Por qué la fotografía del Joker es una obra de arte

Dania Beatriz
4 min readNov 5, 2019

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Veamos un aspecto poco tocado de esta obra de arte que es la pelicula Joker

El film es una continuación, violensima, de pasajes de encuadres gran angulares, pero muy estrechos (una paradoja) al límite de la deformación, por lo tanto con desenfoques devastantes en super-crop, a encuadres más amplios con diafragmas cerradísimos, y una súper nitidez gráfica casi como un comic.

Y luego repentinamente, se aprecia un super zoom casi al nivel de una fotografía macro…impresionante, en pocas décimas de segundos.

Es esta la angustia que te penetra por los huesos: el pasaje continúo de los campos percibidos: el contraste rápido entre estos modos te genera ansia, porque en una fracción de segundos, nuestro sistema de percepción debe adecuarse, y esto es un estrés visual.

Los diafragmas, luego pasan a ser totalmente abiertos que te generan un impacto visual surreal, porque el desenfoque es tanto que te desorienta.

Luego en encuadre estándar, normal, y esto alimenta la sensación de una mente que oscila entre lo normal y los momentos de locura incontrolables.

Tratemos de leer la progresión de la transformación en Joker con la técnica fotográfica

1- En la primera imagen, cuando él con sus manos se transforma el rostro en sonrisa, el área nítida es casi vertical y ocupa solo el ojo más cercano…la mitad del rostro esta desenfocado, por lo tanto es una dimensión de la profundidad de campo innatural, con un diafragma muy abierto. Es innatural porque nosotros percibimos un rostro todo enfocado , al menos nuestro cerebro lo codifica de esa manera. Apenas él impregnado por la locura, el desenfoque se vuelve complejo

2- En la segunda foto (fondo azul) él esta casi tranquilo, y el encuadre es normal, con todo el rostro enfocado. Una calma que crea ansiedad, porque es una calma aparente casi amistosa.

3- En la tercera foto (mientras se maquilla) èl empieza a liberar la locura, el encuadre se vuelve enseguida estrecho con un desenfoque violento que excluye la mano con la cual se está maquillando.

4- El está completamente impregnado de su locura y el desenfoque frontal y trasero son mortales

5- En fin, la fase final, la lucidez de la locura, cuando la fase superemotiva ha pasado, y él es el Joker malo, lucido, con el rostro sin desenfocar y el encuadre es súper nítido: lucidez y cinismo. En esta fase también la inclinación del punto de vista se vuelve estándar y él es frío.

6- Hay siempre un aislamiento del sujeto con respecto al ambiente, con un back focus bastante agresivo, incluso aunque se encuentra en un espacio pequeño como lo es un ascensor. Te da la sensación de desapego surreal.

En todas las fases del film la temperatura del color de la imagen cambia continuamente, dando referencia a los comics de Batman. En otras fases cambia completamente a una temperatura “cálida” creando confusión en el espectador.

En el film se pueden apreciar una infinidad de tributos a Kubrick y a las pinturas de Edward Hopper

Cuando el personaje entra en su dimensión interior, los encuadres se vuelven más violentos y la inclinación de la cámara se vuelve innatural, potente desde abajo hacia arriba, dejando ver al personaje, como un super héroe, o lanzándolo hacia abajo comprimiéndolo. Phoenix es fenomenal, pero es toda la gestión visual la que hace que el film sea tremendamente extraordinario convirtiéndolo en una obra de arte.

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