¿Aún importa escribir bien?

Alfredo Vicente
4 min readMar 14, 2024

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Lo que la gente imagina cuando decimos que alguien “escribe”.

En estos tiempos de abundante contenido en video, en los que cada semana sale un estudio indicando que la gente vive pegada al TikTok y al Instagram, pareciera que escribir bien, o simplemente el hecho de escribir, estuviera en peligro de extinción.

Pues resulta que no. Es más, ahora es el momento en la historia en que más escribimos y en el que más oportunidades hay de redactar bien y de explotar esa habilidad. Y te daré mis razones.

Primero, necesito aclarar que muchas personas, cuando piensan en escribir, imaginan que es algo que tiene que ver con un literato redactando un libro, tecleando sin parar, como si fuera algo exclusivo de aquellos cuya profesión se relaciona con las letras.

Y no es así. Lo que hay que cambiar es esa percepción, porque en realidad, todos escribimos, todos los días, casi sin parar. Si no, haz memoria de cuándo fue la última vez que pasaste un par de minutos redactando un correo o un mensajito por WhatsApp… quizás lo hiciste hace unos 5 minutos.

Y ese es precisamente mi punto. Cuando hablamos de escribir, no solo nos referimos a redactar grandes textos para la academia o trabajos de literatura, sino a todo lo que conlleva usar la palabra. Y eso, estimado amigo, va en incremento.

No disputo los estudios: sí, es cierto que la gente consume cada vez más audiovisuales. Ahora bien, eso es solo una parte de su comunicación diaria, la cual también está llena de letras y oraciones.

Incluso esos shorts y tiktoks traen consigo subtítulos y explicaciones… Desde un simple mensajito hasta un comunicado de una empresa que se vuelve viral por alguna polémica, todo pasa por palabras escritas, de alguna u otra manera.

Y ahí está mi otro punto: la gran mayoría de personas, todo el tiempo, le están prestando atención al texto. Pareciera no importar la escritura, pero, ¡cuidado con una mala ortografía o algo que no se entienda! Sobre todo si es alguien importante, un influencer o una institución el que se equivocó… todos saltan a atacarlo y se lo comen. Un screenshot de ese error le puede costar mucha reputación.

Además, todo esto no lo diría si yo mismo no lo viviera en el día a día. Escribir con atención al detalle y con rapidez es una habilidad que, en los lugares y sectores en los que he estado, incluso rodeado de comunicadores, es cada vez más escaso; y eso, de alguna manera, le da más valor a tu trabajo de redactar con precisión.

Dicho lo anterior, entro en mi último punto: sí importa la habilidad de escribir bien. Importa porque ahora que los periódicos, las empresas y organizaciones en general van prescindiendo de correctores de estilo por temas de presupuesto, o porque creen que es suficiente con el Word para revisar textos, podemos contar con los dedos de las manos a aquel personal que de verdad se pone las pilas (incluyendo del propio gremio periodístico) para mejorar por su propia cuenta su redacción y ortografía.

Eso, como dije más arriba, hace automáticamente destacar a quienes ya escribían incluso medianamente bien y los hace imprescindibles en su entorno laboral, no solo para los jefes, sino también para los compañeros, que buscarán siempre ese consejo, esa mentoría del “buen redactor”.

Todo esto abre puertas para capacitar, para hacerse un nombre, para optar a mejores oportunidades en campos relacionados con la comunicación y la redacción, como aquellos en crecimiento y mejor pagados como el copywriting (la redacción persuasiva o publicitaria), donde puedes ir enriqueciendo aún más tus habilidades y hacerte tú mismo una marca.

Por ejemplo, ¿sabías que mucho del copywriting se centra en editar esos textos pequeños en las páginas web para invitar al cliente a hacer clic en un botón de compra, o para posts en Facebook? Y esa es una habilidad hot ahora mismo, sobre todo si hablas inglés.

También se te abren muchas puertas en en plataformas digitales como YouTube, donde por cierto, ahora son muy cotizados los guionistas (si no me crees, echa una mirada a sitios de freelancer para darte cuenta); o para explotar la inteligencia artificial en tu beneficio (de esto hablaré en una futura publicación).

En conclusión: no dejamos de aprender; y por eso, quiero crecer en conocimiento aquí en Medium a medida que comparto lo que yo también he aprendido con quien se interese en leerme, quizás con el genuino deseo de mejorar su escritura. Con eso, habrá valido la pena haber comenzado a plasmar mis ideas en este sitio.

Antes de finalizar, quiero proponerte un ejercicio; prometo que es muy light y entretenido: en la próxima semana, disponte a ser más observador y consciente sobre esas situaciones en las que tanto tú como otras personas recurran a la escritura, sea cual sea el formato.

Desde un WhatsApp hasta un discurso; lo que sea. Simplemente, analiza, sobre todo, si en esas interacciones hay referencias directas a la redacción, a la ortografía, o al significado de lo que se quería transmitir o comunicar. Es decir, fíjate en si la gente estuvo consciente de mencionar el tema de la escritura en el mensaje.

Préstale también atención a cuántas veces te topas con texto en todo el contenido que consumes a lo largo de la semana, y la importancia que este tiene para entender lo que estás viendo y/o escuchando.

Te darás cuenta de que ahora, más que nunca, estamos escribiendo y no pararemos.

Nos seguimos leyendo.

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Alfredo Vicente

Periodista y comunicador con cuatro décadas de vida y casi la mitad de ella ganándome la vida escribiendo.