La vida social en tiempos de pandemia

Dependencia de las plataformas digitales

Romina Lugo
5 min readJun 23, 2020
Creditos: Shutterstock.

Lucía llevaba meses planificando su fiesta de cumpleaños. Era una tradición, viajar a Buenos Aires para festejar con sus amigos en un bar porteño de la Capital. Nadie se imaginó que en 2020, una pandemia mundial cambaría sus planes.

Ella se quedó en casa, no recibió visitas, ni regalos ni abrazos. Tampoco pudo salir a cenar e improvisó una torta casera. La única compañía que tenía, eran las videollamadas de WhatsApp. Casos como el de Lucía se repite a lo largo del mundo, incluso varios medios aprovecharon la ocasión para brindar consejos para festejar el cumpleaños en cuarentena.

Podríamos decir que la era digital comenzó a crecer a pasos acelerados. El cumpleaños virtual, app de delivery, clases virtuales vía zoom, son nuevas realidades que llegaron para quedarse. La vida online se transformó en la respuesta para estar cerca de familiares, amigos o realizar alguna compra online. Un estudio de Telecom Argentina realizado en 2020, aseguró que la cuarentena obligatoria incrementó el uso de herramientas digitales.

Pero no todo es color de rosas. Existen muchas personas que no se adaptaron a este cambio repentino. No están acostumbrados a las billeteras virtuales o pagar una factura a través de una app. De hecho una de las postales más recordadas de los primeros meses de cuarentena obligatoria, es la fila de adultos mayores que no sabían utilizar sus tarjetas o no tenían otras opciones para cobrar su jubilación.

Observando todo lo que está sucediendo, no puedo dejar de preguntar ¿esta nueva realidad es solamente apto para nativos digitales?

La supervivencia del Inmigrante digital

Si retrocedemos 15 años atrás, veremos que los primeros celulares, no tenían cámaras ni redes sociales. Las pantallas eran pequeñas y dependíamos de los teclados. La comunicación consistía en escribir un mensaje de texto de 140 caracteres. No todos tenían computadoras ni Tablet, ni siquiera eran populares los Smart tv.

Hoy en día, ocho de cada diez argentinos mayores de 5 años utilizan celulares y computadoras. Los niños naturalizan el uso de los productos digitales, incluso con pocos años, saben usar un celular con más agilidad que sus padres.

Según los datos del INDEC, la tecnología se volvió esencial:

Esto me lleva a pensar en dos definiciones realizadas por Marc Prensky en su artículo (Digital Natives, Digital Immigrants) dejando en claro la siguiente diferenciación:

Quienes nacieron en 1990, en adelante, son considerados nativos del lenguaje tecnológico, consumidor constante de internet y creador de contenido en la red.

En cambio, las personas entre 35 y 55 años, se adaptaron a un nuevo mundo analógico de información. Acostumbrados a trabajar con elementos físicos pero con capacidad de adaptarse nuevamente a la nueva era. Ese grupo es denominado inmigrante digital.

En una charla con varias personas a quienes llaman “inmigrantes digitales” enumeraron algunos motivos por el cual se le dificulta ser aliados de las herramientas digitales:

· Consideran a las nuevas plataformas un mundo complejo.

· Temen tocar una tecla equivocada y perder información importante.

· Sienten una barrera del idioma (sobre todo al utilizarse palabras en inglés)

· Se sienten vulnerables a las fake news.

· Desconocen otras opciones de herramientas digitales ya que se conforman con los que le ofrecen inicialmente.

· Necesitan leer instrucciones y practicar varias veces para adaptarse a estos nuevos formatos.

· Falta de comprensión a las políticas de privacidad.

· Cuando logran adaptarse a un artefacto, al poco tiempo se renueva y lo aprendido se vuelve obsoleto. Tienen que comenzar el aprendizaje de 0.

· La publicidad vende utilizando un protagonista joven, dejando afuera a personas de mayor edad.

Una saga de publicidad de Speedy (Telefónica) del 2012 reflejó una realidad sobre la brecha generacional entre los nativos digitales y los inmigrantes. Algo que ocho años después, continúa sucediendo.

Pero ¿esto solamente es un tema de edad? Retomando a Marc Prensky resalta que no es lo mismo ser nativo digital que competente digital. Los jóvenes que nacieron en los 90 en adelante crecieron en un mundo rodeado de aparatos digitales que utilizan como ocio pero existen muchas herramientas inventadas con fines profesionales o laborales.

Es por eso que por ejemplo, muchos jóvenes en edades escolares o universitarias se enfrentaron a muchas dificultades cuando Zoom, Google Class o las aulas virtuales se transformaron en las plataformas por excelencia para brindar clases.

De hecho, Raymond Williams en su libro “Televisión, tecnología y forma cultural” advirtió estos problemas desde la llegada de la televisión. Decía que las nuevas plataformas se inventaron para satisfacer una necesidad social, entretenernos, opinar o fomentar valores, conductas y consumismo.

El esquema que inicialmente conocíamos como emisor- mensaje y receptor ya no existe más. Ahora hablamos de múltiples redes donde cada persona tiene un punto de inicio, recorre infinidades de respuestas hasta llegar al punto de satisfacer sus demandas.

En resumen, para lograr adaptarse debemos entender que la comunicación dejó de ser lineal. No es suficiente aprender a usar las nuevas tecnologías que se nos presentan, sino que hay que evaluarlas, saber bien para que sirven y darle su uso adecuado y correspondiente.

La adaptación definitiva

El 2020 será un año que quedará en nuestra memoria. Seguramente Lucía y todos aquellos que han pasado su cumpleaños en casa, recordarán esa celebración atípica a distancia, unidos por la tecnología. Todos los conocimientos que aprendimos en estos meses, formaran una nueva realidad y podría fusionarse con lo que antes llamábamos “normalidad”.

A modo de conclusión, recomiendo un artículo denominado Tecnología para mantener la calma y la humanidad” donde se profundiza con más detalles las demandas tecnológicas que surgieron con la llegada de la pandemia.

Las plataformas digitales llegaron para quedarse y seguramente seguirán actualizándose con el paso de los años. Depende de nosotros, realizar un uso responsable y continuar adaptándonos a los nuevos tiempos.

Quedó demostrado que no todos tenemos la misma velocidad de aprendizaje y esto no es una cuestión de edad. No podemos alcanzar la velocidad de la actualización tecnológica, pero todos somos capaces de aprender sobre la marcha. Las herramientas digitales nos acercan al mundo, por eso debemos usarlas responsablemente, ser más amigos y menos enemigos.

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Romina Lugo
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Periodista que le gusta escribir sobre tema que le apasiona. Estudiante de Especialización en periodismo y Comunicación Digital (ETER)