Una de las principales comorbilidades que tiene en jaque a la población mexicana durante la pandemia de Covid19 es la obesidad. De acuerdo con el tablero sobre Covid19, 20% de casos confirmados presentaban obesidad de igual forma que 26% de personas que fallecieron (14/06/2020).
Se ha discutido desde el inicio de la contingencia que la obesidad sería uno de los factores que elevaría las tasas de mortalidad en el país por Covid19, dentro de los países de la OCDE, México ocupa el segundo lugar en obesidad entre adultos con 32% de la población con sobrepeso.
La sobreoferta de productos chatarra como papitas, panecitos y refrescos es una de las principales razones que se relacionan con los altos porcentajes de población con sobrepeso. La manera en que grandes industrias de alimentos procesados han llegado a todos los rincones del país ha sido por medio de los micronegocios como tiendas de abarrotes y minisuper’s que en total suman 657 mil unidades económicas en México (INEGI).
Si medimos la accesibilidad geográfica que tienen las personas a los productos alimenticios industrializados, en la zona metropolitana de la CDMX, 96% de la población tiene una tienda de abarrotes o un minisuper a menos de 100 metros de distancia lo que equivale a una caminata de 2 a 3 minutos.
La OMS recomienda para llevar una dieta sana:
- limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares;
- aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos; y
- realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).
En México la accesibilidad a micronegocios o mercados públicos que venden frutas y verduras es más baja. En el ámbito nacional existen 93 mil micronegocios que se dedican al comercio al por menor de frutas y verduras, mientras que las tiendas de abarrotes y minisuper’s son 657 mil unidades económicas.
En términos de accesibilidad, en la CDMX, el porcentaje de población que tiene un negocio de frutas y verduras a menos de 100 metros disminuye a 51%.
En otras ciudades del país no es diferente, en los siguientes mapas se muestra en rojo la cuenca de abarrotes y en verde la cuenca de frutas y verduras en cuatro ciudades: Monterrey, Guadalajara, Hermosillo y Tuxtla Gutierrez.
Muchos responsabilizan a los individuos, ya que, tendrían la libertad para decidir racionalmente sobre el tipo de productos que deben comprar para tener una dieta saludable y evitar la obesidad y otras comorbilidades como la diabetes o la hipertensión. Sin embargo, es difícil tomar las decisiones correctas cuando los productos para tener una dieta saludable son poco accesibles y asequibles.
Para la OMS es fundamental que los actores como gobiernos e industria alimentaria coadyuven en crear condiciones favorables que “…permitan influir en las elecciones de las personas, de modo que la opción más sencilla (la más accesible, disponible y asequible) sea la más saludable en materia de alimentos...”
Si bien en México recientemente se dio un paso con el etiquetado claro que se trata de cinco sellos “cuando un producto tenga exceso de calorías, sodio, grasas trans, azúcares y grasas saturadas”. Parece que el camino para mejorar la accesibilidad geográfica a los productos alimenticios más saludables es largo.
La responsabilidad no es únicamente de las personas que tienen sobrepeso. La sobreoferta de comida chatarra se debe regular con políticas públicas y convertir a los alimentos saludables en la opción con mayor disponibilidad y accesibilidad en México.