Software para el bien

¿Hay software para el mal?

Me gusta hablar de software, y de alguna forma pienso que el software es un concepto poderoso y muy abstracto, como una idea, sobre otra idea, sobre otra idea, que en conjunto resuelven problemas, satisfacen deseos y cubren necesidades.

No existe tal cosa como software para el mal, pero entender los efectos colaterales del software es importante.

¿Efectos colaterales?

Efectos sociales y psicológicos

Gran parte del mejor talento humano del siglo 21 está dedicando al menos 40 horas a la semana, para mantenerte frente a una app la mayor cantidad de tiempo posible.

Es un tema serio, psicólogos, analistas de información, programadores, arquitectos de sistemas, científicos de datos y directores de proyectos, todos enfocados en lograr la métrica de que pases la mayor cantidad de tiempo posible interactuando con cierto software de entretenimiento.

Quizá el ejemplo más fácil de ver son las redes sociales, el efecto colateral a penas lo empezamos a comprender, efectos emocionales, adicciones y aún muchos problemas por descubrir para las futuras generaciones; y todo, por qué su rentabilidad aumenta entre más atención dedicas a sus plataformas, entonces necesitan generar un hábito que te deje enganchado.

Existen muchos artículos de los efectos psicológicos de social media y del software.

El problema no está en el software y realmente es un asunto sistemático, de cómo están modeladas las recompensas.

Si las empresas detrás de las redes sociales no obtuvieran beneficios por mantenerte más tiempo ahí, no estarían enfocadas en esa tarea.

No digo que todo sea malo, lo que estoy diciendo es que a penas entendemos los daños colaterales. Las redes sociales, en su forma y amplitud moderna, no han cumplido ni 20 años de existir.

Efectos de información y desinformación

Nunca había sido tan fácil comunicar información. Publicar un sitio web con cara legítima puede tomar 10 o 15 minutos, crear y subir vídeos no requiere más que de un teléfono celular y ancho de banda estable.

En un par de años o meses incluso seremos víctimas de algún vídeo “deep fake" político, que venga a transformar nuestra opinión.

Cabe resaltar que por ejemplo Estados Unidos ya cataloga a los “deep fake" como un tema de interés de seguridad nacional.

El problema no es comunicar información, ni siquiera es las noticias falsas que se comunican, el problema está en el frágil criterio del receptor del mensaje.

Llegamos al punto donde las noticias dirigidas a un segmento particular de la población logra manipular las elecciones democráticas del país ejemplo de la democracia. Y lo más curioso es que el caso está documentado.

Y existe un profundo dilema, ¿Debemos dejar que cualquiera esparza todo tipo de información? ¿Aunque sea un tema que nos perjudique? ¿Aunque sea una oposición a lo establecido? ¿Quién debe decidir? ¿Los intereses de quién debemos atender? No hay ningún caso político, de poder o de guerra que escape este dilema.

El problema no son las redes sociales, ni la tecnología, ni la facilidad de colocar la información falsa.

El problema es como se utiliza la información para manipular, bajo los intereses donde no prevalece el bien común.

Invasión a la privacidad

Imagina que alguien puede verte todo el tiempo, tiene guardado cada lugar donde has estado, puede escuchar lo que hablas y tomar nota de lo que haces.

Sería muy fácil saber qué tipo de persona eres, que rol juegas en la sociedad, tus gustos, todo aquello que te importa y podría incluso adivinar las cosas que no te agradan.

Muchas aplicaciones de software hacen exactamente esto, espiarte, de forma “legal”.

Ya existen leyes en algunas partes del mundo para disminuir el uso sin consentimiento de la información; pero hay preguntas más profundas, que permanecen sin respuesta ¿Quién es el dueño de la información? ¿Estan conscientes los usuarios de la información que entregan y el uso que se les dá? ¿Cualquiera debería poder lucrar con mi información personal?

De nuevo, el problema no radica en el software y las empresas no deberían dictar que es lo más conveniente, porque obviamente obedecen los intereses de los inversionistas. Al mismo tiempo, millones de personas ni siquiera entienden el problema o su magnitud.

El problema de fondo

El problema no está en la tecnología y ni siquiera tiene relación con el software, el problema está en los mecánismos de recompensa de los seres humanos que están causando el problema.

Cuando nos dirige el corto plazo, el deseo de “ganar" algo hoy, sin importar el daño colateral que pudiera existir, estamos olvidando que los mismos efectos colaterales que nosotros creamos, pueden alcanzarnos y dañarnos.

Vivimos en una especie de dilema del prisionero versión masiva y a mi gusto, la siguiente imagen lo ilustra bien.

Si, se destruyó el planeta. Pero durante un hermoso momento, creamos muchísimo valor para los inversionistas. — Tom Toro en New Yorker Cartoons.

El software nos permite hacer cosas que eran impensables hace un par de décadas, tenemos acceso a un sin fin de información, podemos comunicarnos con casi cualquier persona en el mundo de forma instantánea, trabajamos en equipos internacionales, podemos hacer transacciones financieras en segundos, podemos buscar información entre millones de documentos y mucho, mucho más.

Al mismo tiempo que recompensamos económicamente a empresas con grandes efectos colaterales, podemos estar ignorando problemas importantes, como la pobreza y desnutrición a la vuelta de la esquina o los problemas políticos, de urbanismo, de bienestar, violencia y muchos más.

Nos urge recompensar aquello que resuelve problemas que nos impactan en el largo plazo y que tienen el menor efecto colateral posible. En pocas palabras, hacer más con menos daño.

Todo esto requiere tiempo, ideas, experimentación, recursos, conocimiento y sin dudarlo, tecnología; y cualquier software que ayude en hacer más con menos daño, yo lo catalogaría como software para el bien.

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I believe helping others is the way to live. Technology Business is how I think that impact is broader. https://innovare.es

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Boris Aguilar

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