LA CAPILLA DEL PUENTE
Conocida como Capilla del Puente, Capilla de Nuestra Señora del Rosario o San José del Puente es considerado uno de los recintos religiosos más pequeños del mundo y antiguos de la ciudad de Lima.
Según Felipe Acosta[1] antes de su construcción, existía en el lugar un tambo que servía de albergue a los caminantes que se desplazaban por el antiguo camino inca (Jirón Trujillo). Con el tiempo el terreno pasó a formar parte de los dominicos españoles. En el construyeron una ermita sencilla y colocaron una imagen de Nuestra Señora del Rosario que era motivo de veneración por los vecinos.
Según una placa conmemorativa en la puerta de la capilla, esta habría sido fundada en 1555, pero no existen registros oficiales de ella hasta el siglo XVII. Algunas fuentes como Lima religiosa de Ismael Portal señala que la capilla del puente surgió en la propiedad de una dama de abolengo y que en su interior arzobispos de Lima concedían indulgencias. Sin embargo, Ernesto Archer en su libro Curiosidades limeñas señala que a mediados del siglo XVII llegó al Perú un caballero español perteneciente al duque del Infantado y al Mayorazgo de la familia de los González Mendoza que adquirió algunos terrenos en el barrio de San Lázaro en la calle conocida como “Camino Real de Trujillo”. Allí levantó su mansión colocando en la puerta su escudo nobiliario.
Dentro del terreno adquirido se encontraba el tambo en el cual se veneraba una pequeña imagen de Nuestra Señora por los vecinos de la localidad. Aquella capilla fue reemplazada por otra privada con puerta a la calle que facilitó el acceso de los devotos y la continuación del culto.
Posteriormente, la casa dejó de tener comunicación con la capilla y fue cedida como capellanía a los dominicos[2]. Fue refaccionada y delante del altar mayor (cubierto por una vieja alfombra) existe una placa de mármol con una inscripción “Juan Calorio 1800”. En 1804 el capellán fray Pedro de Noriega y el mayordomo don Calorio hicieron las gestiones para ensanchar la capilla con los terrenos de la familia Gonzales de Mendoza. En 1878 y 1896 fue refaccionado el local como consta en la pila bautismal. Después del terremoto de 1940 la iglesia recibe las últimas restauraciones.
La actual capilla tiene 5 m de ancho, diez de alto y doce de profundidad, un área de 50 m2. Es de adobe, quincha, madera y ladrillo. Su singularidad radica en poseer todo lo que tiene una iglesia de grandes dimensiones: un altar mayor, un oratorio, dos altares laterales y púlpito. La planta es de una sola nave con coro alto. El techo está cubierto con bóveda de cañón corrido de madera decorado con un artesonado. Entre los arcos fajones y los lunetos se observa la iconografía pintada y esgrafiada con los atributos de la Virgen[3], símbolos de pureza que empezaron a plasmarse en el siglo XVII.
La imagen de Nuestra Señora del Rosario se encuentra en el retablo del altar mayor que es de estilo neoclásico. Debajo se encuentra el Señor del Triunfo. En la pared lateral derecha están las imágenes del Señor Crucificado con la Virgen de la Puerta debajo, seguido de las Almas Benditas y la Virgen del Carmen. En la pared lateral izquierda se encuentra Santa Rosa de Lima, debajo la Virgen del Buen Suceso, seguido de San Martín de Porres, San Hilarión y San Judas Tadeo.
[1] Acosta Burga, Felipe. Atractivos de Lima. Lima, 2000, p. 76
[2] Bonilla Di Tolla, Enrique. Lima y el Callao. Guía de arquitectura y paisaje, 2009, p. 176
[3] Entre las representaciones simbólicas más usadas se encuentran la torre de David, templo de Dios, fuente, pozo de agua, sol, luna llena, puerta del cielo, escalera, espejo, estrella de mar, huerto o jardín, flor, palmera y ciprés.
