¡A #CUMPLIR!

#CUMPLIR
3 min readJul 4, 2017

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Este sábado 1 de julio, en el hotel NH City, Florencio Randazzo habló frente a sus candidatos de la Provincia de Buenos Aires para terminar de darle forma a las propuestas de campaña de #CUMPLIR.

Con el objetivo principal de ponerle un freno a las políticas insensibles de Macri, pero “sin el oportunismo de Massa ni la soberbia de Cristina”, Florencio Randazzo se pronunció frente a cientos de compañeros con un discurso que marcó los lineamientos y el espíritu de #CUMPLIR para esta campaña y para la construcción de una oposición renovada, firme y responsable.

Quiero agradecerles por estar acá. Tal vez sea el último día en que nos veamos todos juntos. A partir de hoy cada uno de ustedes será mi presencia, mi voz, mis palabras en cada rincón de la Provincia.

Voy a compartir algunas reflexiones muy breves después de una larga jornada de trabajo.

Tomamos la decisión de embarcarnos en este compromiso todos juntos. Lo hicimos convencidos de que la Historia nos pone frente a una posibilidad única: la de revalorizar la política, renovar al peronismo, mostrar que somos capaces de defender los valores que defendimos toda nuestra vida sin importarnos los cargos.

Y por supuesto que tuvimos dudas. Muchas veces pensamos, en este último año y medio, si valía la pena aceptar el desafío. Pero hubo acontecimientos que terminaron de convencerme.

En primer lugar la voluntad de ustedes. Las ganas de ir para adelante, la voluntad para encarar nada más ni nada menos que la reconstrucción del peronismo.

Si lo sabrá el Chino (Navarro), que no dejó de llamarme todos los días y no se rindió nunca, siempre dispuesto a llegar hasta el final.

Si lo sabrá Julián (Domínguez), que hace muchos meses me dijo: “Flaco, sos la última esperanza que le queda al peronismo para renovarse.”

Si lo sabrán Oscar Romero, Sergio Sassia, El Barba, Héctor Daer. Si lo sabrán el Kato, Juanchi, Bali (Bucca) y los intendentes, Jorge, German, Walter, Pito Cassi, que ponen el cuerpo en sus distritos y no conocen de especulación. O Flor (Casamiquela), que no dudó un instante en acompañarme.

Y, sobre todo, me convenció ver la realidad. Me convencieron el dolor y el sufrimiento de nuestra gente:

El sufrimiento de los desocupados que pierden la esperanza de conseguir trabajo; de los laburantes que tienen miedo a perderlo; de los comerciantes que ven cómo se cae el consumo; de las Pymes, que con las importaciones les cuesta cada vez más producir; de nuestros jóvenes que una vez más se quedan sin futuro.

Nos convenció el dolor de estar frente a un gobierno insensible. Y el dolor de saber que este gobierno es hijo de nuestros propios errores.

Por eso tomamos la decisión de jugar. Fue una decisión de todos, pero esta decisión tiene en mí al único responsable. Porque en la vida, de lo único que uno se arrepiente es de lo que no se animó a hacer. No quiero mañana ver un país en ruinas a causa de que no nos animamos, o no me animé.

Tomamos esta decisión con coraje, con convencimiento. Porque nos rebela la angustia de nuestro pueblo, la angustia de los que menos tienen.

Y sin mezquindades ni oportunismo.

Porque no se puede poner al peronismo o la política al servicio de intereses individuales. Y frente al debate, frente a la necesidad de ponernos de cara a la sociedad, tirarlos a la basura. Nosotros no permitimos semejante disparate. No somos los dueños de nada. Somos los depositarios históricos de un mandato y tenemos la obligación de transferirlo a las generaciones venideras. Y por eso dijimos que no. Porque no estábamos detrás de un acuerdo individual o de un cargo. Estamos frente a la posibilidad de reconstruir un sueño colectivo.

Entonces nos rebelamos.

Nos rebelamos frente a la injusticia, frente al intento de proscripción, frente a la teoría del dedo, frente a la teoría del jefe. Nos rebelamos frente a la insensatez, la soberbia y la falta de diálogo. Porque cuando el peronismo entra en debate no hay jefes; hay compañeros y compañeras.

Y los convocamos.

Los convocamos a ustedes que son la expresión y la cara visible de un gran equipo. Un equipo que se animó a todo. Que se animó a cumplir, que quemó las naves, ¡y lo hace con alegría!.

Un fuerte abrazo a todos.

¡A CUMPLIR!”

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