HISTORIA DEL TEATRO MUNICIPAL (ANTES TEATRO FORERO)

Cultura para Lima
4 min readDec 17, 2018

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Por iniciativa de los hermanos Félix Armando y Alberto Pérez, a quienes se unió más tarde el tenor Antonio Mojardín, se construyó el Teatro Olimpo en una antigua finca conocida como Casa de la Campaña. El Olimpo tenía un solo orden de palcos, galerías, butacas, cazuelas y palcos ocultos. Su escenario medía diez metros de ancho por once de fondo y once y medio de altura.

Fue inaugurado el 30 de abril de 1886 con la opereta francesa La mascota, de Eduardo Audren, que puso en escena, en los primeros años de vida de la Asociación de Artistas Aficionados (AAA), esa infatigable animadora que fue Corina Garland. El rol central fue interpretado por la gran tiple peruana Teresa Bolívar, de la compañía Mojardín, de la cual era primera figura el director y empresario Antonio Mojardín. La opereta tuvo muchísimo éxito y permaneció largo tiempo en cartelera. Al terminar la temporada Mojardín vendió su parte a los hermanos Pérez y posteriormente quedó todo a cargo de Félix Armando Pérez. En el Olimpo se daban las famosas “tandas” (funciones de una hora) de ese delicioso género chico de la zarzuela, tan gustado en nuestro medio.

Después de 29 años de actividad, el 5 de julio de 1915 comenzó la demolición del Olimpo, y en 1918 se empezó la construcción del Teatro Forero, por iniciativa y esfuerzo de don Manuel María Forero. Debido a su visión, el Perú llegó a contar con un primer teatro de acuerdo con la categoría de la ciudad.

Para dotar a Lima de un teatro más adecuado, ya que el antiguo Municipal resultaba estrecho, Manuel María Forero, eminente abogado tacneño, decidió demoler el antiguo Teatro Olimpo, que funcionaba en la calle Concha (hoy jirón Ica, escenario de grata recordación para el público limeño y en el cual habían actuado renombradas compañías a fines del siglo XIX y principios del XX.

Se ordenó la demolición del antiguo coliseo y se dejó el terreno expedito para la construcción del Teatro Forero, hoy Municipal. De ella se ocupó el ingeniero peruano Alfredo Viale, quien en sus planos se ciñó a concepciones arquitectónicas europeas de corte historicista.

La fachada de estilo clásico quedó inconclusa hasta 1938, lo mismo que el Salón Dorado del segundo piso. En el frontis se alzan los bustos de tres músicos inmortales: Beethoven, Wagner y Liszt. Su construcción duró cinco años y el valor de la obra fue de 240 mil libras peruanas.

Debiendo vencer todo género de dificultades surgidas a última hora, tanto en lo económico como en lo arquitectónico, y después de varios retrasos debidos al esfuerzo indeclinable y a la batalladora tenacidad del señor Forero, se anunció la inauguración para el 28 de julio de 1920, con la compañía de ópera Bracale, encabezada nada menos que por Enrico Caruso. Pero este, debido al robo de las alhajas de su esposa cuando estaba actuando en La Habana, no pudo presentarse. “He querido darme el gusto de construir un gran teatro que dedico, no solo a la ciudad de Lima, sino a todo el Perú” (palabras del señor Forero, al hacer pública entrega del teatro en julio de 1920).

El 24 de junio de 1929 el Teatro Forero es adquirido por la Municipalidad de Lima, pasando a llamarse Teatro Municipal. Mientras tanto, el antiguo teatro municipal recibió el nombre de Manuel Ascencio Segura, que hasta ahora conserva. (Teatro Municipal. Del sueño a la realidad, MML, 2018).

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