La crisis de identidad de los medios

Constanza Sturm
4 min readMar 24, 2016

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Hace algún tiempo pasó esto en Twitter en Chile:

¿Por qué?

Dos medios con titulares exactamente iguales y hasta la misma foto. ¿Por qué pasa esto?

La respuesta corta y directa es que en realidad ambos tuiteos llevan al mismo artículo, escrito por BBC Mundo, sindicado en las páginas respectivas.

La respuesta larga es que los medios están pasando por una redefinición de qué significa ser un medio, y vale la pena detenerse a pensar qué significa eso.

Y usted, ¿quién es?

Por mucho tiempo entendimos que existían distintos tipos de medios: los escritos (periódicos, revistas), los audiovisuales (canales de TV) y la radio.

Cada uno de ellos operaba con sus propias lógicas: el papel hay que imprimirlo y repartirlo en camiones, para transmitir TV y radio hay que usar antenas, etc. Estas diferencias permitían distinguir fácilmente a un canal de TV de una revista y definía el alcance y la competencia entre cada uno de ellos. Por ejemplo, cuando un canal de TV decide no mencionar a los otros canales de TV, pero en el matinal se pueden leer las portadas de los diarios tranquilamente (porque en esta lógica, diario y TV no compiten).

Ahora volvamos a los tuits que aparecen en la imagen de arriba. Oh sorpresa, son un canal de TV (T13) y un diario (La Tercera). Y están compitiendo. Porque en Twitter (o en Facebook, Snapchat o básicamente cualquier parte de Internet), no son ni un diario ni un canal de TV: ambos son lo mismo y para el usuario valen igual (en este caso, son un tuit). Da lo mismo si uno es un canal de TV y el otro es un diario — ambos están haciendo lo mismo, que es entregarme una información supuestamente interesante o informativa. En este caso es todavía más extremo porque además ambos están tratando de darme exactamente el mismo contenido.

La convergencia

Dudé un poco de si usar la palabra “convergencia” porque llevamos mucho tiempo hablando de lo mismo. Pero lo cierto es que ahora si que sí está terminando por converger todo. Todos los medios están en Internet y/o dicen que Internet es el futuro (aunque no tengamos muy claro cómo sostener el negocio aquí todavía).

Y en Internet, todos los medios — radio, TV, diario, etc - son solo eso, medios. Compiten entre sí, y con los medios que nacieron en Internet (sin arrastrar un “medio tradicional” en la espalda).

La identidad

Una de las cosas más importantes que surgen a raíz de esto es la definición de identidad del medio, ahora sin tomar el soporte (papel, ondas de radio, etc) como algo que nos define. Porque ahora los canales de TV pueden escribir artículos y hacer podcast. Y los diarios pueden hacer video y streaming en vivo, y ya nada es exclusivo de uno u otro.

Quartz ilustró esta situación así:

Un medio, múltiples formatos y canales de distribución

Aquí Quartz aparece en el centro de plataformas diferentes para las que genera contenidos diferentes. Todas esas partes diferentes son el mismo medio. Y Quartz debe asegurar ser reconocible, independiente del punto de contacto que tenga con el usuario.

Si observan los “nuevos medios” nacidos en Internet, verán que la mayoría trabaja así. El desafío es mantener una identidad consistente a través de todos los formatos y plataformas. Puede que para algunos suene obvio pero es impresionante la cantidad de conflictos que se generan aquí.

Medios que se consideran serios en su “versión tradicional” publican dudosos consejos para bajar de peso en Facebook y las imágenes más tiernas de los gatos de Internet en su web. Si bien influye en la publicación de este tipo de contenidos el modelo de negocio (basado en inflar pageviews), también existe muchas veces una desintegración entre las diferentes partes que componen ese medio.

Si las personas que hacen la parte “tradicional” nunca hablan con los que hacen la parte “digital”, es imposible que colaboren y trabajen en conjunto. Si en digital los administran redes sociales nunca hablan con los reporteros, es imposible que colaboren y trabajen en conjunto.

En el peor de los casos, las partes terminan compitiendo entre sí — los tradicionales quieren “golpear” a la web, los de la web no consultan a sus propios reporteros, sino que toman el contenido de otro lado y así.

¿Por qué debería leerte a ti?

A lo que debieramos aspirar es que todas las partes (redes sociales, sitio web, producción de video, reporteros, etc) se apoyen entre sí, en favor de contar mejor una historia aprovechando las capacidades distintas que permite cada plataforma.

Actuar más de esta manera implica pensar cómo trabajar un contenido para diferentes plataformas. También llevaría, en mi opinión, a diferenciar de manera más clara a un medio de otro en un ambiente en donde todos se ven iguales — todos los tuits se ven igual, todos los posts de Facebook se ven igual. La diferencia está más en el contenido y en cómo lo presentamos dentro de las restricciones que nos ponen las plataformas de distribución.

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