México: tenemos que pensar en el corazón.

Diego Araiza
5 min readApr 1, 2017

Los mexicanos se están muriendo del corazón.

Cada día, sin previo aviso, aproximadamente 200 mexicanos mueren a consecuencia de un infarto al corazón, dejando a sus familias, amigos, trabajos y años de vida productiva por delante.

El infarto agudo del miocardio (el nombre médico para el infarto o ataque cardíaco) es la principal causa de muerte en México y el mundo. Afecta principalmente a personas con condiciones de “riesgo cardiovascular” como a quienes fuman, tienen diabetes, obesidad, presión alta o colesterol elevado; pero puede afectar a casi cualquiera y a cualquier edad. Hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, de todos lugares y estratos sociales y económicos.

Estos “factores de riesgo” lentamente producen placas de colesterol que se acumulan en las arterias del cuerpo, especialmente en las arterias coronarias (que llevan sangre al mismo corazón).

En simples palabras, un infarto cardíaco sucede cuando una de estas placas se rompe y forma un trombo (coágulo) que obstruye la circulación de sangre hacia el músculo cardíaco y ocasiona la muerte de una parte del corazón. Muchas veces, este evento lleva al paro cardíaco, donde el corazón no puede continuar latiendo y la persona muere.

Así, sin más. En cuestión de horas.

El infarto al corazón suele ser súbito y sin previo aviso. Pero existe tratamiento.

En las primeras horas, el infarto puede ser tratado a través de uno de dos métodos: la aplicación de una una sustancia potente llamada “trombolítico” que “rompe” el trombo que tapa la circulación, o mediante un cateterismo cardíaco, el cual a través de un catéter permite “destapar” la arteria afectada. Ambos permiten recuperar el flujo coronario y restablecer la circulación al músculo cardíaco para que el corazón continúe latiendo y llevando sangre al resto del cuerpo.

El gran problema en el infarto es que hay poco tiempo para dar tratamiento.

El tiempo es esencial para mejorar los resultados de estos tratamientos. Por cada minuto que pasa, disminuye la posibilidad de salvar la vida del paciente. Idealmente, tiene que ser diagnosticado y tratado (mediante trombolítico o cateterismo) en 90 minutos desde el primer contacto con el médico, y el tratamiento puede ser útil hasta en las primeras 12 horas desde el inicio del infarto.

Después de 12 horas, el músculo del corazón ya habrá muerto y quedará muy poco por hacer.

Lamentablemente en México muy pocos pacientes son atendidos a tiempo, y muchos otros ni siquiera reciben un diagnóstico o tratamiento adecuado.

Algunos países han logrado establecer programas de detección y tratamiento oportuno del infarto. Estos programas requieren de recursos costosos como ambulancias, sistemas de comunicación, capacitación de doctores(as) y enfermeros(as), medicamentos caros, cardiólogos a tiempo completo y el funcionamiento de salas de hemodinámica 24 horas, 7 días a la semana, en donde puedan realizarse los cateterismos cardíacos necesarios.

Sin embargo, a pesar de lo costoso que puede ser el tratamiento, al recuperar a un paciente de un infarto cardíaco se pueden salvar muchos años de vida productiva económica, y los costos de un infarto que no recibió tratamiento temprano suelen ser mucho mayores.

En México no existe un programa universal para la atención del infarto al corazón, y esto ha ocasionado que nuestro país ostente la tasa más alta de muerte por infarto entre los países miembros de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD).

Tasa de muerte a 30 días del infarto agudo del miocardio. Promedio de los países de la OECD: 9%. México tiene una tasa del 27%. Tomado de: OECD. Health at a glance 2011: OECD indicators. OECD Publishing; 2011.

Si alguien sufre un infarto en Dinamarca, la posibilidad de que fallezca es de aproximadamente 5%.

La posibilidad de morir de tras un infarto al corazón en México es de 27.2%. Esto significa que una de cada cuatro personas que sufre un infarto morirán a consecuencia de él.

Múltiples iniciativas públicas y privadas han iniciado programas de atención, principalmente en las áreas metropolitanas importantes del país. Pero la mayor parte del territorio nacional se encuentra desprotegido, especialmente las personas más pobres que no cuentan con seguro médico y que viven en las áreas marginadas de nuestro país.

Por eso, en México tenemos que empezar a pensar en el corazón.

Se necesitan más médicos entrenados, más equipos para el diagnóstico, un plan de cobertura universal (donde todos tengan garantizado el mejor tratamiento), más salas de cateterismo, ambulancias y un sistema unificado, nacional y con ramificaciones regionales que permita solucionar el problema del infarto en los próximos años.

El tratamiento del infarto agudo del miocardio tiene que ser parte de la agenda política y social de nuestro país. Inmediatamente.

¿Que puedes hacer tú?

El camino para mejorar la atención es largo, y necesitamos de la ayuda de todos. El primer paso es generar conciencia sobre la magnitud de este problema. Generar conciencia es esencial para lograr la atención de los tomadores de decisiones en nuestro país.

Son tres cosas las que puedes hacer para ayudar:

  1. Genera conciencia entre los tuyos. Comenta, comparte y publica contenidos relacionados, como este texto. Existen páginas web mexicanas para no médicos (Fundación Méxicana del Corazón) y médicos (IAM México, Sociedad Mexicana de Cardiología, Cardiodata) que comparten contenido relacionado a este tema y a la salud cardiovascular en general. Infórmate sobre los síntomas del infarto y comparte esa información con tus conocidos.
  2. Participa en los eventos organizados por la Sociedad Mexicana de Cardiología y la Fundación Mexicana del Corazón, como la carrera por el corazón, y los eventos sociales por la salud cardiovascular. Al apoyar estos eventos se genera atención mediática que permite ganar enfoque en las propuestas de ley.
https://www.facebook.com/infartomexico/

3. Y por último, sigue y comparte a través de tus redes sociales el contenido de IAM México, una sociedad sin ánimo de lucro formada por cardiólogos jóvenes con el objetivo de mejorar la atención del infarto agudo del miocardio en nuestro país.

En IAM México, creemos que el tratamiento del infarto agudo del miocardio es un derecho humano.

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Diego Araiza

Filómata. Cardiólogo. Apasionado de la música. Escribo sobre medicina en la era digital.