¿Cómo se enciende el fuego en ti?

He estado pensando en cómo mantener la motivación, especialmente cuando sientes que el combustible se te está acabando o cuando parece que la vida te tiene en un rincón dándote de patadas.

Desde luego que no hay recetas, pero te voy a contar cómo es que me motivo a mí misma no sólo para salir adelante cada día (lo que sea que eso signifique para cada quien) sino para hacer las cosas con energía y pasión.

Encuentra lo que te mueve

Desde que estaba en la secundaria siempre incliné mi vida hacia las artes escénicas y desde entonces tenía planteado que eso era lo que quería hacer en mi vida. Sin embargo, aunque amaba lo que hacía, por alguna razón las cosas no cuajaban. Ahora se que realmente no me comprometía porque aunque estar en el escenario me apasionaba, el resto del contexto no.

Nunca había oído a hablar del UX Design pero desde que tuve mi primer contacto con esta disciplina ¡BOOOM! Mi vida cambió y supe que esto era a lo que me quería dedicar cada día: A mejorar la vida de las personas con un acercamiento mucho más práctico que en las artes pero con la misma intención de hacer significativa su experiencia al interactuar con lo que yo tengo para ofrecer.

Encuentra tu fuerza justo dentro de tus mayores debilidades

Cuanto más trabajo te cueste aprender algo, cuanto más difícil parezca la situación a la que te enfrentas, cuanto más largo y complejo parezca el camino que vas a andar, mayor será la oportunidad de crecer, de aprender y de desarrollarte. No quiere decir que no vas a tener miedo, o que no te vas a cansar, que no te vas a perder o que nunca vas a tener ganas de rendirte en algún momento, quiere decir que a pesar de todo ello, vas a seguir.

Y seguir, a pesar de las dificultades, será el futuro combustible que utilices la próxima vez que tengas ganas de darte por vencid@, porque entonces sabrás que si pudiste levantarte una vez, podrás levantarte todas las veces necesarias.

Hazlo por alguien

Dedica cada uno de tus esfuerzos a alguien. Puede ser alguien de tu familia, tu cliente, tu usuari@, o incluso tú mism@.

Piensa cómo se sentirá esa persona con el producto final de tu esfuerzo, cómo va a mejorar su vida, cómo te vas a sentir tú con esa satisfacción. Algo que amo de lo que hago y que mantiene el fuego en mí es pensar como cada día me acerco a la meta de mejorar la vida de algun@ de ell@s.

Y si nada de esto funciona…

Entonces ¡Muévete!

Viaja, prueba una nueva comida, conoce a otras personas, recorre un barrio desconocido, lee, ve al cine, haz algo inesperado, sal de tu zona de confort.

Si no lo haces, de todos modos la vida lo hará por ti, y creéme, cualquiera que sea la circunstancia será una gran oportunidad de encender el fuego que hay en ti.