Campo Grande: parques, homenajes y sunsets
La visita a la capital de Mato Grosso do Sul se dio por otro “what if” viajero. Así llamo a los viajes originales que tenía pensado hacer y que acabaron no dándose. Ya sea porque me quedé en otro lugar, simplemente desistí o regresé a dónde ya era feliz. A esta altura de la aventura registré mi viaje número 7 a Brasil, y estos fueron mis what if’s viajeros o lugares que nunca conocí teniendo toda la intención de hacerlo:
- Itaúnas, Espírito Santo (2017): cambiado por un réveillon en Curitiba.
- Gramado, Rio Grande do Sul (2018): no quise salir de Porto Alegre.
- Bonito, Mato Grosso do Sul (2019): la pereza ganó y fiquei na capital
No supe organizarme, me abrumaron los precios caros (y tampoco busqué bien) así que decidí visitar Campo Grande durante unos tres diítas. Corría marzo del año 2019, había acabado de pasar un carnaval alucinante en São Paulo y llegar de un monstruo de ciudad a un lugar tan calmo fue todo un contraste. La capital fue fundada 1872 y cuenta con cerca de 916,000 habitantes. Estuve en un hostel llamado Orla Morena. Cómodo, con espacios amplios, una recepción cálida y cerca del centro. Mi único registro es el de Zeus the Cat:
Día 1: el Parque de las Naciones Indígenas
Coloco algunos nombres de parques pendientes por visitar: Parque Estadual Mata do Segredo, Parque Laucídio Coelho, Parque do Prosa y Parque Ecológico do Sóter. Aunque sigo creyendo que yo conocí el más bonito, cuenta con cerca de 2000 visitas diarias y cumplió 28 años este 10 de agosto. Es un parque público ubicado en el borde de un lago formado por las aguas del arroyo Prosa. Tiene espacios deportivos, zona de skatepark, espacio para ciclistas, baños, una pista para caminar de cerca de 4,000 metros y parquecitos para que los niños disfruten del día.
Día 2: la Plaza de los Guacamayos
También llamada Praça da União. ¡Lo primero que se me viene a la mente es que pensé que era mucho más grande! Se inauguró junto con el Mercado Municipal Antônio Moreira Alves en 1964. Cuenta con un pequeño parque infantil y el monumento de las araras. Cleir Ávila lo diseñó para recordarnos la importancia de la arara azul, especie que se encuentra en peligro de extinción y que es considerado el tipo de guacamayo más bello del mundo.
Día 3: Jardín Florestal
Algunos viajes son más solitarios que otros. Mi ruta en el viaje número 7 fue Sao Paulo — Campo Grande — Floripa. Ahora reparo que fueron tres regiones en un solo viaje: el sudeste, el centro-oeste y el sur. Digamos que CG fue el más tranqui. Conocí poca gente y gran parte del recorrido lo hice solo. Y está bien. Pienso que lo que hace más ricos los viajes es justamente eso, el poder de los contrastes. Me vi solo en Mato Grosso do Sul pero son estos lugares que caminé los que me acompañaron. Y a ellos les agradezco eso.
Durante mi tercer día conocí el Parque Florestal Antônio de Albuquerque o simplemente llamado Horto Florestal. Cuenta con un área verde de 4,5 hectáreas, árboles nativos, una biblioteca pública, un orquidário, una pista de skate y proyecto de reflorestamiento y paisagismo. Reabrió durante este 2021 aunque la población sigue esperando que termine de ser reformado. Los moradores siguen teniendo la percepción de que está algo abandonado. Y así se siente.
Día 4: Daza
Y más que un día, debería ser una noche. Fue Otair quien me llevó a este disco-bar y le dio vida social a mi viaje. No sé qué será de él pero agradezco esas conexiones y esos gestos. La gente que te presenta su ciudad a través de sus ojos cumple el rol de guías y ángeles. He tenido la suerte de encontrar personas así de entregadas en alguno de estos trotes. Obrigado, Otair!
Así se cerraron los primeros siete viajes que hice al Brasil, los primeros 9 estados que conocí. Y es a partir del siguiente artículo (el de Rio Grande do Norte) que comienza la aventura más grande que he vivido hasta entonces en este país. Un año viviendo aquí. Veinte estados. Incontables ciudades. Y muchas, muchísimas lecciones.
¡Hasta el próximo año!