros de la libertad, de la igualdad, de la justicia, del respeto, de la corrección política, de los derechos humanos para tod@s! TOD@S.
Sí, sin importar el color de la piel, tu edad, tu género, tu raza, tu religión, tu orientación sexual, tu nacionalidad, tus ancestros, tu nivel socioeconómico… PARA TOD@S.

¿Me copias, pareja?

Mi punto es que la gente puede cambiar y rectificar porque en mi caso, yo era una pendejilla consentida a la que llevaban hasta al trabajo y no me daba cuenta de mis privilegios -sí, convenientemente-, iba a una escuela privada y soy menos morena que el promedio y tuve una mamá que estaba ahí para prepararme desayuno-lunch-comida-cena, para ir por mi a la escuela y llevarme a clasecitas de música y pintura, a la natación, a la gimnasia, etc.

Confieso que viví muy en la pendeja y muy CONVENIENTEMENTE, sin QUERER DARME CUENTA Y SIENDO PARTE DEL PROBLEMA y de la realidad de México, de su estructura neo-colonial, de sus injusticias, de su clasismo, racismo, homofobia y desigualdad. Confieso mi pasado colaboracionista con el machismo y de haberme reído con mis amig@s de sus chistes/bromas/comentarios misóginos, etc.

Vuelvo a preguntar:
¿Ya perdí el derecho a denunciar si soy víctima de un delito?
¿Ya no existo para la ley?
¿Ya perdí todos mis derechos al haber confesado mi siniestro pasado?

¡Abogad@s! ¿YA VALI MADRES? Sáquenme de la duda, por fiiiis.

En estos días en los que he intentado terminar este post, he escuchado una serie de argumentos -algunos de dolor de estómago- relacionados con este asunto. TODOS por supuesto, se refieren a Tamara, ninguno a quien cometió la falta. Todo esto es culpa de Tamara porque cómo chingados se atrevió a denunciar. ¡No mamen mil veces, no mamen!

#victimblaming alert reloaded!!!

“No mames, esta niñita fresa está aprovechándose para hacerse publicidad, es una hipócrita clasista haciendo berrinche”.
¡Que no! Si es fresa -prefiero decir de “clase privilegiada”-, es o fue clasista, si quiere o no hacerse publicidad, NO IMPORTA, eso no te resta derechos, ¡abogad@s!
Ejerció su derecho a denunciar y la denuncia procedió. PUNTO.
No le des más vueltas… (cuatrocientas objeciones mansplaineras* condescendientes colaboracionistas del machismo* siguieron…)

“¿Sabes la cantidad de mujeres que van a servirse de esta ley para joder al novio o al marido?” “Por CULPA (!!!) de Tamara, ya surgió una nueva forma de estafa, una chica finge que la acosas y coludida con otras personas te extorsionan pidiéndote dinero, si no, hacen una denuncia falsa en tu contra.”
¿A ver, déjame ver si entiendo, o sea que porque algunas personas abusan de una ley, yo no debería de ejercer mi derecho a denunciar? ¡Ah, cabrón!
No pues, entonces regresemos a la ley de la selva, limpiémonos el trasero con la constitución, la ley de cultura cívica, el código civil y órale, tod@s contra tod@s, cabrones. ¡No mamen!

“Esta chava sale a la calle con una cámara BUSCANDO el acoso…”
¿Como una mujer sale con vestido buscando que la violen???? ¿NETA?????¿NETAAAAA!????? #victimblaming del más pedestre…
Además, Tamara NO llevaba una cámara para filmar cómo la acosaban, tomó fotos del taxi. Y, aunque hubiese llevado la cámara y hubiese estado filmando, ¿eso la hace merecedora del acoso y/o le resta derechos a denunciar?

“Ella quejándose y haciendo perder el tiempo a los policías por un -guapa- cuando hay mujeres en el mundo que sí sufren…”
¿O sea, cómo? ¿Tienen que cortarte el clítoris o tirarte ácido en la cara para que TENGAS de qué quejarte y tengas verdaderas razones para denunciar?

¿O sea que si mi hij@ es privilegiad@ y va a una escuela privada cariiiiíiiitsima y es víctima de acoso, se l@ madrean, l@ hostigan, le hacen bullying, que se aguante, así es la vida, hay niñ@s en el mundo que SÍ están sufriendo, como los de Siria?

NO MAMEN, DIEZ MIL VECES, NO MAMEN.

Y ahora, nos vamos a olvidar de Tamara, porque va por tercera o cuarta vez: Ella ejerció su derecho a denunciar. Y la ley está hecha para eso, para que CUALQUIERA pueda denunciar (sí, incluso l@s que abusan). PUNTO.

Nos vamos a concentrar en el taxista quien COMETIÓ LA FALTA. Ese gran olvidado entre los insultos y las amenazas para culpabilizar a la víctima, entre discusiones interminables de machistas y colaboracionistas del machismo.

Cuando cometes una falta o un delito, también tienes derechos. Al señor taxista, no lo podían entambar como si hubiera matado a alguien, no no no, tranquil@s. El señor cometió una falta administrativa, como cuando meas o chupas en la calle, pasó unas horas detenido (en el torito, no en el penal de alta seguridad junto a violadores y asesinos) y se le cobró una multa. Ni más, ni menos. La sanción por esta falta son 11 a 20 veces la unidad de cuenta de la Ciudad de México (75 pesos) o el arresto de 13 a 24 horas.

Los policías no perdieron el tiempo, estaban haciendo su trabajo, que se paga con NUESTROS impuestos y los de toood@s l@s mexican@s.
¿Sí pagas tus impuestos y nunca evades ni pides trabajos sin factura para “ahorrarte” (=evadir) el IVA y declaras todos tus ingresos y a cada un@ de tus emplead@s, incluyendo a tu emplead@ doméstic@, no?
Bueno, no te preocupes, incluso si evades impuestos y “empleas” al estilo -esclavitud moderna- a un/a emplead@ doméstic@ y no le pagas aportaciones del IMSS ni a los fondos de vivienda y retiro, tienes derechos y lo poquito que pagas (o no), sirve para que l@s funcionari@s públicos HAGAN SU TRABAJO.

Así como hay índices de maldad y grados de violencia*, también hay distintos tipos y grados de acoso. ¿Me copian?

Precisamente porque hay distintos grados de acoso y “guapa” está en un grado menor al lado de “te bajaría la regla a chupetones” es que se nos está complicando comprender qué chingados pasó. Porque el piropo, aunque parezca inocuo, es la forma más normalizada de violencia, es eufemismo de acoso callejero. Y claro, cuando hemos hecho algo toooooda nuestra vida, pues no está padre que vengan a decirnos que siempre ya no podemos.

En una cena, con mi chela en la mano y discutiendo del asunto, me mandé el siguiente comentario: “A huevo, qué bueno que lo clavaron al torito y le cobraron la multa, pinche cabrón, a ver si así aprende…” Mea culpa, mea culpa.

Mi oyente respondió: “¿y si pensáramos en una estrategia tipo Nelson Mandela?”.

¡Vrrrrrga, agüebooo!
Claro, no podemos luchar CONTRA ell@s sino CON ell@s.

Además de multar y/o castigar, tenemos que EDUCAR.
Tal vez el señor taxista pensó que estaba siendo “buena onda” al decir -guapa- y no -en esa cola sí me formo-. Pensemos en que quizá ya le cayó el veinte de que hay grados de acoso y se mantuvo en un grado menor, podría ser tierra fértil para sembrarle algunas semillitas feministas y ¡PUM! lo volvemos aliado y pintamos los taxis libres de acoso de violeta... ¡¡¡AAAWWWW!!!

Y aquí está, el momento que estabas esperando: Evita que una malévola y siniestra feminazi te mande al torito con esta súper guía. Siéntete en la libertad de compartirla con tus amig@s. Imprímela en tamaño credencial y enmícala para tenerla en tu cartera y consultarla cuando tengas dudas.

“El piropo es la representación perfecta, aunque a pequeña escala, de lo que supone vivir en un mundo en el que el hombre se ve con derecho a evaluar a una mujer por su físico. Se cosifica y se sexualiza a la mujer diariamente…” — @Barbijaputa “Machismo, 8 pasos para quitártelo de encima”.

Artículos relacionados con el caso #ladyplaqueta:

  1. Los hombres que no sabían piropear: Por: @malamadremx (Enlace: Aquí)
  2. La edad de la ironía/Disenso… “La apología de las ofensas (para las cuales no es relevante lo que pensemos nosotros, sino quien lo siente como ofensa) habla más de nuestra incapacidad de buscar nuevas formas de relacionarnos.” Por: Alejandro Vázquez Zúñiga @alexvzuniga (Enlace: Aquí)
  3. Pero le dijo “guapa”. De: @dimexoch (Enlace: Aquí)

4. Tamara de Anda “Plaqueta”, explica porqué el piropo no es un halago sino una forma de acoso. De: Abril Mulato/Mónica Cruz (Enlace: Aquí)

5. Texto sin pies ni cabeza sobre #LadyPlaqueta, por: Tamara de Anda. (Enlace aquí.)

6. El derecho a molestarse, por: Antonio Ortuño. (Enlace: aquí)

7. Piropos o acoso callejero.

8. Las 10 preguntas que morías por hacerle a #LadyPlaqueta, por: José Carlos López Figueroa (Enlace: aquí)

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