La caja de los miedos

César García Pont
2 min readOct 17, 2016

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Guardaba sus miedos en una caja, en el fondo del cajón de los calcetines.

Cuando tenía que tomar alguna decisión difícil, sacaba la cajita y consultaba con todos sus miedos. La dejaba abierta encima de la cama y les explicaba el problema.

Por supuesto, pocas veces sacaba nada en claro.
Todos los miedos empezaban a discutir y amenazarse entre ellos, intentando imponer su punto de vista.

Daba igual el tema que les consultara, siempre había miedos contrapuestos en infinidad de facciones: el miedo al peligro contra el miedo al aburrimiento, el miedo a la enfermedad contra el miedo a no disfrutar de los pequeños placeres de la vida, el miedo a tener hijos contra el miedo a no poder tenerlos.
El miedo a morir contra el miedo a vivir sin vivir.

Estos miedos solemnes se subdividían como fractales, hasta llegar a los miedos más específicos y vulgares: el miedo a las alturas, a la montaña rusa, a las arañas, a las cucarachas…

Era todo un espectáculo ver como discutían el miedo a volar con el miedo a no conocer lugares lejanos. O el miedo a perder el trabajo con el miedo a ser explotado.
Especialmente violentas (y habituales) eran las discusiones entre el miedo a la soledad y el miedo al rechazo. No era raro que llegaran a las manos.

Al final guardaba la caja de nuevo en el fondo del cajón, tras los calcetines desparejados, sin haber tomado ninguna decisión.

Siempre terminaba preguntándose qué sentido tenía cuidar y alimentar a todos esos pequeños bastardos, que nunca resolvían ninguno de sus problemas y no hacían más que provocarle angustia y dolor de estómago.

Pero lo cierto es que en cada mudanza, cuando tocaba vaciar el cajón de los calcetines, envolvía cuidadosamente la cajita con sus miedos en papel de burbuja y la empaquetaba con el resto de cosas inútiles que le acompañaban de casa en casa.

Cuando se instalaba, era lo primero que desempaquetaba.

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César García Pont

Vivo en Valencia con mi mujer, hijos, perra... La catástrofe al completo, que decía Zorba el griego. Desarrollo web y maquinitas varias.