¿Podremos disminuir el analfabetismo financiero en un Sprint? 💸🤷‍♂️⏰

Si eres de esas personas que asocia préstamos bancarios a escalofríos y considera que están escritos en un idioma indescifrable, entonces estás en la misma situación de la que partía nuestro equipo cuando aceptó este reto.

Álvaro Cereceda Prieto
8 min readNov 23, 2021

Y, ¿de qué reto se trataba? Buscar una solución para contribuir a mejorar el alfabetismo financiero mediante la tecnología.

Para tratar de encauzar este ambicioso propósito, y llegar a una solución que, en principio, pudiera ser cumplida, tanto en objetivo como en el plazo de 5 días, se empleó la metodología de Design Sprint. Esta técnica se enfoca en plantear una hipotética solución y validar dicha idea en el menor tiempo posible, incorporando técnicas traídas del Design Thinking y tiempos propios del Agile. Todo esto, hace que encaje perfectamente con el proyecto. Entonces, ¡veamos cómo se desarrolló!

¿Cómo aterrizamos esto?

Nada más empezar el proyecto, el agarrotamiento mental en los 8 miembros del equipo era evidente debido a la falta de soltura en el ámbito propuesto para el desarrollo. Por ello, el primer ejercicio a aplicar se encaminaba a liberarnos de esos frenos: las sprint questions. Preguntas que nos hacíamos a modo brainstorming, y que reformulamos preguntándonos todo lo que saliera de nuestra cabeza, como por ejemplo: ¿Podrán los usuarios entender el lenguaje financiero? o ¿Podrán los bancos llevar dinero a casa de sus usuarios?

De esta sencilla forma, y sin tener que poseer un conocimiento específico del sector, pusimos en común todas nuestros planteamientos, y los plasmamos en 70 post-its que reflejaban ideas de todos los miembros, repartidas en multitud de temáticas. Por este motivo, nuestra segunda acción consistió en agruparlos por categorías, y procesar estas ideas crudas en formato How Might We?, de forma que la misma redacción involucre al equipo como parte activa de esa solución. Siguiendo con uno de los ejemplos anteriores: ¿Cómo podríamos conseguir que las personas entendieran el lenguaje financiero?

De esta forma, conseguimos sintetizar nuestras ideas iniciales a 59 propuestas de enunciado, de 9 temáticas diferentes. Sin embargo, necesitábamos concretar soluciones específicas. Para hacerlo, de manera grupal y exento de egos, recurrimos a una votación silenciosa, donde cada miembro distribuyó 4 votos a las distintas ideas. Lo que nos iluminó dos líneas de trabajo: ¿Cómo podríamos crear una comunidad en torno al mundo financiero?, y ¿Cómo podríamos ofrecer un traductor financiero?

De la ideación grupal al desarrollo individual

Tras un largo día de abstracción, conseguimos definir dos líneas de actuación. Para abarcarlas, el equipo inicial se escindió en grupos de trabajo de 4 integrantes. Nuestra misión: crear un traductor de lenguaje financiero.

Empezamos el segundo día de trabajo, manos a la obra, buscando inspiración de proyectos reales y compartiendo estas lightning demos con el equipo, tratando de activar nuestra generación de ideas, y relacionar conceptos que, a priori, pudieran no estar próximos. Tras esta fase inspiracional, el grupo comenzó a afrontar el primer acercamiento a una solución. Primero, volcando nuestras ideas sobre una libreta, tanto por escrito, como con la dinámica del Crazy 8 (consistente en expresar gráficamente un concepto por minuto, bajo la presión de un crono, durante ocho intensos minutos). Tras haber perdido el respeto al papel en blanco, el resto de la tarde la empleamos para prototipar de forma individual nuestra interpretación de la solución.

Y, ¿qué obtuvimos? 👀

Después de un buen rato de movimiento de folios en la mesa, búsquedas aquí y allá para ver cómo hace esta empresa aquello, y cómo aplico yo a mi solución esto otro, obtuvimos cuatro incipientes soluciones digitales al reto propuesto, prototipadas en formato esquema, que dejaban entrever destellos de lo que se venía cocinando en nuestras cabezas durante todo el día.

Comenzamos la siguiente jornada, con el embudo volviendo a estrecharse sobre el equipo: solo una de las propuestas seguiría adelante. Para ello, aplicamos distintas técnicas, como el Museo del arte, donde un facilitador podría a prueba la consistencia de los wireframes planteados y su usabilidad. Una vez conocidas las posibles soluciones y su uso, pasamos a votar las funcionalidades y zonas de las soluciones de nuestros compañeros mediante pegatinas. Dando lugar a la generación de un mapa de calor, que revelaba cuáles habían sido las ideas mejor valoradas de cada prototipo. Tras esto, podíamos tomar una decisión razonada para votar el prototipo en que basarnos hasta llegar a la solución final.

En la votación, el equipo optó por seguir adelante con la solución que yo había planteado, abarcando el traductor como una herramienta de búsqueda de conceptos financieros adaptado a un lenguaje llano, y con posibilidad de aprender sobre ellos desde la misma aplicación (ya que se trataba de un diseño para móviles). Esta idea, se centraba en cómo se usaría la función de traducción mediante escaneo de imágenes, estableciendo un símil con el sistema de traducción para móviles que ofrece Google Traductor.

Dado que no es un idea ya existente en el mercado, desarrollamos un storyboard que permite contar el viaje que experimenta un usuario tipo, y cómo nuestro servicio resuelve esta frustración. Con esto, damos por finalizado el tercer día, y el trabajo grupal. Ya que, desde este mismo punto cada uno de nosotros desarrollará su propia interpretación de la idea.

¡Definamos la propuesta!

Arranca el primer enfrentamiento al reto en solitario, tras tres jornadas de inmersión en el proyecto. La misión del día es definir un prototipo de alta fidelidad de mi servicio propuesto. Para ello, primero necesitaba empatizar con la solución, y por ello, la doté de identidad: FinForAll.

Propuesta visual de la marca FinForAll

FinForAll nacía con la visión (express) de ser el servicio digital que permitiría a usuarios con bajo conocimiento financiero adentrarse fácilmente en este complejo mundo, posibilitándoles sacar mayor provecho de su dinero.

¡Ahora sí! Una vez definido el alma de la propuesta, ya podía diseñar consecuentemente su cuerpo. Para conseguir esta coherencia, tendría que trasladar al usuario la sencillez y calidez de la que el sector carece. Traduciéndose esto en una navegación intuitiva, con escasos elementos, muy orientados al aprendizaje, y un flujo que acompañe y no entorpezca el proceso de llegar al resultado de la búsqueda.

¿Cómo podrá FinForAll convertir el mundo financiero en un tema amable para sus usuarios?

Ofreciendo la información de manera clara y ordenada. Desarrollando un potente servicio de búsqueda de conceptos; facilitando material formativo en diversos temas, en multitud de formatos, como cursos, vídeos, podcasts, artículos, etc.; y ofreciendo la posibilidad de guardar todos estos contenidos en una biblioteca personal, relevante y personalizada a tu nivel de conocimiento. De esta forma, podrás resolver todas aquellas dudas que se te generen sobre el sector financiero, y aprender de forma proactiva acerca de temáticas relacionadas. En definitiva, siendo un servicio creado para la gente.

Para poder transmitir este concepto, en un plazo de poco más de una jornada, desarrollé un prototipo de alta fidelidad, que mostrara el look & feel de FinForAll, y dejase entrever las principales características que presentaría el servicio. Tal y como se había planteado, el aterrizaje en el prototipo de la app nos mostraría de forma destacada un buscador (textual / escaneo de imagen / entrada de voz), y un feed de contenidos a explorar, de distintos niveles, como cursos de Finanzas Personales o entrevistas con expertos en el sector.

Ahora, una vez que tenía diseñadas las mínimas pantallas, tocaba comprobar si el uso de la herramienta solventaba alguna carencia real de las personas. Para ello, se planteó un testeo en una plataforma digital (Useberry) y se puso a prueba la funcionalidad del prototipo creado, gracias a la colaboración de 5 posibles usuarios, nativos digitales (público objetivo al que va dirigido), con distinto nivel de conocimiento financiero. Gracias a esto, pude averiguar qué sensaciones transmitía la materialización de la idea, y qué puntos quedaban reafirmados o en proceso de ser repensados.

¿Qué se pudo extraer de la percepción de la gente?

Aunque fue un testeo de guerrilla, permitió identificar puntos interesantes, imposibles de detectar de otro modo. Especialmente relevantes aquellos comentarios sobre puntos negativos y dudas surgidas con el uso del prototipo. Ya que, aunque quizá no son los que el ego quiere oír, son los más importantes a la hora de detectar ámbitos de mejora. Al final, diseñamos para nuestros usuarios, por lo que, ¡escuchémosles más!

  • La función de escaneo por imagen ha resultado ser más pesada que la búsqueda directa o por voz. Lo que llevaría a repensar su posición dentro de la ‘app’. Quizá no deba ser una funcionalidad para la primera versión.
  • Hubo frustración al no poder interactuar libremente con los elementos en pantalla, ya que el prototipo no estaba suficientemente desarrollado, lo que limitó la experiencia de los usuarios. Esto lleva a pensar, que debería haber un segundo testeo para encontrar nuevos puntos de mejora.
  • A nivel estético, aunque sí la reconocieron como una app de finanzas, se comentó utilizar una paleta más amable para restarle sobriedad.
  • Se hicieron sugerencias no mostradas, como un formulario para conocer tu nivel financiero al comenzar a usar FinForAll, o un enfoque social para poder compararte con otros usuarios y ver sus avances.
  • Respecto a las pantallas observadas, sí fueron correctamente entendidas, quedando clara la función principal de buscador, y con una navegación que consideraron ‘fácil e intuitiva’.
  • Lo que más gustó de la propuesta fue el amplio número de recursos, de distintos niveles, y la posibilidad de tener tu propio catálogo o biblioteca personal, donde guardar tus materiales de utilidad.

Tras este experimento, la averiguación más positiva fue que todos ellos consideran que ¡sí la usarían! Y que, hacerlo, mejoraría su nivel de conocimiento financiero. Por tanto, lo que empezó siendo una hipótesis surgida en un laboratorio, el concepto fue validado ahí fuera. 🎉

Si bien, queda de manifiesto que hace falta iterar el prototipo hacia un diseño con más tipologías de contenido para poder detectar áreas de mejora, aclarar el rol del escaneo dentro de la app, o la posibilidad de personalizarlo hacia el usuario.

Y, aunque, esto sea tan solo el punto de partida, FinForAll se centrará en trabajar en los puntos detectados, con el objetivo de poder facilitar acercar el mundo de las finanzas a nuestro día a día.

Y tú, ¿querrías tenerla en tu móvil? ¿Crees que te sería de utilidad?

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