No quedaba más (2)

@Anarkostra
2 min readMay 27, 2024

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Los viajes de Gandalf producían grandes cambios en la Tierra Media, muchas incógnitas debían revelarse y le había llegado el momento de marchar.

GANDALF

(Gandalf entra por la puerta circular de la cocina, donde está Bilbo con un trapo como delantal y un grueso guante de piel.)

- Por la mañana me iré, querido amigo, he de convocar al Concilio, pero antes me dirijo a Minas Tirith pues debo leer y puedo tardar algunos años.

BILBO

- No parece una gran aventura, pero si alguien te da problemas no podré estar ahí para ayudarte.

GANDALF

- Pocos saben de mi cometido, pero muchos son los que saben de mi hambre ¡ah, ah, ah! Anda, Dame un poco de ese bizcocho de moras, tiene un aspecto delicioso.

(El mago alarga la mano con los ojos vidriosos pero, veloz como un rayo, Bilbo lanza un latigazo con el trapo que resuena en el aire.)

BILBO

- No hasta la mañana, Gandalf. Deberías controlar ese hambre, te lo digo por tu bien.

Al día siguiente y después del segundo desayuno los dos amigos se despedían.

GANDALF

- Dentro de un tiempo iré a Erebor, tal vez te apetezca venir conmigo.

BILBO

- No sé, no estoy para muchos trotes, la espalda me mata y seguro que si voy volverían a desvalijarme la casa.

GANDALF

- Siempre tuviste amor por los cuentos y las aventuras.

BILBO

- Me hago mayor, querido amigo. Además, quiero escribir y disfrutar de la tranquilidad, siempre y cuando no aparezcan esos Sacovilla-Bolsón queriendo robar mi oro.

GANDALF

- Esta bien, amigo mío, disfruta de tu merecido descanso y ya volverás a explicarme cómo conseguiste la piedra ¡ah, ah ,ah! Hasta pronto, Bilbo.

(La puerta se cierra y Gandalf comienza a caminar, pero gira para ir a la despensa exterior, donde entra casi a gatas.)

GANDALF

- ¡Ay! si me viese Saruman buscando algún resquicio de hierba que llevarme.
¡Este Bilbo!, ha debido esconder el Bolsón, con los años se vuelve tacaño

(Cuando súbitamente el mago estrella su frente contra una viga del techo, produciendo un sonido sordo y hueco, seguido de un quejido)

GANDALF

- ¡Ahg! ¡por los clavos de Manwë!

(En el interior, el mediano sentado en la mesa con los ojos perdidos en el brillo dorado del anillo, habla consigo mismo.)

BILBO

- No puedo hablarle de ti a Gandalf, no, supongo que después de todo no importa que guardemos este pequeño secreto. Sí, está bien así.

@Anarkostra

27/05/2024

#relatosResquicios

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@Anarkostra

Me divierto en verso, me vierto diverso, me revierto inverso y advierto el universo. http://old.vorem.com/author/condenato/