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Análisis de “Boys and girls”, de Alice Munro

Carlos Vázquez

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Publicado por primera vez en 1964, este relato corto (de unas 6000 palabras) de la ganadora del premio Nobel canadiense Alice Munro analiza los roles de género y será mi primera escapada fuera de la ciencia ficción en este espacio. Como siempre, trataré de averiguar cómo la autora pasó de una premisa a una idea y, de ella, a una trama y un relato completo.

En este caso se da la dificultad añadida de que el relato es sumamente simbólico y su interpretación traerá polémica, pues ya adelanto que va a ser muy diferente de lo que puede pensarse. También es un relato con toques autobiográficos sobre el tema de hacerse mujer, con lo que yo voy a tener una barrera más a la hora de elucidar cómo habría escrito yo este relato. Probablemente yo no habría podido escribirlo (y no me refiero a la calidad, ¡Dios me libre de ponerme a la altura de una premio Nobel!, sino al tema).

La premisa

¿Qué es convertirse en una mujer? ¿En qué consiste la asunción de la feminidad? ¿Es posible resistirlo?

Es difícil señalar con precisión la premisa de este relato, pero creo que no voy muy desencaminado con estas cuestiones. Esencialmente el relato trata del rechazo al paso de la niñez sin un rol de género, a la asunción de uno (el femenino). No quiero mencionar la sexualidad porque el relato trata más específicamente de la psicología femenina que del mero sexo o sexualidad. Hablamos aquí más de ser mujer que de ser hembra.

Pero esta premisa es muy amplia y, por tanto, no limita prácticamente nada nuestro espacio de búsqueda. Probablemente la autora utilizó su propia experiencia vital en este asunto para dar algo de color a la premisa y tener, así, una base sobre la que trabajar. Leemos en su biografía que Munro se crió en una granja. La protagonista de esta historia también se cría en una granja. Es posible que haya mucho de autobiográfico aquí, y esto hace difícil mi trabajo de determinar una historia meramente a partir de una premisa, pero se hará lo que se pueda.

Exploración de ideas

¿Es convertirse en mujer bueno o malo?

Depende de lo que entendemos por mujer, y quizá eso depende de lo que las personas de su entorno entendían por mujer. Lamentablemente tengo pocos elementos para hablar con propiedad de lo que significaba ser una niña en los años cincuenta, cuando se ambienta el relato, pero si hacemos caso al mismo, la expresión “una niña” (“a girl”) se usa generalmente de forma ligeramente peyorativa, como una persona que no es útil en determinadas actividades. Actividades, precisamente, en las que la protagonista quiere ser útil. Por eso, podemos decir que ser “una niña” es malo en este relato.

La premisa es el rechazo a la asunción de lal feminidad. La protagonista, a la sazón narradora, es una niña que está en el momento de asumir esa feminidad, que le causa rechazo.

El relato por tanto explorará la pérdida de confianza de la protagonista por parte de los personajes de su entorno a la hora de llevar a cabo determinadas tareas, y quizá un rol de género que esperan que asuma llegado el caso.

Personajes

Protagonista

La protagonista es una niña de once años cuyo nombre no llegamos a conocer. Como niña aún no es mujer y, por tanto, aún no carga sobre sus hombros la feminidad y puede hacer cosas que no le son dadas a las mujeres, como ayudar a su padre en la granja haciendo actividades fundamentalmente masculinas (trabajo exterior), y no ayudando a su madre en las tareas de interior, típicamente femeninas (desde el punto de vista de la época).

Ya que tenemos una niña, es conveniente tener un niño que muestre esa diferencia, ya sea de trato o psicología:

Laird

Es el hermano menor de la protagonista. Su nombre significa “Lord” o señor (que gobierna unas tierras) en escocés. El relato partirá de la similaridad entre Laird y la protagonista y mostrará cómo se van separando, psicológica (interior) y socialmente (exterior).

Ahora que tenemos a los dos niños, tiene sentido añadir a los padres.

Padre

Es el padre de la protagonista. Tampoco tiene nombre. Es un hombre muy hombre, muy masculino: habla poco y sólo sobre el trabajo; no le preocupa quién eres mientras cumplas tu deber. Es práctico y trabaja en el exterior, y si tiene que matar a un animal porque ese es su medio de vida, lo mata sin más drama.

Su trabajo es criar zorros para vender sus pieles. En algún análisis he oído que este es un símbolo de la masculinidad, porque se preocupa de lo exterior (la piel) e ignora el interior (no tiene uso para el cuerpo despellejado de los zorros).

Madre

El contrapunto del padre. Tampoco tiene nombre. Es una muje muy mujer, muy femenina, que trabaja en casa cocinando y limpiando y no le gusta que el padre traiga su trabajo al interior. El interior del hogar es su dominio. A ella le gustaría que su hija (la protagonista) sea más como ella, y espera que pronto crezca y la ayude en la casa, una vez Laird crezca y pueda ayudar al padre en sustitución de la protagonista.

Munro introduce un personaje (humano) más:

Henry Bailey

Un mozo de cuadra o ayudante del padre, que le ayuda a matar caballos o buscarlos cuando es necesario, y tiene suficiente familiaridad como para cenar en la casa con la familia.

¿Por qué?

¿Por qué Munro introduce a Henry Bailey? Parece enfrentarse al consejo supremo del relato corto de limitar todos los elementos a los mínimos posibles: espacio, tiempo y personajes. Henry no parece cumplir ningún papel esencial ya sea en la trama o en los símbolos. Quizá esté aquí sólo para romper la monotonía de personajes sin nombre y dar la apariencia de que la familia no está aislada. Me pregunto cómo sería el relato si se le elimina.

Espacio

En principio hemos determinado dos espacios, dada la dicotomía entre lo masculino y lo femenino que es la premisa del relato:

  1. interior (femenino), que contiene la casa, y
  2. exterior (masculino), que contiene el granero y el establo

Munro sigue esta pauta al pie de la letra.

Tiempo

Dado que el relato trata sobre la adquisición de la psicología femenina, es necesario que abarque el tiempo suficiente como para que la niña pase de no tener psicología femenina a tener, aunque sea, un atisbo de la misma. Esto puede ser unos meses, simplemente, un tiempo no especificado.

Sería posible hacer más cosas. Por ejemplo, utilizar otro tiempo, muy posterior, en que la protagonista reflexione sobre los hechos en el tiempo principal y cómo lo ve ahora desde otro punto de vista. Sería una opción, claro, pero de nuevo, la regla del relato corto es no usar más elementos de los necesarios, y este segundo tiempo no es necesario para contar la premisa.

Símbolos

Las camas como separación psicológica de niños y niñas

Al principio la psicología infantil no distingue niñas de niños (o sí, pero no en este relato). Este es uno de los puntos del relato. ¿Cómo transmitir esto?

Munro se decanta por hacer que los niños (Laird y la protagonista) duermen en la misma habitación en el desván. El desván mismo puede representar el cerebro (por eso de estar ahí arriba)

At this time upstairs of our house was not finished

“En esa época el desván no estaba terminado”, que significaría en nuestro símbolo que su mente infantil no estaba terminada.

Conforme crece, la protagonista se afana en separar más su cama y la de Laird, simbolizando cómo su psicología se separa de la psicología infantil.

I planned to put up some kind of barricade between my bed and Laird’s, to keep my section separate from his

La diferencia psicológica entre una niña y una mujer

Antes de dormir, la protagonista se permite unos momentos de ensoñación en los que imagina ser una heroína que ayuda a la gente. Pero conforme crece, estas ensoñaciones se transforman y en lugar de salvar ella a los demás, ella es salvada por chicos, y empieza a preocuparse por qué vestidos llevará puestos y si estará guapa.

Conflicto entre el interior y el exterior

El interior es el dominio femenino, de la madre, mientras que el exterior es el masculino, donde trabaja el padre.

Estructura

Introducción

Aquí muestra la familia y su Statu Quo (y se dé cuenta de los símbolos):

  1. Presenta el hecho de que viven de vender pieles de zorros, que ellos mismos crían.
  2. Introduce los primeros elementos del símbolo: la relación entre la protagonista y Laird, el hecho de que duermen en el desván y son muy parecidos.
  3. Muestre la disposición no femenina de la protagonista: a ella le gusta ayudar al padre y le disgusta la idea de ayudar a la madre.

Ocurren estas cosas y algunas más. Es una introducción bastante larga y sospecho que hay mucha ambientación extraída de la memoria de la autora. Se nos cuenta cómo eran los calendarios que le daba la compañía a la que el padre vendía las pieles de zorro, y la tos enferma de Henry.

Además, se dan elementos que redundan en el mensaje, que quizá sean también necesarios. En cierto momento llega la abuela, que es el primer personaje que abiertamente le dice a la protagonista lo que se supone que una niña hace y no hace (dar portazos, por ejemplo).

Nudo

Aquí muestra el elemento que desencadena el cambio de todos los símbolos.

Es necesario un cambio dramático o no habría relato. Quizá extraído de sus propias memorias (no necesariamente familiares) Munro sabe que los granjeros de zorros los alimentan con carne de caballo, que compran para la ocasión (caballos al final de su vida útil para la granja). Aquí se muestra la importancia de la experiencia vital a la hora de desarrollar un relato, porque usará esto para construir el elemento disruptivo.

¿Y si el padre hubiera comprado un caballo que hubiera que matar? La compasión, típicamente femenina (de acuerdo al relato) podría despertar en la niña y hacerle liberar al caballo, mostrando su paso a la feminidad.

Esto es precisamente lo que hace Munro. El padre adquiere un caballo, Mack, y una yegua, Flora.

¿Por qué dos caballos y no uno?

¿No habíamos dicho que una de las reglas de los relatos cortos es la concisión? En este caso creo que sí tengo la respuesta. Hay otra regla que dice que para que el lector comprenda el futuro que entraña un elemento, necesita haberlo experimentado ya. Por eso en cualquier película cuando el personaje se asoma a un acantilado siempre hay algunas piedras que se desprenden y caen al fondo, para que el cerebro del espectador comprenda lo que significa el acantilado. Aquí sucederá lo mismo: tenemos dos animales (además, masculino y femenino). Munro mata a uno (Mack) para que experimentemos lo que eso significa y entendamos la decisión de la narradora de salvar a la segunda.

La muerte de Flora es anunciada, lo cual es un detalle importante: en los relatos las cosas importantes no pasan simplemente, sino que necesitan tiempo para cocerse. Cuando llega el momento, Flora consigue soltarse y corre hasta salir del establo. Se dan cuenta entonces de que la verja de la granja está abierta, pero saben que la niña, que está ahí, puede llegar antes que la yegua y cerrarla, y así se lo piden.

Ella corre, pero en el momento de la verdad, toma la decisión irreflexiva de dejar escapar a la yegua. Sólo conoce este acto Laird, que le iba a la zaga, y nadie más.

Escapada la yegua, lo que hacen su padre, Henry y Laird es ir en el coche a recuperarla. No tiene caso, darán con ella y la traerán de vuelta viva o muerta. Por eso el acto de compasión de la niña fue irreflexivo, porque en ningún caso salvaba a la yegua, y al contrario sólo daba más trabajo a su padre.

Desenlace

Laird no dice nada, al menos no inmediatamente, cuando parte con su padre y Henry a buscar a la yegua Flora. Lo que sigue es una tarde-noche muy tensa en la que la niña se desespera pensando en lo irracional de su acto, en la posibilidad de que Laird les cuente que ella la dejó escapar a propósito, y en la pérdida de confianza con su padre que eso significaría.

Es muy tarde cuando regresan. Laird menciona que han matado y descuartizado a la yegua. Se sientan a la mesa. Y en ese momento, Laird suelta la bomba:

She could of shut the gate and she didn’t. She just open’ it up and Flora ran out.

¿Por qué ahora y no antes?

Laird ha estado con su padre todo este tiempo. Podía haberle contado esto antes. Pero hacerlo ahora tiene mucho más peso narrativo porque así la niña no sólo confronta su acto, sino la sorpresa y todas las emociones del padre al conocerlo.

La protagonista asume su culpa y se echa a llorar, cosa que señala Laird, a lo que el padre responde:

“Never mind, […] She’s only a girl”.

Y ella piensa la última frase y conclusión del relato:

I didn’t protest that, even in my heart. Maybe it was true.

Trama

¿Qué pasajes serán necesarios?

  1. Introducción sobre el modo de vida de la familia (vende pieles de zorro)
  2. Introducción sobre la primera parte de los símbolos (ensoñaciones)
  3. Introducción sobre la relación de la niña con sus padre, que muestra su relación con la feminidad. Aquí se la muestra ayudando al padre en labores de la granja.
  4. Querríamos entrar con el nudo aquí, hablando de lo que comen los zorros, Mack y Flora, pero no es el camino de Munro. En su lugar, ella hablará de la relación de la niña y la madre, y el prospecto de que la niña crezca y sea mujer. El motivo puede ser presentar la relación con la madre para mostrar un retrato completo de la niña y prefigurar un futuro femenino en el que ella no cree encajar. Aquí terminaría la introducción.
  5. Ahora sí introducimos la comida de los zorros, a Mack y a Flora. El lector sabe que a los caballos los van a matar, y el relato (que era una colección de “matter of fact” o simples enunciaciones) empieza a adquirir una forma en la que las decisiones tienen peso; forma de relato.
  6. Aquí querríamos disparar a Mack, pero apenas ha habido tiempo de conocerlo y sería demasiado precipitado. Munro intercala un pasaje donde redunda en lo que es ser una niña, esta vez desde el punto de vista social y físico: Laird empieza a ser más fuerte que ella y la abuela quiere que sea más femenina.
  7. Ahora sí, podemos disparar a Mack. Hay que hacerlo de forma que la narradora lo vea, para que el lector sienta el impacto y entienda su decisión final.
  8. Es el momento de matar a Flora. Pero, de nuevo, quizá sea demasiado precipitado. Munro intercala un pequeño pasaje donde la niña rememora una extraña broma que le gastó a su hermano y de la que ahora se arrepiente. No estoy seguro del motivo más allá de dar espacio para la muerte de Flora.
  9. Van a matar a Flora. Este es el final del nudo, donde ella toma (sin reconocerlo) la decisión que llevará al clímax, de dejarla escapar. Sólo Laird sabe que ella lo hizo.
  10. Aquí querríamos terminar, pero parece que es demasiado precipitado, así que este es un momento tan bueno como cualquier otro para cerrar esos símbolos de las ensoñaciones y las camas.
  11. Desenlace: el padre y Laird regresan de encontrar y matar a Flora, y Laird la acusa. El padre le quita importancia diciendo “sólo es una chica”.

A continuación pasaré por cada uno de ellos:

Pasaje 1: “My father was a fox farmer.”

Aquí se introduce la profesión del padre, granjero de zorros, y a quién vendía su mercancía. También explica un detalle del oficio: que en cierto momento del año su padre y Henry despellejan algún zorro en el sótano y a la madre eso no le gusta que lo hagan por el olor que deja en la casa. Es el primer símbolo de la dicotomía interior (mujer)/exterior (hombre). También se da algo de color a Henry (su tos).

Pasaje 2: el desván

Se introduce el dormitorio en el desván como contraposición a ese sótano del siguiente modo: la risa de Henry y el olor eran recordatorios del calor, seguridad y luz de abajo, que se sentían disminuidos flotando en el aire frío de arriba. Sigue otra contraposición entre el exterior al que no temían pese al frío y sus hombres del saco (bugbears) y ese desván al que sí temían. En este pasaje se describe el sitio donde dormían los niños, ese desván que aún no estaba acabado, con un cuadrado de moqueta donde estaban las camas y, más allá de él, objetos antiguos, muebles y cosas que no entendían. Se aprovecha para contar otro símbolo: las ensoñaciones de ella, en las que salva a la gente.

Este pasaje no es arbitrario, y su ubicación es necesaria. No podemos pasar directamente del primer pasaje (donde dice qué hace su familia para vivir) al tercero (donde explica cómo hace su familia para vivir) porque sería demasiado tedioso, así que este es un buen momento para introducir el desván.

Pasaje 3: la niña ayuda a su padre

Aquí se desarrolla la relación entre la niña y su padre, tras una elaborada descripción de las condiciones de la granja. Se empieza por las condiciones de los zorros, a quienes ponen nombre (detalle colorista) y se habla de la laboriosidad e ingenio para el trabajo del padre (su libro favorito es Robinson Crusoe). En lo que va haciendo el padre, se narra cómo le ayuda la hija, hasta el punto de que sentimos que ella es una verdadera ayuda cuando él dice a un vecino, al respecto de ella:

“Like to have you meet my new hired hand.”

Ella describe que se siente “colorada de placer” al oír eso.

Pasaje 4: la niña crecerá y me ayudará en la casa

La madre habla con el padre y le dice cuánto ansía que el niño crezca para que pueda sustituir a la niña como ayudante, y así la niña pueda ayudarla en la casa. Entra la madre para que la narradora exprese la reticencia de la niña a la feminidad. No le gustaría ser su madre, prefiere las actividades de su padre.

Es importante que este párrafo negativo (lo que no quiere ser la niña) venga después del positivo (lo que le gusta ayudar al padre), porque a la hora de leer es mejor empezar definiendo (un personaje) por lo positivo que por lo negativo.

It seemed to me that work in the house was endless, dreary, and peculiarly depressing; work done out of doors, and in my father’s service, was ritualistically important

Pasaje 5: carne de caballo

Este pasaje irrumpe, no se me ocurre mejor forma de decirlo, con la frase:

I had forgotten to say what the foxes were fed.

Es una fórmula muy extraña. ¿Cómo que ha olvidado decir qué comen los zorros? Claro que no lo ha olvidado; está perfectamente hilado con el ritmo del relato. Quizá use esta fórmula para regresar a los zorros y desarrollar el texto hacia donde necesita ir ahora, pero no me parece un recurso demasiado honesto o elegante. El motivo es que me saca de la narración: me hace pensar en el hecho narrativo en lugar de en el hecho narrado, y de pronto paso de estar en la granja a estar en mi casa leyendo sobre la granja.

Con este pasaje, al introducir el elemento principal de la historia, alcanzamos el nudo. Entra con un poco de exposición sobre qué comen los zorros y sigue con la compra de Mack y Flora, y habla del temperamento de ambos.

Ahora sabemos el siguiente paso: el disparo primero a Mack y luego a Flora, para desarrollar el clímax del relato. Pero no podemos hacerlo ahora mismo porque los caballos acaban de ser introducidos. No ha habido tiempo a que el lector asuma su presencia. ¿Cómo resolver este problema?

Se podría adelantar este pasaje una posición: de nuevo tendríamos dos pasajes que hablan sobre el trabajo en la granja juntos, pero eso no tiene por qué ser malo, especialmente si se aligeran un poco, pues el relato hasta este punto parece falto de dirección y no le vendría mal ir al grano, a la carne, com dicen en inglés.

Pasaje 6: “Girls don’t slam doors like that.”

Este pasaje redunda en el tema de la adquisición de la feminidad y las consecuencias que esto tiene. Laird va creciendo y por primera vez empieza a ser tan fuerte como ella, que es una consecuencia física de la feminidad.

Más adelante, se da cuenta de las consecuencias sociales de la feminidad. Llega la abuela y se muestra algo más “vocal” que la madre en lo que respecta a la niña y sus actividades. Dice cosas como que las niñas no dan portazos como ese, y le intenta enseñar maneras. La protagonista no hace caso, al contrario.

Pasaje 7: El disparo a Mack

Ahora que la autora ha dejado reposar a los caballos un poco, es momento de matarlos.

La niña se entera de que van a disparar a Mack y va con su hermano a espiar cómo lo hacen por un agujero en el granero. Se describen los prolegómenos de la escena con precisión, y el disparo es un conciso:

My father raised the gun and Mack looked up as if he had noticed something and my father shot him.

Hecho esto, los niños se quedan buscando gatos entre el heno.

Pasaje 8: la extraña broma

De pronto, la niña recuerda cómo cuando eran pequeños ella engañó a Laird para que trepara a la viga más alta y, a continuación, ella fue corriendo a su padre gritando que Laird estaba en la viga más alta. Todos se asustaron y fueron a rescatarlo, y le preguntaron a ella que por qué no lo había vigilado mejor. Ahora ella siente culpa por eso y siente remordimientos cuando ve el abrigo blanco a cuadros, que era lo que llevaba Laird en esa ocasión.

No tengo clara la necesidad de este pasaje. Parece cumplir las siguientes funciones:

  1. Da algo de margen antes del disparo a Flora
  2. Introduce el abrigo blanco a cuadros
  3. Habla de la relación, generalmente positiva, entre los hermanos.

Pasaje 9: Van a matar a Flora

La niña se entera por una conversación de los padres, en la que él dice que después de mañana sólo tendrán a la vaca. No pensaban en verlo, pero estaban cerca del establo cuando oyen un estrépito. Resulta que Flora se había soltado de Henry. La yegua se escapa de ese espacio y alcanza “el campo”, que lo une con la casa. La verja de “el campo” está abierta y podría salir si llega al centro. Entonces el padre la ve y le pide que vaya a cerrar la puerta, pues ella está al otro lado de la verja y llegará enseguida.

Ella llega y empieza a cerrar. En ese momento oye a Flora galopar hacia ella. Laird llega también. Entonces ella, mantiene la verja abierta.

I did not make any decision to do this, it was just what I did

Flora escapa. Henry, el padre y Laird van tras ella en la camioneta. Durante este pasaje ella teme que Laird lo cuente y se pregunta por qué dejó escapar a Flora, ya que era una acción inútil. Darían con ella y la matarían igual. Todo lo que había logrado era cansar a su padre y a Henry, retrasar la hora de la cena, dar a todos un disgusto y poner en peligro su relación con su padre.

Me gusta mucho este pasaje, por lo táctico que es. La forma más sencilla de hacer lo que hace es que la niña deje escapar a Flora por la noche, pero esa sería una acción demasiado concienzuda y premeditada, y le habría obligado a plantearse lo inútil de hacerlo y, por tanto, no lo habría hecho. Al hacerlo en el fragor de la inmediatez, como ocurre aquí, le da espacio para actuar irreflexivamente. También es perfecto que sólo Laird haya visto lo que ha hecho.

Pasaje 10: la cama y las ensoñaciones

En lo que espera a su padre sube a sentarse en la cama. Aquí cuenta cómo la había separado de la de su hermano, le había puesto cortinas y planeaba una especie de barricada. En este pasaje cierra muchos símbolos plantados antes:

  1. Ya no cantan porque a Laird no le gusta cómo canta ella (pérdida de la inocencia infantil)
  2. Sus ensoñaciones ya no tratan sobre salvar a la gente, sino sobre ser salvada por chicos, y sobre lo que llevará puesto.

Aquí se hace hincapié en los cambios psicológicos al hacerse mujer. Empecé el artículo diciendo que mi interpretación sería polémica. El motivo es que, tras leer algunos comentarios sobre el relato, me da la impresión de que se está leyendo en clave feminista moderna con un énfasis en el rol social de la mujer. La idea sería que el relato “denuncia” que a las niñas se las haga encajar en un rol. Pero eso no es lo que estamos leyendo, en absoluto. Sí, ha habido algo de intentar encajar a la protagonista en un rol femenino, pero de eso no va el relato. El relato parece ir de la evolución psicológica de una niña hacia la feminidad, evolución que tiene lugar espontáneamente y fuera del alcance de todos los personajes: de ella, pero también de la sociedad.

Pasaje 11: Sólo es una niña

Más tarde de la una llegan Henry, el padre y Laird. Ya han matado a Flora. Se sientan a la mesa y ahí es cuando Laird acusa a su hermana, como hemos visto en la sección anterior. Este es efectivamente el mejor punto para terminar el relato.

Conclusión

Existe la visión de que Munro es una autora de libros “aburridos” y, aunque no estoy de acuerdo, puedo entender el motivo. Se explaya en la introducción, dando detalles sobre la casa, la familia, la forma de ser de cada personaje, etc., de un modo que no parece dirigido a ningún sitio en particular. Es una aproximación arriesgada por su parte el tardar tanto en dar a sus personajes algo de agencia (que es lo que el lector realmente quiere leer).

(Una vez llegan los caballos y sabes que hay personajes con nombre a los que van a tener que matar, poco menos que delante de ti, la cosa cambia)

Estoy convencido de que la larga introducción era necesaria. Pero quizá sería posible haberla acortado.

Por otra parte saco como enseñanza la necesidad de dejar respirar a los elementos de la trama. Munro no mata a Mack nada más introducirlo, sino que intercala un pasaje. No mata a Flora inmediatamente, sino que intercala otro pasaje. Clarke hace algo parecido en Second Dawn, en el pasaje 4, dando tiempo a resolver el rechazo de Eris a la llamada.

Otro asunto es la introducción de símbolos. Un símbolo necesita al menos dos partes: su introducción donde se enseña al lector lo que significa, y su uso. Ambos deben estar en pasajes distintos.

También me reafirma en usar el pasaje como unidad literaria para la narrativa. Es mucho más natural que la “escena”, que sería la unidad de teatro, y que es lo que la mayoría de los lectores usa como unidad en narrativa.

Por último, veo la necesidad de mostrar al lector las cosas dos veces, lo que podríamos llamar, “imprimar” al lector. El disparo a Mack tiene por objeto mostrar las consecuencias de disparar a un caballo, así que tenga más peso la decisión de la niña de liberar a Flora.

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Carlos Vázquez

Doctor en Ingeniería Informática; escritor aficionado