EL ORÁCULO DEL RÍMAC

Cultura Para Lima
2 min readJul 11, 2016

--

Guamán Poma; representación de ofrendas y sacrificio de una llama negra para un Apu o “huaca”.

Una de las características iniciales que comparten los ritos fundacionales tanto en el mundo andino como el occidente antiguo es la trascendencia de la figura del oráculo y de la instrucción divina para la ubicación del lugar de fundación de cualquier asentamiento principal.

En este lado del mundo, dentro de la cosmovisión y mitología andina, los oráculos fueron también determinantes para la fundación de ciudades, buscar respuestas ante decisiones controversiales o incógnitas importantes, indagar sobre el resultado de batallas, buscar recetas para la quebrantada salud de algún gobernante, y sobre disputas en general. Y fueron importantes no solo para el emplazamiento de las ciudades, sino también para explicar el origen mismo de sus culturas.

El Huacapvillac –el que habla con la huaca– era el encargado de “guardar” las huacas, hablar con ellas y responder al pueblo, además de enseñar sus “idolatrías” y las maneras de venerarlas.

El valle de Lima fue hogar del oráculo más importante de la costa del Pacífico; el santuario de Pachacámac fue morada de un célebre y muy respetado oráculo, destino de peregrinaciones y admirado desde grandes distancias y épocas anteriores al dominio incaico. Su nombre daba nombre a la región entera: el valle de Pachacámac abarcaba territorios de los valles bajos del río Lurín, Rímac y Chillón, y fue uno de los lugares preferidos por Pizarro como “de mayor importancia”, una vez desembarcado al norte del Perú, en abril de 1535.

Existió a su vez otro oráculo importante dentro del mismo territorio de Pachacámac, en la margen baja y derecha del valle del Rímac, que algunos investigadores relacionan con el origen del nombre del río, del valle, y aún de la misma ciudad de Lima.

Algunas referencias ubican el oráculo del Rímac, o “el que habla”, en las inmediaciones de la actual plaza Italia, cerca de la iglesia y convento de Santa Ana. Existen también quienes ubican a dicho oráculo en Limatambo o “Rímac tampu” — “la casa del que habla” –. Una vez llegado el dominio inca a la región, a mediados del siglo XIV, el oráculo del Rímac fue respetado y asimilado al acervo religioso oficial incaico, y su representación física “o ídolo” fue trasladada al tempo de Pachacámac.

Aunque la ausencia de datos no permite reconstruir claramente este periodo de nuestra historia, es bien conocida la larga data de indagaciones oraculares, quiromancia, astrología y la realización de todo tipo de adivinaciones y auspicios que se realizaban tradicionalmente en Pachacámac, que continuaron durante el virreinato, e incluso hasta nuestros días.

REINHARD AUGUSTIN B.

--

--

Cultura Para Lima

Cuenta oficial de la Gerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima.