Relaciones Líquidas: La sociedad de lo inmediato

Carlos García de León
6 min readJan 21, 2022

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¿Has escuchado alguna vez el término de “relaciones líquidas’’?

Múltiples autores contemporáneos afirman que nuestra época está caracterizada por las relaciones líquidas. El filósofo y sociólogo polaco Zygmunt Bauman define las relaciones líquidas como vínculos muy frágiles que establecemos con las personas que nos rodean.

La evolución de la sociedad y de la tecnología ha permitido el acceso inmediato a un montón de recursos, por lo que esperar por algo que deseamos (hablar con una persona, comprar ropa, comprar libros, sacar un billete…) es cada vez más innecesario. Por ello, hoy en día muchas personas buscan satisfacer su necesidad de afecto de manera inmediata. Cuando consiguen sentirse satisfechos simplemente cortan el lazo y se van.

Las relaciones líquidas son efímeras, tan rápido como se crean, se destruyen, siempre están “haciendo aguas”, de ahí su propio nombre. Este tipo de relaciones se puede apreciar en todas las esferas de la vida, tanto en el ámbito de la pareja como en lo referente a la amistad y la familia. Su punto en común es la fragilidad, que le impide perdurar en el tiempo. Entre algunos de los motivos por los que terminan encontramos el resquicio de la infidelidad, los conflictos o la excusa de la libertad. No obstante, el fin de este tipo de relaciones no deja indiferentes a sus protagonistas, pues las personas que crean relaciones líquidas no es porque “no quieran” a la otra persona sino porque no están dispuestos/as a comprometerse y dar el 100% de sí mismos. Como consecuencia, para muchos de ellos/as la ruptura supone encontrarse abrumados en el pozo del duelo con un sinfín de preguntas sin responder.

Bauman sostiene que esta forma de relacionarnos proviene de la “modernidad líquida”: nos vemos obligados/as a integrarnos y adaptarnos a una sociedad que cambia con gran rapidez, por lo que se exige de nosotros/as una identidad flexible y versátil que nos permita afrontar esas transformaciones. Como resultado, desarrollamos una “identidad líquida”. Cuando la sociedad nos empuja a cambiar constantemente y a adaptarnos a contextos muy diferentes, nos impide establecer relaciones sólidas a lo largo del tiempo, relaciones en las que conectemos a través de nuestra esencia, más allá de las necesidades inmediatas.

A continuación expondremos una serie de pensamientos y características en base a los que se construyen las relaciones líquidas:

Las personas que mantienen relaciones líquidas saben que no pueden planificar su vida a largo plazo.

Crean relaciones para satisfacer rápidamente sus necesidades de afecto, reconocimiento, etc. a través de otras personas. Cuando esas necesidades quedan satisfechas la persona siente que ya no tienen más que aportarle y corta su relación.

Procuran tener muchas relaciones con poco período de tiempo intermedio para evitar sufrir el duelo de una ruptura. Es por esto que aquellos que establecen relaciones líquidas con otras personas suelen tener un gran número de parejas amorosas; tienden más a la “cantidad” que a la “calidad” de las relaciones.

Además, temen a la idea del “para siempre”, una responsabilidad que no desean cargar sobre sus hombros.

Saben que los sentimientos pueden generar dependencia y esto no les conviene.

No se debe confundir el hecho de que una persona necesite nuestro apoyo o nosotras/as necesitar el apoyo de alguien con ser dependiente emocionalmente de otra persona. Debemos recordar que las parejas se basan en el respeto, la confianza y el apoyo mutuo. Hay una línea entre apoyo mutuo y dependencia emocional.

Aquellos que crean vínculos líquidos temen a la idea de que uno de los dos miembros de la pareja desarrolle dependencia emocional hacia el otro por las consecuencias dolorosas que puede conllevar. De esta manera, tratan de evitar sufrir no involucrándose en las relaciones para no desarrollar sentimientos de apego.

Asimismo, las personas que prefieren el disfrute temporal de las relaciones líquidas tienden a un individualismo extremo. Generalmente piensan más exclusivamente en ellos/as mismos/as y evitan el tener que preocuparse por los sentimientos de los/as otros/as.

Tendencia a abandonar a la otra persona con sus problemas

Derivado del miedo a crear una dependencia emocional, estas personas experimentan la problemática de alejarse de aquel/aquella con el/la que mantienen la relación líquida en el momento en el que la otra persona muestra problemas. Miran para otro lado y evitan el tener que hacerse cargo de esos problemas.

Hay que entender que ayudar a alguien no es hacerse cargo de sus problemas, sino buscar su bien porque es una persona que te importa. Especialmente, esto ocurre cuando el problema que desarrolla la otra persona tiene que ver con algún aspecto de la propia relación mantenida entre ambos, de manera que, probablemente, si le ayudas en ese momento a buscar una solución, dichos problemas no los experimentará de nuevo en un futuro.

Intentan moldear a alguien al gusto

Buscan la imagen de perfección que tienen en su cabeza en otra persona. Cuando lo consiguen se acaban cansando y deciden abandonarlo/a por algunas de las razones expuestas con anterioridad y probablemente crean una nueva imagen de perfección, encontrarán a alguien y lo/la volverán a abandonar… Repitiendo el mismo patrón una y otra vez.

Uno de los grandes fallos de estas personas es que se esfuerzan al máximo por crear la perfección en otra persona, sin embargo, ellos/as no se amoldan ni hacen ningún tipo de concesión al otro/a. Parece ser que los/as únicos/as que están en disposición de hacer exigencias son ellos/as mismos/as.

Siguen pensando que lo complicado gusta

Se mantienen estancados en ese mito tóxico de que cuanto más complicados/as sean con los/as demás, más personas tendrán detrás. Es esa estúpida conducta de hacerse el/la “interesante”.

Proporcionan un refuerzo intermitente a la otra persona que se basa en un “ahora sí, ahora no” continuo que nos mantiene enganchados, lo que imposibilita crear una relación basada en la estabilidad o seguridad.

La explicación científica en términos conductuales a la persistencia de aquellos que inmersos en este tipo de relaciones se basa en que el refuerzo intermitente es muy resistente a la extinción de la conducta puesto que se ha aprendido que un “ahora no” no significa rechazo por completo ya que hasta ahora ha sido proseguido por un “ahora sí”.

También podemos encontrarlo en la relación inversa: en vez de ser la persona que proporciona refuerzo intermitente, es la persona que busca en su pareja tal patrón- le resulta “interesante”.

Deberíamos ser capaces de cambiar esta mentalidad y darnos cuenta de una vez por todas que lo que nos conviene no es aquello más complicado, sino aquella persona que nos lo hace fácil y accesible. Si en la mayor parte de los aspectos de nuestra vida nos gusta hacer las cosas por la vía de lo sencillo, en la medida en que sea posible, ¿Por qué complicarse en el ámbito de las relaciones?

El sexo como solución a todo

Partiendo del punto que existe un gran miedo a crear una dependencia emocional con la otra persona, este tipo de relaciones se caracteriza por sustituir los sentimientos por el sexo sin compromiso.

Prácticamente consiste en mantener relaciones sexuales sin tener un vínculo real y que con el paso del tiempo podría resultar en sentirse totalmente vacío/a. Claramente, este sentimiento de vacío quedará sustituido por otra persona con la que mantener relaciones.

La importancia que tienen las redes sociales también influye en esta nueva forma de vivir las relaciones.

En RRSS continuamente circulan post y publicaciones que se hacen virales, y muchas veces los compartimos porque nos sentimos identificados/as sin pararnos a analizar el mensaje que hay detrás.

Si te paras a analizar todo lo expuesto anteriormente, te das cuenta de que en la sociedad actual se está generando una tendencia a pensar que una relación es sinónimo de dependencia.

Es triste que el término de relación se haya convertido en esto y que el simple hecho de compartir sentimientos o tener confianza mutua se confunda con dependencia emocional.

Se pierde por completo el sentido del amor pensando que es una cárcel que te aísla de la libertad e independencia, cuando en verdad debería ser aquello que ni te pone límites, ni te frena en ningún aspecto de tu vida.

Aquí dejamos dos vídeos de psicólogos dando una breve explicación de las relaciones líquidas desde su perspectiva.

A continuación, expondremos y analizaremos en un nuevo post algunos ejemplos de algunas frases tóxicas que se hacen virales y lo que ello supone. Dejaremos el enlace a esta nueva publicación en los comentarios de la publicación Relaciones Líquidas.

Realizado por: Alicia Parra Parra (grupo 3ºT1c) y Carlos García de León de la Peña (3ºT1a).

Bibliografía:

https://mejorconsalud.as.com/relaciones-liquidas-la-fragilidad-vinculos/

https://www.angelaaznarez.com/que-son-las-relaciones-liquidas/

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