¿Eres una persona manipulable?

Cristi Visedo
4 min readNov 29, 2018

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A raíz de la experiencia contada por mi compañero Luis en otro post sobre la oración y la hipnosis, me evocan recuerdos sobre una experiencia que viví cuando formaba parte de un grupo cristiano de mi colegio. Consistía en una especie de retiro espiritual que también duraba un fin de semana en el que nos acercaríamos un poco más a Dios.

Recuerdo que iba acompañada de mi hermana mayor. Ella al igual que yo, siempre hemos sentido cierto escepticismo ante todo lo que éstas prácticas conllevan (oraciones frecuentes, confesión de pecados, etc…), pero lo curioso, es que ella ese fin de semana se sentía diferente y más cerca de Dios, en cambio, yo me sentía cada vez más excéntrica y confusa.

A diferencia de lo comentado por mi compañero, en nuestro grupo no se realizaban prácticas como las que él menciona. Según comenta, en su caso, debían de gritar y expulsar todos los pensamientos negativos que sentían en ese momento, mientras se tocaban canciones religiosas y una persona hablaba de manera cálida. En mi caso, nosotros realizábamos muchas dinámicas, era muy común también unas terapias grupales en las que poníamos de manifiesto nuestros sentimientos, también cantábamos… mucho. A mi parecer y en comparación con lo descrito por mi compañero, era todo un poco más “light”, por definirlo de alguna forma.

No sentí ningún tipo de hipnosis, pero si sentía que esa experiencia cambiaba la manera de ver la vida de los que estaban allí, incluida mi hermana. Aunque he de decir, que una vez en casa y pasado un tiempo, ella ya no sentía lo mismo que sintió ese fin de semana. Por lo que me pregunto, ¿a qué se debe esto?

¿Puede ser que éstas prácticas, tanto la descrita por mi compañero como la mía, consigan su propósito o todo lo contrario, te alejen por completo del mismo?

Quería con esto aportar una pequeña experiencia más para invitar a la reflexión de las personas que vayan a leerlo y conocer que opinan al respecto.

De alguna manera, todo lo comentado hasta ahora me lleva directamente a pensar en una doctrina religiosa no ortodoxa o según como lo define la RAE, comunidad cerrada de carácter espiritual en el que se ejerce un poder absoluto. Como os habréis dado cuenta, hablo de las sectas. No hablo de que tengan un mismo propósito o desempeño, pero sí una forma de influencia parecida.

Tras una búsqueda general sobre las mismas, descubro un artículo de 2013 que dice así: “Las sectas que operan en Granada atrapan a casi un millar de adeptos.” Según el autor, esto se vio propiciado en cierta medida a la angustia vivida por la crisis económica, además de tratarse de una ciudad universitaria con una gran diversidad cultural. Pero, ¿hasta dónde ésta afirmación es cierta? ¿No se supone que nosotros, los jóvenes, somos los mejores formados actualmente? ¿Por qué nos dejamos influir por este tipo de organizaciones? A lo mejor no estamos lo suficientemente informados sobre este tema. Para mí ha sido de gran asombro descubrir, que tras algunos anuncios publicados en la calle, en los que se ofrecen prácticas o incluso empleo, se esconden dichas organizaciones para captar adeptos.

Leyendo sobre el tema me he topado con una página creada por un psicólogo clínico especializado en abordar casos relacionados con sectas. En ella he podido descubrir un artículo muy interesante entre otros muchos, éste se llama “Meditación transcendental: de la meditación a la asfixia”. Este artículo me hace retomar el tema que trababa en un comienzo, ya que el autor expone el caso de Susam Shumsky, escritora de libros de autoayuda y exmiembro del movimiento de meditación transcendental fundado por Maharishi Mahesh Yogi. Este movimiento se creó con el fin de meditar y encontrar la paz interior, pero a través de tácticas manipuladoras de miedo e intimidación, acabó convirtiéndose en una asfixia. La misma autora expresa que “había reglas que determinaban qué comer, qué ponerse, dónde vivir, qué creer, qué decir, qué leer y qué no leer o qué actividades eran aceptables”.

Este psicólogo nos advierte de factores que deberíamos tener en cuenta cuando se acuden a reuniones que podrían ser sospechosas: «Hay que tener cuidado con las propuestas en lugares apartados, incomunicados, de difícil acceso. También con las que le hacen a uno sentirse culpable, hasta el punto de dificultar su marcha, y con las que indican que lo de dentro es muy particular, tanto que los de fuera no lo podrán entender. Por último, hay que recelar de las situaciones que impelen a tomar una decisión rápida, no pensada, guiada por el corazón o por la energía que fluye».

La página web mencionada se llama Educasectas. Podréis encontrar todo tipo de artículos relacionados con este tema.

Además, os dejo las páginas webs de los artículos de las que he extraído alguna información:

https://www.granadahoy.com/granada/sectas-Granada-atrapan-millar adeptos_0_726227893.html

https://www.ideal.es/sociedad/201605/07/como-pude-creerme-todo-20160501185500.html

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