Ambiente, Cultura y Ciencia: El lado B de las noticias.
Los medios de comunicación deben actuar de forma participativa y no deben generan deudas comunicativas, ni aumentar la inequidad de expresión de toda la sociedad.
Uno de los derechos que poco se comenta es el derecho que los ciudadanos y ciudadanas tienen frente a los medios de comunicación. Toda persona tiene derecho a ser informada de manera oportuna y objetiva que le acerque a la verdad. Este derecho contribuye a fortalecer una democracia participativa. Este derecho está ligado a que los ciudadanos deben enterarse de lo todo lo que sucede sin compromiso político específico, tener información que le permita tomar decisiones libres y voluntarias. Por un lado, los ciudadanos nos informamos de todos los temas y tenemos un criterio personal, lo que favorece el debate nacional. Por otro lado, es una labor ética de los profesionales de la comunicación cumplir este derecho.
Ahora, aterricemos en los medios comunicación. Este derecho se lo lleva a la práctica en la sala de redacción y/o producción, y se evidencia en los temas que los medios colocan en las agendas. Ahora, me quiero enfocar en los noticieros y programas noticiosos de radio y televisión ecuatorianos de difusión nacional. Un simple repaso de las entrevistas y noticias de estos productos comunicacionales se detecta que sus agendas tienen temáticas de política, economía, crónica roja, la corrupción, problemas legales y violencia. Citamos unos ejemplos, a modo general, Radio Sonorama en su espacio “A primera hora” se plantean noticias y temas de la asamblea, de la política, la economía y la coyuntura, quizás algún tema local de Pichincha y Quito; Radio Armónica en su espacio ADN Noticiero plantea cuestiones similares; en el noticiero de Teleamazonas, Ecuavisa y TC televisión las noticias y las entrevistas en los espacios noticiosos son de política, economía, crónica roja, gobierno y coyuntura. Es decir, las agendas de los medios ecuatorianos son similares, porque se supone que estas noticias de estas temáticas especificas son lo más consumidas por los televidentes y radioescuchas. Es decir, las noticias y las entrevistas de estas temáticas son un bien de consumo, y se han dejado de lado temas relevantes como lo ambiental, lo cultural y lo científico. En lo ambiental se deja de lado el cambio climático, la economía circular, la política ambiental, biodiversidad o la contaminación. Otro de los grandes temas olvidados son las temáticas culturales. Peor, los temas científicos son los grandes relegados de las agendas de los medios. Parece ser que para los noticieros y los programas noticiosos ecuatorianos el ambiente no tiene problemas álgidos, no existen escritores ni aristas ni actores ni gestores culturales, y no existen descubrimientos ni científicos nacionales. Es decir, ¿el Ecuador es un lugar sin naturaleza ni cultura ni ciencia? Debo decir que el Ecuador es el país más mega diversos del planeta, ha parido a pintores memorables e internacionales como Guayasamín, y los estudios en biodiversidad que desarrollan los científicos y científicas de las universidades nacionales están a la vanguardia y han merecido reconocimientos internacionales.
En los noticieros y programas noticiosos de la radio y la televisión de difusión nacional no existe la entereza de conocer que los graves problemas de contaminación son más coyunturales que las política o la misma asamblea, porque si no cuidamos y estimulamos la consciencia en los ciudadanos y ciudadanas en el cuidado del planeta, posiblemente no tengamos un lugar donde vivir ni donde producir noticias. Por lado, es vox populi que en el país se lee menos de media página por lector y esa media página es de libros de editoriales y autores extranjeros. Esto afecta a los escritores , escritoras y a las editoriales nacionales, de hecho son un mercado en crisis. Y por último, los ciudadanos y ciudadanos no conocen los descubrimientos que hacen los científicos y la científicas nacionales.
Estas agendas parciales de la información de los noticieros y programas noticiosos trae consigo la exclusión de actores de la sociedad como los ambientalistas, los especialistas ambientales, los científicos y las científicas, los artistas y las artistas, los editores y los editoras, los gestores culturales y demás profesionales que están ligados al ambiente, la cultura y la ciencia. Y no ayuda ni estimula a construir una democracia participativa y equitativa.
Sería interesante que los profesionales de la comunicación de los noticieros y los programas noticiosos de las radios y las televisiones de difusión nacional tomen consciencia que no están respetando el derecho a ser informados, porque emiten temáticas parciales y colocan al televidente o al radioescucha como un consumidor de información, y no como un ser humano que tiene la necesidad de informarse de manera oportuna, objetiva y que le acerque a la verdad, para que tome decisiones libres. Los medios de comunicación deben actuar de forma participativa y no deben generan deudas comunicativas, ni aumentar la inequidad de expresión de toda la sociedad.
