El barrio como factor de desventaja y segregación educativa

Carmen Alemany Panadero
4 min readJul 4, 2018

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Imagen: Google imágenes (autor sin referenciar)

Muchos niños de Usera se hallan en situación de desventaja desde su nacimiento, por factores étnicos, familiares, educativos, económicos y sociales, y no tienen acceso a una igualdad de oportunidades real.

El abandono escolar en Usera asciende al 20,56% mientras que en el resto de la Comunidad de Madrid es del 14,6%. Los distritos del sur concentran casi el 80% del abandono en las aulas. También encabezan los datos de absentismo escolar, según el Ayuntamiento de Madrid. Según denuncia el informe Necesita Mejorar de Save the Children (2016) se tiende a la concentración de alumnos en determinados centros educativos según su origen socioeconómico y familiar, generando fuertes desigualdades. La escuela concertada excluye a los alumnos migrantes, con NEE, con nivel socioeconómico bajo o al alumnado gitano. Un dato muy revelador es el de los Centros Prioritarios y de Especial Dificultad. Se trata de centros educativos que poseen más de un 50% de alumnos migrantes o de etnia gitana. Los dos distritos madrileños con más Centros Prioritarios son Puente de Vallecas y Usera, según datos de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid de 2017. El relator especial de la ONU para el racismo emitió dos advertencias relativas a España (2013 y 2016), y se refirió específicamente a la segregación de migrantes en determinados barrios y escuelas, formándose colegios-gueto.

El estudio Infancia, familias monoparentales e inmigración latinoamericana en Barcelona, España, (2013), de Rosalina Alcalde Campos e Iskra Pávez, muestra que los niños de familias latinoamericanas que proceden de hogares monomarentales se hallan en una situación de alto riesgo de pobreza y fracaso escolar. Estos niños tienen varios factores de desventaja educativa: la carencia de materiales para la estimulación del aprendizaje (diccionarios, libros, internet), el entorno físico (un lugar adecuado para el estudio y los deberes) y la diversidad de experiencias (falta de acceso a actividades extraescolares de pago). El hacinamiento en pisos compartidos también afecta al rendimiento escolar. Según este estudio, todos los niños de rendimiento escolar bajo o medio-bajo compartían habitación, algunos de ellos con su madre y hermanos, y muchos estudiaban en el comedor de la vivienda, que suele estar ocupado por otros habitantes de la casa, por lo que las condiciones de estudio no son las adecuadas.

Según el informe de Save the Children (2016), la diferencia entre alumnado español e inmigrante en la puntuación PISA en Madrid llega a 58 puntos. El informe PISA aclara que estos resultados se deben más a la situación socioeconómica de la familia que con su origen nacional.

A la vista de los datos, nos encontramos con que los niños de familias migrantes y romaníes de Usera son una población altamente vulnerable al fracaso y al abandono escolar, ya que su situación sociofamiliar posee todos los indicadores de riesgo, y además estos alumnos son concentrados en determinadas escuelas, lo que perpetúa las situaciones de riesgo.

Paola Hurtado es una joven activista afroecuatoriana, que con 22 años sufrió una agresión racista. A raíz de esta experiencia, fundó la ONG Educación contra la Discriminación, para promover el acceso de las personas migrantes a la educación superior. Hurtado denuncia racismo institucional en el sistema educativo. Tras entrevistar a jóvenes migrantes, descubrió que sus orientadoras les recomendaban siempre que hicieran formación profesional. Asumían que no podrían acceder a la universidad, existiendo un sesgo discriminatorio. Un estudio europeo de 2009 (proyecto TIES) lo confirma: desde los centros docentes se recomendaba cursar estudios superiores a un 78% de hijos de europeos frente a un 42% de los hijos de inmigrantes). Si realmente existe este sesgo discriminatorio en las recomendaciones a estos alumnos, cabe preguntarse si no existirá también un sesgo similar a la hora de intervenir con ellos durante su etapa de escolarización obligatoria. Este tema daría para una investigación a fondo.

El Mapa Social de Madrid señala a Usera como uno de los Distritos con una tasa más elevada de población sin estudios. Por ello, en Usera funcionan dos Centros de Educación de Personas Adultas (CEPA), así como una Escuela Municipal de Adultos, aunque estos programas han sufrido recortes presupuestarios que limitan su alcance. Asimismo, el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha en 2017 un nuevo contrato para el desarrollo del Programa de Prevención del Absentismo Escolar, con un aumento del número de educadores sociales y de horas de prestación del servicio. Por otro lado, existen grupos de la Fundación Secretariado Gitano para niños y mujeres romaníes, la Asociación Alucinos proporciona apoyo educativo y refuerzo escolar para jóvenes en riesgo de exclusión social, la Fundación Tomillo cuenta con programas para jóvenes, el CEPI cuenta con grupos de apoyo escolar para niños migrantes, y la Asociación Vecinal Cornisa cuenta con un aula de alfabetización gestionada por vecinos.

Estas iniciativas son útiles y necesarias, pero se observa cierta descoordinación y fragmentación. Considero importante generar un auténtico trabajo en red entre la Administración y las entidades del Tercer Sector, que den lugar a programas interinstitucionales coordinados.

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Carmen Alemany Panadero

Trabajadora social en Servicios Sociales. Graduada en Trabajo Social. Licenciada en Periodismo. Opiniones propias.