La depresión y la ansiedad sí llevan zapatos de correr

Curiosa
3 min readOct 23, 2017

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Aunque te digan que no.

Decidí volver a escribir en Medium sobre un episodio oscuro que estoy viviendo en este momento.

He leído en muchas ocasiones que el running, correr, quita la depresión, la ansiedad y una serie de cosas. No voy a negar que correr te brinda de una especie de escudo y lanza que te hacen sentir invencible. Todo eso sucede mientras estás corriendo, incluso cuando crees que ya no puedes más.

Todo eso es adrenalina y endorfinas.

Las endorfinas son las que nos ponen eufóricos, alegres, felices y nos hace sentir invencibles cuando terminamos nuestros entrenamientos y carreras. El problema viene con el bajón que llega cuando las endorfinas y la adrenalina se van.

Yo he sufrido de depresión toda mi vida. De esas cosas que crees que son romanticismos escondidos, boberías de adolescencia, hasta que comienzas a documentarte y analizas.

He ido a no sé cuántos psicólogos, ninguno dió pie con bola y ninguno supo lo que tenía. Recuerdo que de pequeña lo que decían era que me hacía falta un perro y listo. No era mentira, el perro lo quería, pero no era el meollo de todo el asunto.

Es así como he lidiado sola con esto toda mi vida. ¿Cómo ? Buen humor, vencer la timidez, amigos, leer, deporte, música y llorar. Llorar muchíííííísimo, pero sola.

En la marcha te das cuenta que eso de “habla con tus amigos y desahógate” es charlatanería, porque los amigos con los que hablaba (al menos con los que me tocó a mí) me ignoraban, me decían exagerada, se alejaban o tiraban punticas diciendo que eso era falta de atención………. OKEY. Gra-cias.

Es así como me volví independiente en esto. He tenido mis puntos muy, pero muy bajos y he salido de ellos.

Cuando comencé a correr sentí un “súper poder” que me hacía sentir bien, pero el bajón siempre llegaba.

Esta semana comencé a experimentar ataques de pánico. El trigger o disparador lo conozco: el temblor en Caracas y el terremoto en México.

Comencé a pensar en el metro y un temblor. En los elevados y un temblor. En los ascensores y un temblor. Lo iba manejando bastante bien, hasta que la semana pasada el tren se quedó 10 o 15 minutos parado en un túnel, no tenía aire acondiciado y había demasiada gente. Me puse ¡HISTÉRICA!. Tuve que bajarme en la próxima estación e irme caminando, llorando, temblorosa y a punto de gritar por todo el camino.

Volví a intentarlo dos días después con el mismo desastrozo resultado.

Me obligué a correr ayer para “mejorar” mi estado de ánimo y en las 2 horas y 15 minutos no hice sino pensar en eso. Cómo manejarlo, cómo iba a hacer para salir de mi casa y trabajar. El único punto de gloria es que pude pasar por uno de los elevados sin tanta ansiedad y hasta logré pararme, caminar y tomar una foto. Todo esto obligada por mí misma, para poder hacer lo que me gusta: correr.

No quiero que esto me consuma, pero lo está haciendo.

La depresión sucede y ha sido en los casi 6 años que llevo corriendo. Y si bien es cierto que se agregaron disparadores nuevos como el temblor y la situación en Venezuela, también es cierto que no podemos tapar el sol con un dedo y decirle a la gente que salga a correr para que se le quite la depresión y la ansiedad porque eso NO ES ASÍ.

Robin Williams era corredor, deportista. Ya sabemos cómo terminó.

No les dé pena hablar sobre cómo se sientan. Y al resto, sean empáticos, porque el hecho de que ustedes no sepan cómo se siente todo esto no significa que sea (lo es) algo muy grande, frustrante y limitador para los que lo sufrimos.

Siempre digo que a este mundo le hace falta empatía para ser mejor.

Seguiré luchando y escribiendo sobre ello.

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Curiosa

Una bloguera y publicista que trabaja en Social Media, que curiosea para aprender y descubrió una nueva pasión: Correr