Lockvance: Proyecto final de Ironhack
Perder las llaves, dejarlas olvidadas en la oficina, que queden puestas por dentro, quedarse fuera al sacar la basura… Ante este tipo de situaciones hay tres alternativas: ir a buscar a alguien que sí tenga llave de casa, esperar en la puerta a que llegue ese alguien, o llamar al cerrajero y desembolsar una nada desdeñable cantidad de dinero por un diminuto despiste. En esta situación se ha encontrado el 99% de las personas alguna vez.
Por otro lado, si se va digitalizando todo lo que solíamos llevar encima (agenda, dinero, contactos…), ¿no parece lógico que las llaves de casa sigan el mismo camino? Por cuestiones de comodidad, el 89% de los encuestados está deseando que se digitalice el acceso al hogar.
En este punto nace Lockvance, un sistema formado por una cerradura inteligente y una app móvil que la controla. De esta manera, podemos despistarnos sin miedo a quedarnos fuera de casa.
Para dar con la solución a esta necesidad, he utilizado más de 20 herramientas de investigación, validación y diseño. Se comienza empatizando con los posibles usuarios para, luego, definir problema y solución.
La tercera fase consiste en varios ejercicios de ideación para dar con el producto más adecuado a los resultados de la investigación. El desarrollo de este proyecto ya anunciaba que sería complejo desde el inicio por una sencilla razón: la imperativa necesidad de ser, ante todo, seguro. Si un desconocido se hace con nuestra agenda, nuestro dinero o nuestros contactos, es un fastidio; pero que un extraño se haga con la llave de nuestra casa puede ser un verdadero problema. Además requiere una profunda investigación del mercado, ya que hay un volumen considerable de competencia. Sin embargo, el sistema no está extendido y no es nada habitual que esté instalado en las casas.
En este caso el producto debía dividirse en dos: un dispositivo físico para instalar en la puerta y una aplicación móvil para controlarlo. Sabiendo qué problema hay, cómo solucionarlo y a través de qué funcionalidades, podemos pasar a la arquitectura de la información. Herramientas como el Mindmap, el Sitemap o el Userflow nos ayudarán a definir un flujo correcto para la app.
Cuando probamos que la información y los bloques del producto están bien estructurados, diseñaremos un prototipo en baja fidelidad (o low-fidelity): rápidamente sabremos si nuestra idea inicial de contenido y navegación funciona. Si se aprueba este test, llega el momento del prototipo de fidelidad media (o mid-fidelity)
Si decidimos que nuestro mid está bien ordenado, proporcionado y se entiende, comenzaremos a dar personalidad al producto, buscando y adaptando su propio branding. El Moodboard, el Style Tile o el Brandbook pueden ayudarnos durante este proceso con la definición del tono, los colores, las tipografías y el diseño del logo.
En el caso de Lockvance, predominan el azul (que transmite seguridad, estabilidad y tranquilidad) y el blanco (asociado a la limpieza y la simplicidad). La tipografía es Roboto, ya que tiene una legibilidad excelente y visualmente es similar a las asociadas al campo tecnológico y de seguridad, con formas rectas y contenidas. El tono del producto debe obedecer a los atributos de marca, que son: seguridad, profesionalidad, confianza y tecnología.
Cuando todo está definido, empezamos a “pintar”. Ahora es el turno del prototipo de alta fidelidad (o high-fidelity). Basándonos en el mid-fidelity, vamos aplicando lo establecido en el paso anterior: colores, formas, tipografías, fotografía, iconografía…
Por último, nos armamos de paciencia y abrimos Flinto. Con Flinto diseñamos las interacciones y animaciones que dotarán de vida a nuestro producto. Al terminar podemos grabar un vídeo interactuando con la app para una muestra del prototipo final.
Este proyecto, al ser el final, es sin duda el que más he sufrido y disfrutado al mismo tiempo. Han sido dos semanas intensísimas y “estresantísimas”, pero aquí está Lockvance y aquí estoy yo, vivos ambos. :)
Gracias infinitas a todos los que han estado ahí. Es curioso como cada producto nace en forma de una cosa y muchas veces acaba como otra totalmente distinta; muchas veces esta magia sucede con ayuda de los que hacen tus encuestas, responden a tus preguntas, supervisan tus canvas, preguntan que cómo va ese prototipo, lo miran, te dan opiniones y soluciones que no tenías contempladas, te facilitan referencias que les recordó a lo que tú estabas haciendo, te ayudan con Flinto cuando se pone rebelde, se sientan contigo a mirar una y otra vez el vídeo final de tu prototipo, se alegran porque es un poco suyo también y, cuando llega el momento de la verdad, de presentar y defender tu proyecto, aplauden como si no hubiera un mañana, hasta que les duelen las manos.
A todos los que habéis estado en alguno o varios de estos pasos, gracias. Gracias infinitas.
