Composición en Tiempo Real

Diana Rogovsky
4 min readJan 15, 2018

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El primer contacto que tuve con este método de investigación y creación fue hace ya varios años. Estábamos en Plaza Moreno, el 29A y en un momento de breve pausa entre actividad y actividad, que eran numerosas, me pongo a conversar con Luciana y Silvia, que nos cuenta que hizo un curso con Jao Fiadeiro en un viaje al extranjero. Estaba muy entusiasmada y quería compartir con nosotras lo que había hecho. En su traducción, nos cuenta como fue uno de los ejercicios. No sé bien que entendimos nosotras, pero la cosa es que nos pusimos a hacer algo ahí mismo, en la plaza. Rodeada de arquitectas librianas, me sentía segura y contenida.

Edición de imágenes de Luciana Lima

El segundo contacto con el método ocurrió en julio de 2017, en una Jornada de Danza Performance realizada entre la Universidad Nacional de La Plata (Secretaría de Arte y Cultura y proyecto Cod05 de Emelab), la Escuela de Danzas Clásicas de La Plata y Aciadip en el Centro Cultural Estación Provincial. En ella, Iván explicó algunas ideas principales de CTR con las que viene trabajando ya hace unos años y realizamos algunas prácticas.

Uno de los flyer que se usaron

Fue muy interesante poder compartir la práctica entre artistas de diferentes trayectorias, estudiantes, programadores de software. Nos permitió contrastar la hipótesis acerca de la necesidad que tenemos de vincularnos y transferir lo que vamos aprendiendo. Fue sumamente fluido e intenso, para nada mecanizado.

Informáticos y bailarines
Espléndidas
En la práctica

En ese encuentro Iván contó que había gestionado la posibilidad de que Joao viniera en un mes a la ciudad y que diera un curso gratuito auspiciado por la UNLP. ¡Imaginen la oportunidad de seguir aprendiendo! A fines de agosto y durante tres días de jornada intensiva se llevó a cabo el curso con una asistencia numerosa de artistas escénicos.

En el Centro Cultural El Escudo

La práctica fue sorprendente para mí, muy nutritiva, pero la fundamentación teórica, muy desarrollada a lo largo de los años por Joao me generaró una crisis intelectual y conflictos. Especialmente los aspectos vinculados a las neurociencias o la biología, ya que no podía articular esas lógicas de pensamiento con los de Deleuze o Lacan, autores que a mi juicio son fundamentales para poder pensar hoy.

Así que me dediqué el resto el año a indagar las comprensiones que había tenido con los estudiantes de la Escuela de Danzas Tradicionales Argentinas “José Hernández”, en las que trabajamos improvisación y composición. Debo decir que la recepción de ellos fue maravillosa. Estudian tango y folklore y están ávidos de aprender, son muy inteligentes y muy conscientes de su función social y de la transferencia que el arte popular genera. Fue el clima prefecto para probar y experimentar y fuimos escribiendo juntos una suerte de “Reglas para un buen juego de improvisación”. En la muestra anual y en la evaluación final de la escuela ellos mostraron algo de esto, desde la cabina de sonido en la que accionaba luces y audios, porque yo jugaba desde ahí, no pude ocultar la emoción que surgió al ver cuánto se habían apropiado y cuánto inventaron a partir de este juego que habíamos creado.

Así que en la Residencia-convivencia para artistas La Convi, que hicimos en enero, teníamos la oportunidad de volver a trabajar con el método. Iván otra vez nos volvía a explicar algo de sus fundamentos y diseñó una actividad a partir de ellos y de la experimentación sonora, usando un micrófono y la posibilidad de loopear lo que surgía con la voz o el cuerpo de algún modo. Una vez más nos mezclábamos algunos que ya habíamos pasado por el curso con otros que habían hecho otros recorridos entre los que podíamos plantear semejanzas y diferencias.

Siempre me llama la atención la sensación de realidad y de intensidad que surge al trabajar con este método. Eso es lo más preciso para mí, porque no entra en crisis la intelección ahí y me alienta a continuar investigando y difundiendo la propuesta o lo que entiendo de ella y a elaborarla colectiva y colaborativamente.

Gráfico de Iván

Algo que me parece importante es que esta propuesta hace pensar en la idea de inhibir el hábito, la reacción, para poder acceder a una elección, para poder acrecentar la libertad. Le encuentro relación en ese sentido con el pensamiento de Feldenkrais , de Gerda Alexander o de M. Alexander.

Sé que luego trabajaron “microescala”, pero en ese momento yo no estuve.

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Diana Rogovsky

¡Hola! Soy artista, gestora, docente. Me gusta compartir los conocimientos, recibirlos de otras personas. Por eso estoy acá: danza, escritura, música, teorías.