Healthy Gen: El gen perfecto

En la sala de espera de Healthy Gen, Lois y Michael no podían más que esbozar gestos y emitir diálogos banales, la expectativa dominaba sus cuerpos. Llevaban casi un año juntos y tenían muy claro que querían hacerlo para toda la eternidad, pero de estos resultados dependía su felicidad y futuro. Accedieron al programa de simulación genética de Healthy Gen, un servicio que ponían a disposición de las parejas, y no a precios muy asequibles. Este, mediante muestras de ADN de ambas partes de la pareja, realizaban una minuciosa simulación del ADN que saldría resultante en sus hijas e hijos. La mayoría de relaciones de pareja dependían ya de este servicio, y su dependencia iba en aumento.

Su número fue llamado por el altavoz, acudieron impertérritos a la consulta. El resultado no fue el que deseaban. Se les comunicó, sin embargo, que no tenían que preocuparse por la salud de su descendencia, pero si que tendrían ciertas debilidades en su personalidad que heredaban de su madre y padre. Michael y Lois ya lo tenían hablado, y aunque ambos tenían sus dudas y ganas de compartir su vida para la eternidad, finalmente se resignaron. Al igual que hacía gran parte de la sociedad, embaucada con la idea de los genes perfectos en detrimento de la felicidad. Los datos habían hablado, ya no eran una buena pareja en cuanto a resultados reproductores y cada uno marchó por su lado.

Ambos acabaron realizando el paso siguiente en estas situaciones. Healthy Gen y una importante compañía de software, realizaron una aplicación para todo tipo de terminal, en la cuál, cualquier persona podía incluir los datos de ADN obtenidos en de la simulación de la consulta, introducirlos en esta aplicación, y encontrar recomendaciones de parejas con las que mejor compatibilidad tendrían en caso de tener hijos o hijas. El software realizaba la simulación, y en base a esta, se ordenaba la lista de candidatos con puntuaciones y puntos fuertes y débiles resultantes en el ADN procreado por la pareja. Sólo las personas que se sometían al servicio solicitado por Louise y Michael tenían acceso a este software.

Lois encontró cinco posibles candidatos, de los cuáles, la peor combinación pasaba por tener descendencia con una estatura al límite de la media. Michael encontró varias candidatas que encajaban a la perfección, y lo peor por lo que tendría que pasar sería por un ajuste bucal a temprana edad. Ahora sólo tenían que contactar con las candidatas y candidatos y esperar que algo de química surgiera, porque la genética ya lo había hecho.