El método Ekkono

Uno de los principales elementos asociados a dicha metodología es la implantación de técnicas de trabajo como el método Ekkono. En palabras de Ferran Sibila, por aquel entonces segundo técnico del Sundvall, club en el que aplicaban esta metodología, y actualmente entrenador del filial del Göteborg, es un método cuyo objetivo es desarrollar jugadores inteligentes. Un modelo de entrenamiento que se centra en mejorar la capacidad interpretativa de los jugadores, aumentar su percepción de todo lo que ocurre a su alrededor y tener la inteligencia futbolística para encontrar las mejores soluciones a nivel individual en situaciones concretas del juego. Un planteamiento interesante, que va más allá del puro gesto técnico o el comportamiento del futbolista con sus movimientos en un sentido más colectivo. Se centra en el futbolista en sí y sus aptitudes individuales, mejorar su toma de decisión, adaptando sus cualidades a una inteligencia para leer y entender el juego superior a la habitual en jugadores de su edad.

Este método de entrenamiento ya se ha extendido a otros clubes nórdicos (y otros países) y ha permitido el desarrollo de múltiples facetas del futbolista en su etapa formativa. Un apartado cognitivo que es el más difícil de implantar, pero que a su vez si se hace en la edad correcta permite un crecimiento aún mayor del futbolista en el futuro cercano. Este método consiste (de forma simplificada) en cuatro fases: primero trabajar el desarrollo de la percepción del jugador, que sepa interpretar qué es lo que sucede a su alrededor, segundo mejorar la resolución de problemas concretos del juego, a través del entrenamiento específico de dichas situaciones, tercero el planteamiento de diversas cuestiones por parte del entrenador sin dar la solución, para que los jugadores desarrollen esa capacidad para dar respuesta pensando por sí mismos cuál podría ser la fórmula correcta, y por último el desarrollo de ciertos conceptos tácticos que permitan al jugador tener las herramientas a su alcance para dar con esas soluciones de forma tanto individual como colectiva.

Un método en el que su máximo exponente, Carles Romagosa, llevó a aplicar en la cantera del PSG y que ahora desarrolla en el fútbol base tahilandés. Un modelo de entrenamiento cada vez más expandido y cuyo enfoque se complementa a la perfección con el trabajo técnico, tanto individual como colectivo, que cada día se imparte más en cada rincón del planeta.