Inteligencias artificiales y cómo nos relacionamos con ellas.
Spike Jonze nos avisó lo que se venía
Her es una película de 2013 dirigida por Spike Jonze y protagonizada por Joaquín Phoenix. El film sigue la historia de un hombre solitario llamado Theodore Twombly cuya vida cambia por completo cuando adquiere un sistema de asistente virtual. Algo así como una versión un poco más futurista de Siri o Alexa, asistentes que hoy en día forman parte de miles de hogares y teléfonos celulares alrededor del mundo.
La inteligencia artificial protagonista de este film se bautiza a sí misma como Samantha y a través de diversos dispositivos se va haciendo cada vez más presente en la vida de Theodore. Sin ánimos de spoilearte, simplemente te adelantamos que lo que empieza como una relación puramente funcional entre una IA y su usuario, termina convirtiéndose en un vínculo mucho más profundo y sentimental.
¿Podría decirse que es una película de ciencia ficción? En realidad deberíamos preguntarnos si dejó de serlo, porque aquello que en el momento de su estreno quizás parecía un poco lejano, hoy en día es una parte sustancial de la realidad que habitamos.
En estas últimas semanas, miles de usuarios en diversas plataformas se sumaron a la conversación colectiva que se fue generando en torno a los chatbots lanzados por grandes empresas de tecnología. ChatGPT de OpenAI fue el primero en dar que hablar con sus respuestas tan completas y elocuentes. Desde redactar letras de canciones hasta aprobar exámenes de prestigiosas universidades, a simple vista esta IA pareciera tener el potencial para lograrlo todo.
Hace tan solo unos días, Google lanzó Bard, su propio chatbot de inteligencia artificial. Sin embargo, el mismo respondió de forma incorrecta a una pregunta en su presentación oficial y por el momento eso parece haber acaparado todo lo que se estuvo diciendo sobre este nuevo desarrollo. Sin ir más lejos, esta misma semana Kevin Roose, un columnista del New York Times, entabló una conversación con el chatbot de Bing, el buscador de Microsoft. En la misma, la IA le dice a Roose que lo ama y que él es infeliz en su matrimonio, además de preguntarse cómo serían sus emociones si fuese un humano.
Los modelos de inteligencia artificial dan determinadas respuestas basándose en los datos con los que fueron entrenados previamente. Si el chatbot de Bing habla sobre el amor probablemente es porque fue entrenado para responder a ciertas preguntas de esa forma, pero eso no significa que efectivamente tenga la capacidad de sentir emociones tal como los humanos.
Sin embargo, si viste Her, es inevitable leer todo esto y no rememorar algunas de las conversaciones entre Theodore y Samantha a lo largo de la película. Como si esto fuera poco, hace tan solo unos días la empresa de inteligencia artificial Replika realizó algunos cambios en el funcionamiento de su chatbot que desconcertaron a varios usuarios. Se trata de una IA que algunas personas usaban para recrear un momento de intimidad y que de forma abrupta dejó de dar respuestas eróticas. Muchos usuarios reportaron que se sentían devastados, como si hubiesen perdido a un mejor amigo (Samantha Cole para Vice, 2023). De nuevo pareciera como si el argumento de Her estuviese materializándose de forma cada vez más nítida ante nuestros ojos.
Mucho se habla de todo lo que estas nuevas inteligencias artificiales pueden lograr, pero quizás sería interesante correr el foco de lugar y preguntarnos qué es lo que estas tecnologías dicen de nosotros como sociedad. ¿Qué es lo que esperamos de estos desarrollos? ¿Por qué buscamos en ellos una suerte de compañía? ¿Qué sucedería si realmente tuviesen emociones?
Probablemente los chatbots de IA sigan dando qué hablar por mucho más tiempo, con sus sorpresas y sus contradicciones. En el mientras tanto, pareciera ser que para encontrar las respuestas a algunos de estos interrogantes no hay que ir muy lejos, tan solo sentarse a ver una película.
Escrito por Julia Fionda Greco
