La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma
La creatividad es energía y, como tal, actúa
Algunos tienen apagada la llama, agotada por nuestro sistema descargado de emoción, de arte, de humanidad. Pero la creatividad sigue ahí, solo hay que cargar la pila. Cargarla con las débiles llamas de los pocos que, con mucho esfuerzo, mantienen su energía creativa, su vitalidad. Al hacerlo, no agotas la suya, sino que se hace más fuerte. Al unirnos, la creatividad se multiplica, crece, el motor ruge con nuevas fuerzas. Todos nos alimentamos de ello. De esa forma podremos salir adelante.
Hacernos fuertes. Vivir. Crear. Sentir. Extender nuestra red eléctrica.
La electricidad, la energía humana. La chispa de la vida, la creatividad. Los poderes quieren controlar las fuentes de energía. Nuestra creatividad, nuestra vitalidad, mente y cuerpo agotados, con la pila descargada.
Pero se les olvida que la energía no se destruye. La energía se transforma, se traslada...
Pero siempre está ahí, esperando a ser canalizada y atraída.
Sé cotilla (yo también lo soy; no se lo contaremos a nadie… ¿o sí?)
