Cinco jóvenes poetas peruanas
Un buen poema te roba el último aliento, te desconcierta y te deja en un limbo existencial. Pero estos no son buenos poemas, y estas no son buenas escritoras. Estas son las progenitoras de una generación de poetas confesionales, atrevidos, locos de poder y armados de palabras, quienes no le temen a la realidad sino la enfrentan con delicadeza y una pequeña puñalada en la boca del estómago. Permítanme aclararme, estos no son buenos poemas ni buenas escritoras, porque al decir eso caería en una mediocridad tremenda. Estas jóvenes son avezadas, excelentes, multidisciplinarias y no siempre son buenas muchachas. Esto es lo que caracteriza a la nueva generación de jóvenes poetas (mujeres) en la escena limeña y aquí les presentamos algunas que no pueden dejar de leer.
Tilsa Otta
Para la autora, la poesía no es nada menos que un “sueño de belleza, una soledad llena de pop-ups, un lenguaje en carne viva, complicidad, la forma más sencilla de comunicar nuestra forma de ver el mundo a los demás”. Casi una búsqueda, es un darse cuenta de la remodelación y reinvención que implica la condición humana una y otra vez. Sus poemas son diferentes el uno del otro, algunos denuncian, otros son eternamente confesionales. Sin embargo, a todos los une esa esencia tan sutil y elegante que la caracteriza. Últimamente, se está dedicando a escribir poemas y cuentos para niños que exploran temas de salud mental. Aquí tres poemas de su autoría:
Animal definitivo
Oculta tu guante perro lobo
El pueblo te alcanza y las noches son heavys
Susurra distancia en un viento al oído
Encarna sustancia de dios en colmillos
Sal
Deforma la cola del banco
Reeduca a la institutriz
Diseña el castillo lobo perro
No empines el codo
Cierra el hocico estirando la pata
Trasciende la búsqueda anal y salva el día
Concluye el desorden gitano
Compuesto de planos con bobos
Decora el castillo
Aspirando al eco
Perro
Perro
Perro
Tú eres Perro
Lobo Lobo
Nacionalízate Lobo
Recuerda tu origen y escupe la fruta
Escribe tu risa en la piel de la oveja
Roba, caza, aniquila
Copula con perras
Copula con lobas
Mata Mata
Ponte en cuatro
Este es tu himno perro lobo
De canto obligado en liceos salvajes
En tardes peludas que a tientas entrañas
Lobo, Perro
Diablo Pobre
Animal definitivo
Me gusta pensar que cuando las parejas enamoradas dicen que se amarán por siempre
Realmente su amor dura para siempre
Aun cuando se hayan separado
Se odien en algún momento
Se olviden eventualmente
Se extrañen un día
Quieran regresar y no puedan
Encontrar su amor porque está
Criogenizado en un compartimento especial que todos tenemos en nuestros corazones
donde se conserva para siempre en perfectas condiciones pero fuera de nuestro alcance
Lo cual es mejor si pensamos
En todo lo que hemos destruido
Como especie
Caribe
Todos los días extraño a mi novia
Cuando murieron sus perritas me contó por chat y me puse a llorar
Quería estar con ella y consolarla
Darle besos mientras le quito la ropa y resuelvo todo
Quisiera tener un perrito
Parecido a un hogar
Debo conseguir una mínima estabilidad
Caminar sobre la tierra para comenzar
Adivina en qué estoy pensando
……………………………………….
Pienso en establecerme
Pienso en el Caribe
Un perrito a contraluz sacudiéndose fuerte
Salpicando en un milagro el mar transparente
Mi novia en la orilla leyendo teoría del arte en bikini
Con gafas oscuras y muy pensativa
Sería un comercial de tv sin motivo
Una vida tan perfecta como un anuncio publicitario
Censurado y jamás emitido
No puedo creer estar enferma
Preferiría estar muy drogada
Penetrando los misterios del universo
O con los chicos de tinder
Moisés, Antonio, Javier
Comiendo helado de baobab
Extrañándola
Pensando dónde establecernos
Cómo será el rostro de nuestro perro
Si todavía querrá ser mi novia en el Caribe
Después de todo esto
Tilsa Otta Vildoso (Lima, 1982) ha publicado los poemarios “Mi niña veneno en el jardín de las baladas del recuerdo”, “Indivisible”, “Antimateria. Gran acelerador de poemas”, “La vida ya superó a la escritura” y la antología de poemas “La hormona de la oscuridad”. Además, ha publicado el libro de cuentos “Un ejemplar extraño” y el cómic “VA”, en co autoría con Rita Ponce de León. En 2019 se publicó su primer libro de poesía para niños “Ideario. Ejercicios para imaginar y jugar” (Penguin Random House) y en 2020 saldrá su primera novela, “Lxs niñxs de oro de la alquimia sexual”, con la misma editorial. Estudió Dirección de cine y ha realizado alrededor de 20 piezas audiovisuales. También dicta talleres de creación poética para niños y adultos. Más info y magia blanca en www.tilsaotta.com
Lisa Carrasco
“La poesía es lo que vendrá. Es ese nuevo giro, ese nuevo ángulo para ver el mundo. Es lo más cerca que estoy del futuro. El lenguaje es una cosa misteriosa y la poesía me permite descubrirlo y descubrirme. Por eso nunca tiene fin.” comenta Lisa, de alguna manera, planteando una mirada en el futuro y la incertidumbre de conocerse y des-conocerse, ese maravilloso círculo vicioso que la poesía nos permite apaciguar. Debajo, tres poemas suyos:
yo no soy enrique verástegui
escuchen bien: no soy el poeta
enrique fidel verástegui peláez
no nací el 24 de abril de 1950
sino el 21 de noviembre de 1997
no forniqué con carmen ollé ni tuve a vanessa verástegui
pero disfruto de las visiones de las chibolas en los parques
con las tetas rebotando mientras hacen jogging
pero no soy enrique verástegui
no fundé hora zero junto a mis amigos en medio de un paraíso de drogas y calor
ni golpeé con furia las paredes de la ciudad universitaria
estremecido por el sueño de los años sucios
más bien pertenecí a Los Poetas del Pantano (LPDP)
grupo filosófico de drag queens fundado en el pabellón k de la universidad científica del sur
cuyo Fin Último fue siempre irse a la mierda en venecia
ese lugar repulsivo lleno de luces y perros
donde pudimos arrojarnos por la borda / abandonar toda esperanza
y gritar muchísimo pero jamás como ellos
venecia fue nuestro único refugio cuando los tractores nos perseguían
aquella vez en la playa huyendo de todo incluso de nosotros mismos
porque no soportábamos el ruido de ser nosotros mismos
y seguir despertando por la mañana
definitivamente no soy el poeta que escribió angelus novus
(parte I y II
con prólogo de ricardo gonzález vigil)
y jamás se me hubiera ocurrido viajar a parís
a leer mis poemas frente a la tumba de césar vallejo
y de haberlo hecho probablemente sería toda una pena
¿ahora pueden ver que no soy enrique verástegui?
no he ganado ninguna beca / me es imposible tomar en serio algunas cosas
cada quien es hijo de su tiempo y mi tiempo no tiene sentido mi tiempo está repleto de palabras construcciones lingüísticas protocolos financieros que no tienen sentido mi falsa leche se escurre sobre los estómagos de los niños mis horribles pies aplastan la música mi tiempo está lleno de nombres en mi tiempo todos hablan pero
nadie sabe nada y es graciosísimo
que en este tiempo de mierda alguien crea que tengo algo que ver con aquel
que cargó desde cañete en su hermoso cabello zambo la esperanza de su tiempo
porque en su tiempo había esperanza
y yo no puedo bailar / me doy de trancazos contra el suelo / sudo mucho / tengo vitíligo
en fin, una serie de defectos
que me distancian para siempre
de enrique fidel verástegui peláez
fallecido el 27 de julio del 2018
plácido y sin dolor en el hospital rebagliati
ahora todos estamos solos
yo no he muerto pero eso no importa
porque no soy enrique verástegui
y por si queda alguna duda sobre la fragilidad de estas palabras
todos nuestros dioses han muerto
asume el mando
amada presencia
tengo para ti
un par de caderas rotas
atadas a este lomo raído
pero ardiente
madre polilla
no permitas
que se nuble el eterno camino
asume el mando
cuerpo celeste
espina dorsal
rota tu cuerpo
cubre mi cuerpo
que no existe en ningún país
y no habla ningún idioma
el día del diluvio
la venganza
el círculo
me tomará en sus brazos
reencarnará entonces
en un oscuro animal
y un destello solamente
bastará para hacer de mí
pura arena de tus huesos
necesito un hombre pero destruido
un apocalipsis
la mañana después del apocalipsis
con la piel colgándole de los dientes y los ojos en blanco
necesito un hombre que no recuerde a ningún otro hombre
y no sea capaz de nombrarse a sí mismo
aunque su vida dependa de ello
que haya regresado hace poco de un larguísimo viaje
del que no se sabe o no se quiere saber
por motivos que van más allá del tiempo y el espacio
que no tenga problemas con ciertos problemas que atañen a todos los que nacieron a las 6 de la tarde y no saben a qué signo del zodiaco pertenecen
necesito un hombre que sepa a qué signo del zodiaco pertenece
y nunca me lo diga
porque así funcionan mejor las cosas
o quizás necesito un hombre que sea capaz de mantenerse de pie en una esquina
sin ser derrumbado por la ciencia
necesito un hombre pero muerto
un hombre dormido sobre su propia figura
con un vestido del color de las palabras
que pronunciaré el 19 de febrero del año 3021
justo antes del comienzo de una discusión
acerca de cuál es la hora perfecta en la mañana
para preguntar si conoces al hombre que busco
y si has visto a un hombre en un espejo
temiendo su propia sombra
Lisa Carrasco (Lima, 1997). Licenciada en Literatura por la Universidad Científica del Sur. Fue vocalista en Violencia política y ahora explora ritmos de trap. Ganó los Juegos Florales de su casa de estudios en la categoría de Cuento (2016). Recibió mención honrosa en el concurso “El cuento de las 1000 palabras” de la revista Caretas (2016). Se desempeña como co-directora de MOLOK, revista virtual de artes (www.revistamolok.com) y dirige en instagram el proyecto de narrativa electrónica Vitamina X (@vitaminax__). Este año publicará su primera plaqueta poética virtual, Rock is dead!
Astrid Soldevilla
Si a Astrid le dieran un vaso de agua, ella lo convertiría en vino. Embriagaría a los lectores con sus palabras y con un par de carcajadas, desplegaría el baile más maravilloso del mundo, porque para Astrid el arte es tanto fantástico y cotidiano. En sus palabras: “Con la poesía se puede intentar nombrar las cosas que no tienen nombre. A veces es como caminar en círculos y descubrir rutas secretas, otras es solo jugar hasta aburrirse. A veces es como repetirse a uno mismo en una habitación de espejos y sentirse ansioso de tanto reflejo, otras como estar aliviado de verse. A veces no son los espejos ni tu reflejo, solo eres tú un jueves por la mañana lavándote los dientes tratando de darle sentido a todo esto.”
a veces para sanar
hay que volver a la cicatriz
recordar su nombre
su asilo en el cuerpo
el calor en los dedos
cuando la carne se partía
y daba paso a la herida
luego hay que juntar
hay que juntar todo eso
recogerlo como se pueda
imaginarlo en una esfera
tomarla fuerte entre los brazos
recordar los lugares intactos
pedir perdón y sentirse perdonado
girar la cabeza hacia el otro lado
repetir el procedimiento
en la persona de al lado.
Astrid Soldevilla (Lima, 1995). Artista multidisciplinaria. Bachiller en Comunicación por la Universidad de Lima. Ganadora del Festival de Cine Peruano Hecho por Mujeres con el documental ‘Deshojar Orquídeas’ sobre el aborto clandestino en el Perú. Forma parte de la antología ‘Liberoamericanas: 80 poetas contemporáneas’ publicada por Liberoamérica en España, Argentina, Bolivia y Uruguay. Panelista del encuentro ‘Spanish and Latin American Voices in Oxford’ de la Universidad de Oxford. Actualmente se encuentra próxima a lanzar su primer poemario.
Elisa Tokeshi
La poesía de Elisa es como su voz, una mezcla de dulzura embarrada en sangre, que recorre levemente las pupilas de su lector hasta alcanzar un final incomparable. Cuenta experiencias al borde de la ficción y la realidad, enternece como arrullar a un gatito e incendia como un atardecer en blanco. La poesía, para Elisa, es un medio de expresión que nace de lo más profundo de sus sentimientos, experiencias y luchas. Aquí, tres poemas suyos:
Chica imaginario
l
Imagínate
un día
agarrarnos las manos,
bajo un sol de verano
en el estadio nacional
mientras vemos a veintidós hombres
patear una pelota
y que me expliques, después de que te pregunte inocentemente
por qué patean la pelota
quién es el mejor
por qué prefieres una camiseta a la otra
por qué prefieres el fútbol y no a mí
por qué vibras cuando entra la pelota al arco
y no cuando entras a mi cuerpo,
pero no, jamás me explicarías
ninguna de esas cosas,
ni yo te preguntaría,
me basta con agarrarte la mano
bajo un sol veraniego
en un estadio
mientras tú te mueres por once hombres pateando una pelota
y yo me muero por ti.
Fire Walk With Me (I)
Ciérrame la puerta
para que cante mi pena
chillona
y el eco viscoso de mi voz celeste
me embarre
dando inicio al ritual
más triste
más infantil
me sacrifico
miles de veces
por mi amor a esta guerra a este fuego
celebro con sonrisas
el peso con el que me aplasta el viento
y
como todo buen guerrero
me pinto hermosa la cara
con la sangre de mis enemigos
y
llevo orgullosa
mis cicatrices
Este poema puede cambiar en unos años
El ocho de junio del dosmilquince
vi a ese motociclista morir
y me sentí tan vacía tan pequeña tan miserable
y la calle era roja y fosforescente y a pesar de todo
me sentí juzgada por no correr a abrazar la muerte
y besar el llanto y embarrarme de pena.
Para escribir canciones hay que saber
conservar todo lo que duele en una esquina del clóset.
En el dosmilcatorce prometí tantas cosas
y mi condición de chica hueco con complejo de abandono
me traicionó.
En el dosmilcatorce manché mis manos y todos mis recuerdos
con sangre de gato.
Para escribir canciones hay que haber estado
muy
muy
enamorada
o
muy muy
muy muy
triste.
En el dosmildoce dejé de apretar la cruz
dejé de creer en dios en mi papá en mi mamá en mí.
Para escribir canciones hay que ser buena.
En enero del dosmilquince bajé diez kilos
me silbaron en la calle dejé de cortarme en las muñecas
me puse bikini.
Para coger una guitarra hay que cortarse las uñas.
En marzo del dosmildieciseis me dijeron que no tantas veces
que me tatué el sí en la lengua.
Para escribir canciones hay que ser Bob Dylan,
mi papá
o dios.
En el dosmildiecisiete rompí
tu corazón
el corazón de mi mamá
el corazón de eso que crecía adentro mío
pero sobretodo
mi corazón.
Para escribir canciones hay que haberse odiado en el espejo.
En el dosmildiecisiete dijo que no
y no me escucharon
se metieron adentro mío
y me dejaron vacía.
Para escribir canciones hay que escarbar la herida, lamer la herida, cerrar la herida
En el dosmildiecinueve metí tantas cosas adentro mío
que sentí que iba a explotar
pero
no lo hice
y estoy aquí
y me siento bien
Para escribir canciones.
Para escribir canciones hay que escribir canciones
y tirar las pastillas por la ventana
y lamer toda la sal
y para escribir canciones hay que cortarse las uñas la cara
la guitarra la piel todas las capas
para escribir canciones pienso en ti y dentro de ti
entran tantas personas que se turnan por el timón de mi cerebro
por mis recuerdos favoritos.
Para escribir canciones hay que cerrar heridas
hablar más fuerte agradecerle a mi mamá fumar un cigarro
abrazar motociclistas querer más gatos
más fiestas más ropa más libros quedarse vacía llenarse de cosas
PERDONAR
romper corazones
sentirse pequeña vacía y fosforescente
besar besar besar
y meterlo
todo
en un frasco.
Elisa Tokeshi nació el 21 de diciembre de 1998, es tigre de tierra en el horóscopo chino y sagitario en el zodíaco. Sus padres son artistas plásticos así que creció rodeada de arte, nunca la obligaron a crear, pero si le dieron todas las oportunidades para hacerlo, fue muy natural. Pintaba y dibujaba y a los diez años comenzó a cantar. Se dedicó al dibujo, lo pintura y el canto y a los 13 años empezó a escribir cuentos. Ganó el primer puesto por escribir cuentos en el ADCA, en primero, tercero y cuarto de secundaria. No le iba bien escribiendo poemas, sus profesoras decían que eran muy descriptivos y poco metafóricos, sin embargo nunca dejó de escribirlos. Cuando terminó el colegio se dedicó a estudiar música… no funcionó. En el 2017, más o menos cuando decidió dejar la carrera de música comenzó a tomarse en serio la poesía, le gustaban sus poemas. Elisa tiene borderline, así que le gustaba escribir sobre eso, sobre sus problemas, su tristeza, su lucha. La publicaron en algunos artículos y ella cree que a mucha gente le gustó. Después de un tiempo dejó de escribir tan seguido y comenzó a tomarse en serio la terapia y las pastillas. Ahora se dedica a cuidarse, luego volverá a escribir, eso esperamos todos.
Camila Craig
Para Camila, la poesía es la vida misma: el sorber del café aún caliente, el crujir de las hojas caídas de los árboles, una brisa fría en verano y un atardecer colorido en invierno. Es descubrirse y volver a hacerlo una y otra vez. Es gritar a todo pulmón que estamos vivos y tenemos algo que decir, aunque eso sea, nada. Tres poemas inéditos a continuación:
Malas aguas
Cuando me preguntan si me gusta Saramago yo les digo que me gusta respirar que me gusta que me deconstruyan y que no me entiendan quedarme rota vacía infinita con un libro entre las manos con un nudo en la garganta hay cierta belleza en la tartamudez emocional en el dolor de estómago o la angustia que se apodera de tus ojos hay, en lo triste, dolor en lo ajeno sol en invierno lluvia en verano nubes en primavera en las recetas caseras e idiomas extranjeros en ti en mí en la tristeza en la soledad en las canciones en los discos que se entrecortan y se rayan y preguntan que preguntan que si me gusta que si me gustas y yo les respondo que no puedo respirar.
Abril
Una vez te dije que las palpitaciones me faltaban
que quería sentirme
como aquella vez
que corría
por la Gran Vía
hay algo en las calles de Madrid que me hace respirar
que me recuerda a la imposibilidad
a las barras de hierro que se rompen
delimitan tus palabras
a los ramos de flores que caen sobre
las esquinas en Malasaña
quiero estar sucia
sucia como una esquina en una gran ciudad
quiero
que mi castellano sea el más bonito que alguna vez hayas escuchado
sentirme orgullosa de nada
que me mires y no
digas nada
el polvo en la ropa colgada
cae sobre mi cabello recién peinado
mojado
como las alcobas en las que te escondes
y los sueños que habitas
mientras usas preposiciones indefinidas
hablas del nos como del su
y en ese instante
no recuerdo nada
y me vuelvo a encontrar
bailando
tanto en los puentes de Budapest
como a las puertas del Prado
recostada sobre los jardines traseros
dándole la espalda a una iglesia que lleva tu nombre
tatuada
muy muy al fondo
rezando
por mi alma e impunidad
y por las veces que no te dije
que tus ojos parecen pequeños planetas
en proceso de demolición.
Imaginaria
Yo nací en una cuna de oro
como un león asustado
confundida
entre las lenguas de la cordialidad.
El colegio católico me enseñó a decir que sí
y rezarle a hombres
que poco o nada habían hecho por mí.
A que un templo
era el departamento 502
en la calle Malta
en el que me robaron el cuerpo.
Y ahí aprendí
a no buscar en ojos extraños
el amor de un padre.
Y juré que Dios no me quería
porque soy una santa puta,
y que si él resucitó en tres días
yo resucitaría en tres años.
Tras yacer de nuevo en una cuna de oro
con el rostro cubierto
y las manos frías.
Venerada
por ser una santa puta
y descubrirme como el león crecido
prendido en llamas.
Camila Craig (São Paulo, 1998). Poeta feminista y escritora maniaco-depresiva, ciudadana del mundo y estudiante de periodismo. Entusiasta de todo intento de arte. Es activista por la salud mental a través de su blog Estado de Emergencia. Ha publicado ya dos poemarios: “Hablemos del tiempo” e “Imaginaria”.