I Wanna Be Yours: el Arte oscuro de Alex Turner

Carlos Alfredo Dávila
4 min readSep 7, 2018

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Al parecer, obsesionarse por pequeñas temporadas de tiempo con una canción en particular no es algo tan poco común, según una información que descubrí hace poco y que no viene al caso citar.

Como he intentado compartir lo que aprecio de una de estas pequeñas obsesiones melómanas mías con mis amigos, y no he recibido a cambio más que insensibles miradas de aburrimiento y reproche, me sentí en la necesidad de escribir esta reseña sobre I Wanna Be Yours, de Alex Turner. Poca gente lo apreciará, para ellos queda escrito:

La letra original de I Wanna Be Yours es en realidad un poema de John Cooper-Clarke, un “poeta punk” inglés que logró una efímera notoriedad en los años setenta.

Romántico-patética, la letra original manifiesta esa idealización y ansia febriles que el enamorado puberto siente por la chica más linda del salón. Algunos versos contienen un chispazo de ingenio, otros son francamente malos y, en conjunto, el poema tiene poca imaginación y es mediocremente reiterativo hasta el verso final.

De la música, ni hablar, es absolutamente horrenda:

Esta es la letra de I Wanna Be Yours de Alex Turner, con los versos retomados de Cooper señalados en itálica:

Arctic Monkeys — ‘I Wanna Be Yours’

“I wanna be your vacuum cleaner
breathing in your dust
I wanna be your Ford Cortina
I will never rust
If you like your coffee hot
let me be your coffee pot
You call the shots babe
I just wanna be yours

Secrets I have held in my heart
are harder to hide than I thought
Maybe I just wanna be yours
I wanna be yours
I wanna be yours

Let me be your leccy meter
And I’ll never run out
Let me be the portable heater
That you’ll get cold without
I wanna be your setting lotion

(I wanna be)
hold your hair in deep devotion

(how deep?)
At least as deep as the Pacific Ocean
I wanna be yours

Secrets I have held in my heart
are harder to hide than I thought
Maybe I just wanna be yours
I wanna be yours
I wanna be yours”

En esos primeros versos que Turner retoma de Cooper, el poema original gira en torno de un concepto sencillo: reflejar un elemento común del deseo sexual masculino: el anhelo de convertirse, uno mismo, en un objeto para la satisfacción de nuestra amante, subordinando todo impulso y toda la energía nuestra a la causa de su éxtasis.

El talento de Turner reside en reconocer el potencial de esos versos y de ese concepto, y retomarlos para crear algo completamente diferente y genial.

El ritmo lento y el efecto de profundidad de los primeros acordes, de entrada, le imprime cierta cadencia sensual y oscura a la canción.

Bajo este ritmo, después de eliminar los versos excesivamente patéticos y repetitivos de Cooper, la letra se transforma: pasa de patética-romántica a una especie de dirty talk romántico, que adquiere la cadencia sensual de la lentitud del ritmo y del juego de ecos del fondo.

La segunda estrofa, “Secrets I have held in my heart…”, le aporta un elemento sugestivo al coro “I wanna be yours” que no tenía antes. Como en muchas de las letras de Turner — imitando el efecto de la mirada de “Las Meninas” de Velázquez, o el de la “Sinfonía Fantástica” de Berlioz — , esas referencias a elementos implícitos, no contenidos en la letra misma, funcionan como un espacio en blanco que la imaginación de quien escucha llena inevitablemente con elementos de su propia imaginación. Lo que implica que dicho espacio se llena, en cada uno, con algo de experiencia personal.

Pero el clímax de la canción es, sin duda, la segunda mitad de la tercera estrofa:

“I wanna be your setting lotion

(I wanna be)
hold your hair in deep devotion

(how deep?)
At least as deep as the Pacific Ocean
I wanna be yours”

El silencio anterior a “At least as deep…” y el impacto de la entrada de vuelta los instrumentos apenas antes de terminarse el verso, sugiere, justamente, el impacto de la entrada física profunda que se anuncia en los dos versos anteriores, en los que se evoca la imagen de una mano sujetando el cabello de una mujer.

El añadido coro de fondo “how deep?” que antecede a la punch line “At least as deep as the Pacific Ocean”, vuelve explícito el juego de palabras que ya aparecía, como avergonzado, en el poema original de Cooper-Clarke.

La brutalidad obsena alcanzada en este momento, se atempera casi de inmediato con la reanudación del coro romántico “i just wanna be yours”.

El resultado final del conjunto me parece sublime; y su artífice, un genio.

Algunas de las señoras que han dejado sus comentarios en los videos de Youtube de la canción parecen compartir mi entusiasmo. No me desagradaría compartir un café caliente con alguna de ellas.

La canción de Arctic Monkeys (pista 12 del álbum “AM”) puede escucharse en este enlace, en el que pueden verse los comentarios femeninos referidos.

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Carlos Alfredo Dávila

Politólogo, analista y aprendiz de escritor. Apasionado por las buenas discusiones y las buenas historias.