El Patrimonio Olvidado: La Lucha por la Restauración de la Basílica del Salvador
Por Camilo Rondón S
En pleno centro de la capital, en la calle Huérfanos, se erige la Basílica del Salvador, una joya neogótica con más de 100 años de antigüedad. A pesar de su imponente belleza arquitectónica, el templo ha sido víctima del abandono y el deterioro, mostrando un triste paisaje entre la basura y los escombros acumulados en sus alrededores. La fachada de la basílica, tallada en piedra con minuciosa precisión, aún muestra su grandeza a pesar de su mal estado. Las altas torres que se alzan hacia el cielo deslumbran a los transeúntes, quienes lamentablemente solo pueden admirar la estructura por afuera debido al inminente riesgo de derrumbe. Este año se cumplirán dos décadas desde que este monumento cerró sus puertas al público, y cada año que pasa, los proyectos de reconstrucción se ralentizan y las autoridades no demuestran interés, enterrando en el tiempo construcciones majestuosas de nuestra ciudad.
Diseñada en 1871 por el arquitecto alemán Teodoro Burchard y finalizada tras 60 años de construcción por Josué Smith Solar en 1932 , la Basílica del Salvador destaca por su estilo neogótico. Su construcción, en base principalmente a ladrillos y mortero de cal, y sin la tecnología moderna como el hormigón armado, demostró ser frágil frente a los desastres naturales que le ha tocado enfrentar. La fachada tallada en piedra y sus altas torres aún se alzan imponentes, aunque cada vez más apagadas por el pasar de los años y los estragos de los terremotos que han azotado al país en diversas ocasiones.
Desde su construcción, la basílica ha sido dañada gravemente por cuatro terremotos: Valparaíso (1906), Mendoza (1927), Algarrobo (1985) y el más devastador (27F) en 2010. Estos eventos sísmicos comprometieron gravemente la estructura del templo, especialmente los cimientos, pilares y decorados interiores. La gravedad del daño llevó a su cierre total en 2010 debido al inminente riesgo de derrumbe. Santiago Saenz, Ingeniero Civil Estructural y apasionado por el patrimonio, nos ofrece una visión detallada del problema histórico que ha enfrentado la Basílica del Salvador. “La iglesia ha soportado cuatro grandes terremotos desde su construcción, siendo el último en 2010 el que provocó su clausura total. Cada uno de estos eventos sísmicos dejó daños severos en los cimientos de la construcción, hechos de albañilería simple, lo que ha hecho que su reparación sea extremadamente costosa”.
“La tecnología de la época no permitía una construcción más resistente,” comenta Santiago Saenz. “Reconstruir sin alterar la estructura visual es un desafío monumental.”
ESFUERZOS DE RESTAURACIÓN
La restauración de la Basílica del Salvador ha sido una tarea compleja y costosa. En 2023, se elaboró un plan general para la restauración, consolidación estructural y rehabilitación del edificio, liderado por el arquitecto Dino Bozzi. Este plan busca no solo restaurar la fachada con una lógica contemporánea, sino también mantener el equilibrio entre la estética original y la seguridad estructural moderna.
“Nuestro objetivo es preservar la integridad histórica mientras adaptamos la estructura a estándares modernos. Esto implica una inversión considerable, pero es crucial para la supervivencia del edificio.” dice Bozzi.
La Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, junto con el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, han jugado un papel crucial en estos esfuerzos. En julio de 2022, una intervención ciudadana reunió a más de 100 personas que se manifestaron y realizaron diversas expresiones artísticas para llamar la atención sobre la urgencia de la restauración del majestuoso templo. Esta movilización destacó la necesidad de que el gobierno destine recursos significativos para preservar este importante patrimonio.
“La comunidad está comprometida con la causa,” afirma José Osorio Cubillos, Presidente de la Asociación Chilena de Barrios y zonas patrimoniales. “Necesitamos apoyo financiero y gubernamental para avanzar”, recalcó el representante.
FUTURO PROMETEDOR
La restauración de la Basílica del Salvador se enfrenta a desafíos financieros significativos. Los costos estimados para la reparación ascienden a alrededor de 17 millones de dólares. En contraste con otros proyectos de restauración en Chile se ha demostrado que la falta de financiamiento y apoyo gubernamental puede ser un obstáculo insuperable. Sin embargo, también hay ejemplos de éxito si pensamos en países del viejo continente como Italia y España, donde la restauración del patrimonio ha revitalizado comunidades completas y ha fomentado el turismo cultural.
El proyecto de restauración, actualmente en manos de Bozzi, comenzó en enero de 2024 y se espera que la primera etapa concluya con la reapertura del santuario al público. Esta fase inicial se centrará en la estabilización estructural y la preservación de la fachada, mientras que una segunda fase abordará la restauración del arte interior. La comunidad espera que, con estos esfuerzos, la basílica vuelva a ser un punto de encuentro para creyentes y turistas, revitalizando así la zona y rescatando un símbolo significativo de la historia religiosa y cultural de Santiago.
“El renacimiento de la basílica es un símbolo de esperanza para la comunidad,” mencionó Saenz. “Es un recordatorio del valor de nuestro patrimonio cultural.”
La vida de la Basílica del Salvador ha sido un emblema del patrimonio cultural y de la misión de protección y conservación de los monumentos nacionales. Aunque el camino de la restauración es complicado y costoso, la determinación de la comunidad y las organizaciones involucradas muestra que la esperanza de ver renacer esta joya arquitectónica permanece viva.
Además de los esfuerzos locales, existe una creciente presión para que el gobierno chileno y las instituciones internacionales brinden más apoyo. La colaboración con organizaciones globales de preservación del patrimonio podría proporcionar recursos adicionales y experiencia técnica. Por ejemplo, la UNESCO ha participado en la restauración de varios sitios patrimoniales en todo el mundo y podría ser un apoyo valioso en este proyecto.
La Basílica del Salvador no es solo un edificio, es un testimonio vivo de la historia y la cultura de Santiago, ha visto evolucionar a una ciudad a su alrededor , su restauración no solo preservará un monumento arquitectónico, sino que también reforzará la identidad y el orgullo de la comunidad del barrio. Con el compromiso continuo y el apoyo adecuado, esta joya neogótica podrá brillar nuevamente y mantener viva la rica herencia cultural de Chile.