¿Por qué NO deben censurar “Pobres almas en desgracia”, ni “Bésala” de “La Sirenita”? Toda la simbología y secretos de estas canciones

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La sirenita, Disney. 1989

Por si eres un despistado que aún no conoce la polémica sobre la nueva Live Action de Disney y su censura en la banda sonora, te cuento:

Disney estrenó su película de animación “La Sirenita” el 17 de noviembre de 1989. La cinta es una libre adaptación del cuento de H.C. Andersen publicado en 1837, tristemente eclipsado por el éxito del film, dicho sea de paso. Ahora Disney retoma este clásico y se prepara para el estreno de su Live Action sobre la famosa Ariel, en mayo de 2023. Pero la espera está envuelta en un huracán de críticas por los cambios a la cinta original, no solo porque la protagonista ahora sea una actriz negra, la bella Halle Bailey, sino también por la censura en dos de sus canciones. Todo con el fin de adaptarse a las nuevas sensibilidades.

Yo solo voy a hablar de la música.

Retrocedamos en el tiempo. En la versión animada de Disney escrita por John Musker y Ron Clements en 1989 se cambió el fatídico final de Andersen por el clásico y feliz desenlace de Disney. Pero lo terrible no fue esta alteración, algo comprensible, sino modificar los deseos más profundos de la protagonista. En el cuento de Andersen, la criatura desea ser humana y enamorar al príncipe para poseer un alma inmortal:

“¿Por qué no tenemos nosotras un alma inmortal? –preguntó, afligida, la pequeña sirena-. Gustosa cambiaría yo mis centenares de años de vida por ser un solo día una humana y poder participar luego del mundo celestial”

Andersen, 1837

Un tema en el cual insiste la bruja:

“-Ya sé lo que quieres -dijo la bruja-. (…) Quieres librarte de la cola de pez, y en lugar de ella tener dos piernas para andar como los humanos, para que el príncipe se enamore de ti y, con su amor, puedas obtener un alma inmortal”

Andersen, 1837

Por lo tanto, La Sirenita pretende usar su forma humana y el amor del príncipe como medios para lograr su objetivo final: no solo un alma, sino ascender al cielo.

“Y luego poder participar del mundo celestial”.

Andersen, 1837

El valioso mensaje de Andersen

Con esta frase, la criatura de Andersen expresa que su verdadero deseo es conocer a Dios. En La Sirenita de Disney, la muchacha solo desea ser humana para estar junto al príncipe, del cual se ha enamorado profundamente. Si bien el amor es una razón loable, este cambio elimina el mensaje final y crucial de Andersen: la suerte que tenemos de ser humanos, pues poseemos un alma inmortal que puede ascender a los cielos mediante la redención y el amor al prójimo. En otras palabras, su cuento nos dice qué afortunada es la humanidad, al poder estar con Dios.

“Andersen y sus criaturas” www.chispitadesigns.etsy.com

Retomando la pregunta inicial, y, volviendo a la banda sonora de la versión animada, veamos qué ocurre. Las inolvidables canciones del film fueron compuestas por Alan Menken y Howard Ashman, (1950–1991). De todas ellas, dos han desatado la polémica: “Pobres almas en desgracia” y “Bésala”, cuya letras se consideran inapropiadas para la mentalidad del siglo XXI. Voy a comentaros paso, a paso, el gran error que significa cambiarlas.

¿Qué pasa con la letra de “Pobres Almas en Desgracia”?

En Pobres Almas en desgracia, el fragmento de la discordia es este:

Retrato de Úrsula www.chispitadesigns.etsy.es

Ante la pregunta de las modificaciones, Alan Menken declaró:

“Algunos versos de la canción podrían hacer que las jóvenes de alguna manera sientan que no deberían hablar fuera de lugar, a pesar de que Úrsula claramente está manipulando a Ariel para que renuncie a su voz”.

Desgranemos lo que esconden estos versos. En primer lugar, ¿de dónde obtuvieron la inspiración Alan Menken Y Howard Ashman? Del cuento original de Andersen, en concreto, de este fragmento:

“-¡Acepto! -contestó la sirena, pálida como la muerte.

Pero tienes que pagarme -prosiguió la bruja-, y el precio que te pido no es poco. Posees la más hermosa voz de cuantas hay en el fondo del mar, y con ella piensas hechizarle. Pues bien, vas a darme tu voz. Por mi precioso brebaje quiero lo mejor que posees. Yo tengo que poner mi propia sangre, para que el filtro sea cortante como espada de doble filo.

Pero si me quitas la voz, ¿qué me queda? -preguntó la sirena.

-Tu bella figura -respondió la bruja-, tu paso cimbreante y tus expresivos ojos. Con todo esto puedes turbar el corazón de un hombre. Bien, ¿has perdido ya el valor?.. Saca la lengua y la cortaré, en pago del milagroso brebaje.

Andersen, 1837

¿Qué simbolizan el mundo de la Sirenita y el Mundo del Príncipe?

Antes de analizar este texto, conviene aclarar lo que representa el mundo de La sirenita y el mundo del príncipe.

La Sirenita es un ser acuático y el agua dentro del mundo de los cuentos, onírico y mágico representa las emociones y el subconsciente. A su vez, la Sirenita está bajo tierra, oculta, como nuestra belleza interior y nuestros deseos más profundos.

Hablando del agua, aprovecho para contaros que la escena de la tormenta no es casual, pues es la propia Sirenita, movida por el estallido de su corazón al ver al príncipe, la que provoca el revuelo de las olas. Nos muestra la ley universal de correspondencia “como es adentro es afuera”. Desde luego es una metáfora muy acertada: cuando nos enamoramos, somos como un mar embravecido.

La tormenta de “La Sirenita” Disney, 1989

Ni hombres ni mujeres, son todo símbolos

El príncipe representa el mundo de los humanos, no se refiere a los hombres como género masculino, sino a la entera humanidad, que en este cuento representa el mundo consciente y lo que está en la superficie. El príncipe es también el mundo de las apariencias y material, opuesto al anterior. Cuando Andersen dice:

-Pero si me quitas la voz, ¿qué me queda? -preguntó la sirena.

-Tu bella figura -respondió la bruja-, tu paso cimbreante y tus expresivos ojos. Con todo esto puedes turbar el corazón de un hombre.”

Andersen,1837

Se refiere a que los humanos solo se fijan en las apariencias, y como La Sirenita es bella también por fuera, un humano no tendrá problemas en caer rendido a sus pies, pues solo es capaz de ver lo externo. Y no importa que no muestre su belleza interior, su voz, ya que los humanos, según Andersen, no son capaces de ver lo más puro de un ser.

¿Y qué representa la voz de “La Sirenita”?

En primer lugar, la voz es algo creador:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”

Juan 1:1

Si te roban la voz, te roban el poder creador, por eso en el mundo de los cuentos es muy importante decir las palabras precisas en un hechizo: Ábrete Sésamo. Si dices mal esas dos palabras, alteras el orden o las sílabas, ya no tienen poder creador, no funcionan. Y los deseos solo deben pronunciarse para el bien, pues al salir de tus labios, ya estás dando un paso a su materialización, como ocurre en Los siete cuervos, cuando la hermanita les desea esto a sus hermanos:

-¡Perezosos! ¡Ojalá se convirtieran en siete cuervos!

Grimm

Y así ocurrió.

La Sirenita, Disney. 1989

La voz de la Sirenita es a su vez la belleza interior, su don más preciado e intangible.

Volviendo a la canción:

A los hombres allá arriba no les gusta mucho la cháchara.
¡Piensan que una chica chismosa es aburrida!
En tierra, todavía prefieren que las damas no digan una palabra.
Y después de todo, querida, ¿para qué sirve la charla ociosa?
Vamos, a ellos no les impresiona la conversación.
Los verdaderos caballeros la evitan cuando pueden.
Pero ellos sienten adoración, y adulación y se desmayan ante una dama reservada.
La que se muerde la lengua es la que consigue un hombre.

Fragmento “Pobres Almas en Desgracia”. Alan Menken y Howard Ashman, 1989. Traducción de Chispita Designs.

Estos versos se refieren a que los humanos (el mundo consciente, material y la razón) aún se niegan a expresar sus sentimientos, ni quieren ver el interior del otro, pues eso supondría un conflicto emocional doloroso, (imagina decir que estás enamorado y que te rechacen, o al revés, y ver el dolor ajeno) y es mejor evitarlo. Por eso “adoran a una dama callada” pues si la dama, o sea tu corazón, no habla, entonces tú no sufres.

En cuanto al último verso:

“La que se muerde la lengua es la que consigue un hombre”

Es una última recomendación de la bruja para la Sirenita: “si quieres ser un humano como ellos, oculta tus sentimientos (muérdelos) y valora solo lo externo y material.”

Así pues, tanto en el texto de Andersen, como en la canción de Disney, cuando se habla de “mejor calladita” no estamos hablando de hombres silenciando a mujeres, sino del Mundo material y consciente, la razón y las apariencias (representado por el príncipe) tratando de silenciar al Mundo interior y subconsciente: la belleza interior, el poder creador y las emociones más profundas, representado por La Sirenita.

NO HAY NINGÚN TIPO DE MACHISMO EN LA SIRENITA.

Repito, más despacio:

NO-HAY-NIN-GÚN-TI-PO-DE-MA-CHIS-MO-EN-LA -SI-RE-NI-TA

Por lo tanto, ahora que ya se puede ver más claro el mensaje de “Pobres almas en desgracia”, si Alan Menken modifica una sola línea de esta canción, está eliminando una crítica fabulosa a nuestra falta de valores actual, más patente que nunca.

LOS BESOS EN EL CUENTO Y LA CANCIÓN DE “BÉSALA”

En cuanto a la canción de “Bésala”, y, teniendo en cuenta que Ariel no puede dar su consentimiento porque no tiene voz, Menken comentó:

“La gente se ha vuelto muy sensible a la idea de que [el Príncipe Eric], de alguna manera, forzaría a [Ariel]”

Bien, vamos a hablar de los besos en el propio cuento:

«Al amanecer, la tempestad se había calmado, pero del barco no se veía el menor resto; el sol se elevó, rojo y brillante, del seno del mar, y pareció como si las mejillas del príncipe recobrasen la vida, aunque sus ojos permanecían cerrados. La sirena estampó un beso en su hermosa y despejada frente y le apartó el cabello empapado; entonces lo encontró parecido a la estatua de mármol de su jardincito; volvió a besarlo, deseosa de que viviese».

Hacia el final del cuento, La sirenita vuelve a besarle:

Se inclinó, besó la hermosa frente de su amado, miró al cielo donde lucía cada vez más intensamente la aurora, (…)

Andersen, 1837

El primer beso de La sirenita al príncipe inconsciente es en la frente. El segundo, no se especifica dónde, aunque la interpretación de la historia indica que sería en el mismo lugar. De cualquier forma, no es casualidad que Andersen elija la frente y no los labios, pues estamos ante un hecho simbólico. Y el tercer beso, vuelve a ser en la frente. Los tres besos de La Sirenita representan al subconsciente, que ha surgido de las profundidades, tratando de despertar al consciente, el príncipe. Le besa el Tercer Ojo, el chakra encargado de la conciencia, percepción extrasensorial y la intuición. Con este beso-hálito de vida, la Sirenita pretende despertar la sabiduría del príncipe y su conexión espiritual. Con el último beso se despide de él para morir.

EL PRIMER BESO Y EL ÚLTIMO DE LA SIRENITA AL PRÍNCIPE SON CRUCIALES EN LA SIMBOLOGÍA DEL CUENTO. NINGUNO DE ELLOS APARECE EN LA PELÍCULA DE 1989

La letra de la canción “Bésala”

En la letra de esta canción, el cangrejo Sebastián induce al príncipe Eric a besar a Ariel.

Fragmento de Bésala. Alan Menken y Howard Ashman, 1989

Ella está, ahí sentada frente a ti
No te ha dicho nada aún pero algo te atrae
Sin saber por qué te mueres por tratar
De darle un beso ya

Sí, la quieres, sí, la quieres, mírala
Mírala y ya verás, no hay que preguntarle
No hay que decir, no hay nada qué decir
Ahora bésala

La Sirenita de Disney , 1989

En el cuento, el príncipe primero besa la frente de Ariel:

-¿No me amas por encima de todos los demás? -parecían decir los ojos de la pequeña sirena, cuando él la cogía en sus brazos y le besaba la hermosa frente.

Y más tarde, besa los labios de la Sirenita

-Si un día debiera elegir yo novia, ésta serías tú, mi muda expósita de elocuente mirada -. La besó los rojos labios, y, jugando con su larga cabellera, apoyó la cabeza sobre su corazón, que soñaba en la felicidad humana y en el alma inmortal.

Sebastián: una figura clave en el beso

Retomando la canción de Disney, a la vista está que el cuento sí se besan, dentro de ese contexto romántico. Y en la película, para mí y creo que para muchos, no hay lugar a dudas de que Ariel desea ser besada, no solo por el lenguaje corporal –inclina la cabeza hacia arriba y expone sus labios para recibir el beso-, ved la imagen, sino por un detalle aún más profundo:

Hay alguien que está gritando lo que clama el corazón de Ariel, y ese es Sebastián. A menudo, en los cuentos y en las adaptaciones de Disney, los animales tienen una función muy específica: o bien ejercen de ayudantes, como los ratoncitos de la Cenicienta de 1950, o son la propia conciencia, como el grillo de Pinocchio (Collodi) y la ardilla de Giselle: Encantada, que impide a Nathaniel ser malvado (porque no lo es).

Sebastián, La sirenita de Disney. 1989

Así, ya que Ariel no puede hablar, Disney utiliza la figura de Sebastián y el resto de animales como portavoces para expresar sus deseos. Y si la censura silencia a Sebastián, estamos asistiendo a una guerra de Disney contra Disney, donde se elimina un elemento característico del tito Walt: los animales son co-creadores de la realidad de los personajes.

¿Por qué se producen los malentendidos?

En conclusión, la censura de estas canciones -y la que estamos viviendo en otras historias de Disney- es del todo absurda. El problema radica en ver con ojos terrenales el mundo simbólico y onírico de los cuentos, donde los significados no son literales, sino que representan temas complejos del subconsciente.

Para poder comprenderlos es necesario despojarse del traje del siglo XXI y zambullirse, como La Sirenita, en el profundo océano de la simbología. También hay que acudir a las fuentes originales, olvidar las adaptaciones complacientes y leer ensayos sobre el tema, a veces farragosos, pero siempre gratificantes.

Las presiones detrás de la censura

Rompiendo una lanza por Disney, percibo que la firma sufre presiones y amenazas variadas por parte de varios grupos para modificar sus contenidos. Pero fomentar la complacencia es alimentar a una criatura que nunca está saciada, como ya está ocurriendo. Mientras más se acerque a la magia y más se aleje de los humanos, menos problemas tendrá, ya que un hada azul, es un ser feérico azul. Punto.

Yo tengo la esperanza, casi infantil, de que esta censura y propaganda política acabará por estallar y Disney volverá a hablar de su mundo mágico, ajeno a nuestras adversidades en la tierra.

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Si quieres citar este texto, yo te ayudo, corta y pega este enlace:

Reina Bachot, N. Chispita Designs. (2023, 22 de Abril) ¿Por qué no deben censurar “Almas en desgracia, ni “Bésala”, de la Sirenita?. Toda la simbología y secretos de estas canciones.MEDIUM.https://medium.com/%40notsohobbit/por-qu%C3%A9-no-deben-censurar-pobres-almas-en-desgracia-ni-b%C3%A9sala-de-la-sirenita-ed547523f7f1

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