¿Qué voces están presentes en tus decisiones?

Con el tiempo, he aprendido a reconocer las diferentes voces que me rodean y que a veces eligen por mí sin yo ser consciente.

Llevo unos meses en medio de un dilema: ¿debería buscar un trabajo “de verdad” para completar las 40h semanales que tocan o debería seguir con mis proyectos propios?

Aquí mis voces: deberías ganar más dinero para empezar a tener una vida adulta auténtica; empieza a ahorrar, no sabes que pasará en el futuro; nadie garantiza que lo que estás haciendo vaya a salir bien, es muy arriesgado; ahora es el momento explorar tu fuerza de trabajo, busca un trabajo de verdad; toma riesgos ahora, más adelante no será tan fácil; los conocimientos y la experiencia están sobrevalorados; hazlo hasta que seas una experta, no hay nada como trabajar en lo que crees y en tus propios proyectos, etc.

A pesar de que esas frases surgen de mis propias creencias, en realidad cada una de ellas se hace eco de distintas personas que me rodean. Algunas de estas ideas me representan más que otras y toman fuerza en diferentes momentos. Por ejemplo, cuando las cosas fluyen y encuentro sentido a lo que estoy haciendo las frases empoderadoras cogen fuerza y me ayudan a avanzar, pero cuando tengo dudas o algo no ha salido tan bien como me esperaba, las frases del “deberías” me frenan y paralizan.

¿Te suena?

Eres el resultado de varias personas influyentes en tu vida: personas que llevan en tu camino desde el principio, amistades más recientes tan fuertes o más como las de hace años, e incluso gente que no conoces pero que de alguna manera guardas algo de ellas. De una u otra manera su forma de ver la vida, sus opiniones, sus pensamientos están en ti e influyen tus decisiones, pensamientos, creencias y manera de moverte por el mundo sin darte cuenta. La mayoría de veces, su influencia coincide con tus propias ideas, ya que por algo son o han sido parte de tu vida. Pero no siempre es así y es importante que aprendas a reconocer de quién proviene el pensamiento o creencia que estás teniendo en una situación particular.

¿Es eso realmente lo que quieres? ¿De verdad actuarías así si no tuvieras la opinión de tus padres tan presente? ¿Vas dejar de tomar esa decisión por lo que te han dicho tus amigos de toda la vida?

En momentos de cambio resulta más sencillo reconocer qué voces se levantan en ti con fuerza y cuándo. ¿Te frenan o te impulsan? En el día a día es un poco más complicado, pero si te entrenas con las grandes decisiones será más fácil desarrollar un sexto sentido para reconocer esas voces externas que te acompañan.

Si estás en un momento de decisiones, para un momento. Sin pensar demasiado apunta todas las frases que te vengan a la cabeza, luego intenta asignarlas a diferentes personas importantes para ti. ¿Qué voz se alza por encima de las otras? ¿Está presente la tuya? ¿Qué voz quieres que decida?

Entrénate a parar. Escúchate. Luego decide.