Correr un maratón aplicando Gerencia de proyectos
Correr un maratón no es solo ponerse los zapatos, entrenar un rato de vez en cuando, inscribirse en el evento y correrlo. Requiere de encauzar una serie de acciones destinadas a conseguir ese fin que requieren de bastante trabajo, dedicación y esfuerzo (salvo extrañas excepciones o ciertas ayudas psicotrópicas).
Alguien que no corra quizás no entienda las implicaciones de lo que significa correr un maratón para la vida de un corredor, por eso es bueno tratar de explicarlo.
Los ingredientes para correr un maratón
Si vamos por nuestro primer maratón este hecho implicará cambiar radicalmente nuestra forma de ser (más que todo si venimos de un mundo sedentario) ya que es necesario adaptarnos a los cambios físicos y mentales que requiere la aventura de correr 42 kilómetros.
Según estudios (al menos en EEUU) solo alrededor del 0.5 % de la población participa en este tipo de eventos deportivos. Aunque suene arrogante, el maratón como que no es para todo el mundo.
El modelo de vida “deportivo” necesario para asumir la idea de correr un maratón requiere de una lista de 5 ingredientes básicos:
- Motivación y ganas de hacer un maratón (fundamental).
- Mantener y desarrollar condiciones físicas mínimas para asumir el reto (salud y dieta adecuada).
- Planificación y realización de entrenamientos con algún tipo de supervisión deportiva.
- Tiempo.
- Recursos económicos para desarrollar la actividad.
Viendolo asi se ve relativamente fácil, pero querer hacerlo bien es otra cosa.
Para unos será más fácil correr un maratón que para otros. Y como en este mundo estamos lejos de ser todos iguales, es necesario establecer los tipos de corredores que en él participan.
Tipos de corredores de un maratón
Los corredores se clasifican en virtud a los objetivos personales que estos persiguen.
La lista la integran 6 grupos:
- Aquellos que van completar la distancia. Son mayoritariamente los novatos, aquellos que se estrenan en la distancia (42,195 mts) o algún corredor que viene de una lesión o que se lesiona en el entrenamiento previo al maratón pero que quiere correrlo igual (la mayoría de los corredores son seres testarudos y no les importa terminar el maratón a como dé lugar).
- Los que van a “pasearlo”, generalmente son lo que más se disfrutan el maratón, son personas que no corren por primera vez y van sin presión de ningún tipo (tiempo) salvo colgarse la medalla al final del evento. Aquí también entran los corredores que corren para apoyar algún grupo de caridad o aquellas almas nobles que acompañan a algún amigo para que haga el maratón y situaciones similares.
- Los que buscan hacer un Record Personal (PR -en ingles-) o que buscan un mejor tiempo que el maratón anterior. Todo maratonista que se enserie con la distancia siempre va a anhelar mejorarar su tiempo anterior, es una especie de ley no escrita en este sub-mundo.
- Los que quieren completar el circuito de los World Marathon Majors. Es un grupo algo especial (que permite a sus afiliados ser parte al mismo tiempo de cualquiera de los otros grupos) en donde su objetivo es lograr correr los 6 principales maratones del mundo (Berlín, Tokio, Chicago, New York, Boston y Londres) para obtener el “Santo Grial” que muchos maratonistas en el mundo quisieran tener colgado en alguna pared de su casa.
- Los que buscan clasificar para correr Boston. Correr la meca de los maratones es para un muchos un sueño necesario de cumplir pero algo difícil de lograr. Ser de esta élite dentro de los maratonistas no es fácil, en Boston no corre el que quiere sino el que puede, ya que el maratón más viejo del mundo tiene un sistema de clasificación por edad-tiempo mínimo el cual lo hace muy exigente para cualquier corredor amateur.
- Los que salen a ganar el maratón. Es un grupo selecto de corredores profesionales (generalmente africanos y/o atletas con posibilidades de participar en olimpiadas o eventos afines) buscan quedar entre los primeros lugares de su categoría o lograr ganar en la distancia. Representan menos del 0.1% de los corredores.
Los corredores buscan, tratan o se resignan a pertenecer a cualquiera de estos grupos durante su vida como corredores.
El correr es algo que como lo comente en una anterior oportunidad, puede tener muchas implicancias en nuestro comportamiento y en la forma de ver la vida.
La vida del corredor amateur (alguien que no vive de ganar maratones) no gira 100% en correr como es el enfoque le puede dar un profesional que viva de eso, pero en su día a día siempre se hace tiempo para sus entrenamientos y más aún cuando hay de por medio un maratón a la vista.
Para cada meta que tiene un corredor, sea cual sea, lo más lógico es que exista una planificación tras bastidores que le permita materializarla. Partiendo de este punto es viable que la mejor forma de alcanzar una meta es dándole el enfoque al maratón de como si este fuera un proyecto.
Los maratones como proyectos
Cada maratón que un corredor decide correr es un tiempo determinado que tiene que sacar de su rutina de vida para utilizarlo en poder planificar, controlar y destinar recursos (tiempo, esfuerzo y dinero) con el fin ejecutar muchos entrenamientos (y tareas complementarias) con el fin de lograr ese objetivo anhelado.
Ese párrafo enmascara en gran parte lo que es la definición de un proyecto.
Cuando decidimos correr un maratón este simple hecho hace que este deseo se convierta automáticamente en un proyecto (nos demos cuenta o no) el cual se acopla a nuestra rutina de vida de una forma algo solapada.
Fases del proyecto de maratón
El inicio del proyecto ocurre cuando pasamos la tarjeta de crédito y revisamos el buzón de correo para encontrar la inscripción.
No importa si va a ser el primer maratón o el número 100, la emoción de inscribirse y empezar a entrenar es algo que le mueve los cimientos a cualquiera que se precie ser corredor o que está en proceso de serlo.
Una vez que ya se está enfocado en lo que implica realizar el maratón y qué objetivo se tiene en mente (la variable tiempo de finalización es algo que le quita el sueño a cualquier corredor), se debe estar claro en que hay que emprender un largo viaje de varios meses en la búsqueda de conseguir esa meta.
Una planificación de un maratón es algo parecido a esto:
Viendo esa línea temporal de lo que puede ser una planificación primitiva de un proyecto de maratón, vemos que la cosa no es tan trivial y que requiere cierta logística y manejo de muchas variables que pueden confabularse en contra del corredor si este les pasa por alto en algún momento del "ciclo de vida del proyecto".
El plan puede ser más rudimentario o más complicado que el de la imagen, esta busca dar una simple idea de algunas fases y aspectos a tomar en cuenta que participan en el proyecto.
Obviamente no es lo mismo correr un maratón en la ciudad donde se vive que ir a correr el maratón de Tokyo. Mas diferencias existen entre una planificación si somos corredores profesionales o no.
Un maratón es un hito en nuestro “Timeline” de vida y como tal hay que saberlo manejar acorde a una buena planificación, gerenciando bien todos los recursos involucrados y sobre todo los riesgos implícitos que debemos saber identificar en este tipo de "proyectos".
Si queremos hacer las cosas bien, tenemos que estar claros que correr un maratón tiene muchos riesgos asociados y que no todo es color de rosas, por lo que hay que tener cuidado y planificarse bien en todo momento.
Si no asumimos ni respondemos correctamente a los riesgos de forma oportuna, proactiva y de forma eficiente, indefectiblemente fracasaremos en nuestro manejo del proyecto y nos irá mal en el maratón.
Acá hay poco espacio para la suerte y los milagros divinos.
Siempre es bueno recordar que los riesgos asociados a este tipo de "proyectos" no son más que las excusas que podemos dar en caso de que nos vaya mal.
Excusas que daremos si no fuimos capaces de manejar de forma adecuada los eventos adversos que ocasionaron nuestro mal desempeño.
Quizás muchos corredores desconocen lo que significa la Gerencia de Proyectos y la gerencia de riesgos, pero sin lugar a dudas muchos la realizan en mayor o menor medida (sin darse cuenta) día a día una vez que se inscriben y deciden correr un maratón.
Como todo proyecto este se puede gerenciar bien o mal, todo depende del grado de experticia del gerente-corredor en lidiar con todas las variables asociadas al proyecto de forma correcta durante su ciclo de vida.
Los 5 tips para ser un buen gerente de proyectos de maratón:
- Planificar cada entrenamiento de forma adecuada y de forma supervisada por alguien que tenga experiencia. Es vital respetar las fases del entrenamiento y cumplirlas en todo momento.
- Evaluaciones médicas periódicas que permitan diagnosticar una correcta salud durante los entrenamientos y el dia del maraton. Esto permitirá prevenir y corregir lesiones, que en caso de que ocurrieran será necesario reformular la planificación y trazar nuevos objetivos (reprogramación del proyecto).
- Planificar todas las actividades complementarias al maratón (viajes, estadía, tiempos de llegada, salida, ropa, alimentos, bebidas, etc) de forma anticipada y con una buena holgura de tiempo para cada hito asociado a esta fase del proyecto. Tomar este punto con mayor seriedad si el maratón es en otro país, más aún si los factores climáticos difieren con respecto a los que estamos acostumbrados (vestimenta, proceso de aclimatamiento, comidas, etc).
- Seguimientos periódicos de nuestros progresos. Lo que no se mide no se controla. Esto nos permitirá trazarnos estimaciones precisas a la hora de querer buscar un tiempo y un ritmo determinado el día del maratón. No es recomendable ser muy ambiciosos si las condiciones durante el entrenamiento no fueron las más óptimas (esto evitará frustraciones posteriores).
- Toda posible excusa es un riesgo a tomar en cuenta. Cuando escuchemos una excusa, tenerla presente que es probable que nos pueda pasar y tener un plan de acción a fin de evitarla o manejarla correctamente en caso de que se nos manifieste.
Son cientos los tips que se pudieran derivar de todo esto, lo importante acá es que siempre aprendamos de los errores (lecciones aprendidas para el futuro) y planifiquemos bien las cosas al momento de correr el maratón.
Lo lógico es que a medida que corremos más maratones aprendamos a correrlos mejor y en caso de errores saberlos sobrellevar y mejorar sobre esas experiencias. Todo eso suena lógico y oportuno, pero muchas veces no es así.
La realidad es que si no hacemos siempre las cosas bien desde el inicio hasta el final del maratón, el más mínimo detalle nos puede jugar sucio y echar a perder el trabajo de meses de esfuerzo.
El último tip de la lista resalta entre todos los demás porque sirve de comodín a la hora de contemplar riesgos, ya que son muchas las variables y/o situaciones que podemos prever como corredores a la hora de acordarnos de alguna que otra excusa que hayamos escuchado o dicho en algún momento.
Por naturaleza en este tipo de proyectos muy pocos aprenderán siguiendo consejos de terceros, siempre son bienvenidos los consejos, pero la experiencia se encargará de ir haciendo el aprendizaje poco a poco.
De nosotros si depende de que el aprendizaje será rápido y efectivo o repetitivo y tortuoso.
Un corredor que le va bien en un maratón y dio por cumplidas sus expectativas, es un excelente gerente de proyectos de maratón.
¿Por qué a veces fracasamos en los maratones?
Un maratón siempre estará lleno de situaciones buenas y algunas no tan buenas, que arrancan desde el dia que nos inscribimos hasta el dia en que corremos el maratón.
Si pasan muchas cosas malas podemos hablar de un posible fracaso y nadie corre un maratón queriendo fracasar en el.
Fracasar es una palabra fea para algunos y para otros les puede sonar como aprendizaje (forzado en la mayoría de las veces), pero en sí es una palabra que suena feo en el ambiente deportivo y en la vida diaria.
Cuando hablo de fracaso al correr un maratón me refiero a 3 puntos en especial:
- No terminar el maratón. Algo muy triste para cualquier corredor.
- Terminar el maratón en más tiempo del que teníamos previsto. Bastante común entre los corredores y fuente inagotable de frustraciones.
- Lesionarse y pasar al punto 2 o en el peor de los casos al punto 1.
O que te pase algo como en este episodio de Seinfeld The Hot Tub también puede parecerse a un fracaso (pararse tarde el día del maratón porqué no sonó la alarma y que te echen equivocadamente un vaso caliente de café en vez de agua terminando el maratón):
El que alguien diga que fracaso es algo que se ve muy poco en las conversaciones post-maratón. La vergüenza y el orgullo herido tratan a toda costa de evitar su salida en escena.
Son pocos los que hablan abiertamente de un fracaso y al mismo tiempo racionalicen en que fallaron. La mayoría de los corredores opta por especializarse en ser muy buenos generando de excusas.
El top 10 de las excusas y/o realidades que enfrentan los maratonistas tenemos:
- Fallos en la hidratación. No había o no se tomo lo suficiente.
- Fallo la alimentación antes o durante.
- Correr lesionado. El peor de los errores y no califica siquiera como excusa válida.
- Se llegó cansado al maratón por X o por Y y/o no se durmió bien el día anterior.
- Factores climáticos (hacía mucho frío, había mucha humedad, mucho calor).
- La altimetría de la ruta (demasiadas subidas).
- Los calambres.
- La típica de salir muy rápido y fundirse a medio camino o antes.
- Plantearse objetivos muy ambiciosos en cuanto a tiempos de finalización.
- El famoso muro del maratón que sale a partir el Km 30.
Realmente son miles las excusas que se escuchan después de un maratón y estas pueden crecer de forma factorial por que se pueden enlazar unas con otras.
A fin de cuentas las historias del “porque me fue mal en el maratón” pueden parecer toda una odisea para oídos no entrenados (personas no corredoras) sobre lo que significa correr un maratón.
Un error típico de los corredores es que a veces no se dan cuenta de que a nadie les importan las excusas que puedan dar luego de un maratón. Son totalmente inútiles e inservibles. Ni siquiera les importan a sus familiares más cercanos y más condescendientes.
Pero la verdad es que después de tanto esfuerzo y tanto tiempo invertido, una buena excusa puede hacernos creer que la culpa no fue 100% nuestra y eso nos hace sentir un poco mejor al final del día.
Análisis post-mortem de mi último maratón
Ya pasaron unos cuantos días después de haber corrido mi maratón número 11 y como todo maratón siempre me quedan experiencias positivas y a veces también sus negativas.
Esta vez, en lo particular, fueron 5 meses de entrenamiento 6 veces a la semana, donde la rutina era levantarse excesivamente temprano para arrancar con los entrenamientos.
Para este último maratón, iba con la idea de buscar un buen tiempo, mas no un PR.
El veredicto antes de entrar en detalles es que: "Los objetivos no fueron logrados". Mala gerencia del proyecto.
Para ejemplificar mejor la cosa les dejo un diálogo típico (y tristemente real) sobre mi fracaso en este último maratón(dejando en evidencia mi mala gerencia de proyectos que aplique):
Persona X: ¿Como te fue en el maratón?
Yo: Bueno realmente un desastre… Eso sí, lo terminé pero llegue casi que con la ambulancia (chiste malo típico de corredor) pero bueno ya salí de eso…
Persona X: Jajaja ¿Y eso que te paso?
(Aquí agarro aire para comenzar a narrar mi odisea…)
Yo: Y bueno nada, la comida previa al maratón me mato. Una indigestión fatal en el desayuno el día anterior y otras cosas más.
Aparte de eso venía con unas lesiones viejas y me pego el no haber dormido casi nada la noche anterior. No se que paso, creo que esa siesta de 30 minutos que me lance en la tarde previa fue un error…
Persona X: Y bueno eso le pasa a cualquiera qué más… Pero tu no eres ningún novato que raro de verdad…
(Momento donde baja un poco la autoestima y toca reivindicarse con una buena excusa)
Yo: Y bueno nada, yo salí bien, hasta me sentí sólido al principio. Pase bien la primera mitad, pero ya por el Km 24 me empecé a sentir mal y la indigestión que traía me pasó factura.
En el Km 26 y 28 me meti al baño. Fue fatal la cosa. Salí de ahí como si me hubiesen atropellado.
Sabía que iba a perder el ritmo de carrera que me había planificado pero igual le seguí dando.
Por el Km 30 ya el cansancio era brutal, creo que me encontré con el muro o me lo lleve por el medio, ni se, porque de ahí en adelante me pare como 18 veces hasta llegar a la meta.
Literalmente llegué como pude, hasta cojeando por las lesiones viejas, pero bueno se hizo lo que se pudo…
Persona X: Que mala suerte viejo…(ya en este momento empieza a revisar su celular y realmente no le importa mucho el asunto, pero igual siente algo de lastima y sigue escuchando mi relato fantástico)
(Aquí hago mi cierre y justificación final)
Yo: Y eso no fue nada… Al llegar a la meta estaba reventado por el cansancio y el dolor de barriga me tenía mal. Me sentía como mareado.
Me fui a la enfermería, de verdad que eso parecía una “Zona de Guerra” gente llorando y algunos gritos por los calambres, la gente en las camillas, en sillas de ruedas, paramédicos iban y venían, unos cuantos les paso factura el maratón...
Les dije a unos paramédicos que estaba algo mareado.
Me sentaron en una silla de ruedas trajeron una doctora y me tomaron la tensión: tenia 8/5, no era teatro la cosa.
Persona X: ¿¿¿Enserio??? No te lo creo, capaz de morirte en esa vaina! Tu estas loco de verdad…
Yo: Y bueno tenía que terminar ese maratón que más…
Me acostaron en una especie de camilla que era una silla plegable, me pusieron un suero con otras medicinas para los dolores de barriga y de paso luego me tuvieron que poner hielo para los calambres que también me acompañaron un rato… En fin para el olvido…
Persona X: Y no ganaste jajaja… ¿Y cuanto hiciste?
Yo: 3:47
Persona X: ¿Y el que gano cuanto hizo?
Yo: 2:23
Persona X: Esa gente si corre!!!
Yo: Si…
Señoras y señores eso es un típico diálogo entre un corredor dando sus excusas (generalmente muy realistas) con una persona que sabe poco sobre este mundo de correr.
Parte son excusas, parte mala suerte, parte exceso de confianza, todo se reduce a no manejar bien los riesgos que implica correr un maratón y no haber planificado y ejecutado las cosas de manera minuciosa cómo tiene que ser.
Lo bueno de todo esto es que quedan las experiencias y con los maratones siempre hay oportunidad para reivindicarse y para hacerlo ante los demás, sino ante nosotros mismos.
Nota: Que conste que solo coloque el relato a manera de ejemplo no es mi mejor y más elaborada excusa 😎.
Conclusiones
A fin de cuentas correr un maratón es una experiencia más, quedan lecciones aprendidas sobre cómo mejorar y qué no hacer para una próxima oportunidad. A la fuerza también se aprende.
Las excusas, los entrenamientos y las vivencias siempre quedan como anécdotas que sumamos como persona y como corredores.
Lo recomendable es aprender a que no debemos utilizar esas excusas para escondernos en nuestras fallas y como tal estas tienen que ser catalizadoras de nuevas formas de implementar mejoras en la próxima oportunidad que toque.
Lo paradójico del maratón es que se asemeja a la vida misma, podemos planificar, medir, anticipar, entrenar y prepararnos a todo nivel para ser exitosos pero si algo mínimo se nos pasa, lamentablemente eso puede ser el detonante del fracaso, al menos de forma momentánea.
Lo importante es levantarse y seguir corriendo, de eso se trata todo esto.
Nada mejor para cerrar este (largo) relato que un párrafo de Murakami de su libro "De qué hablo cuando hablo de correr", para mostrar la idea de lo que significa correr para un corredor y como el correr moldea nuestros pensamientos y nuestra vida misma. Una forma de vida que adoptamos y que nos lleva a ser mejores personas de lo que éramos antes de empezar a correr:
“Es muchísimo mejor vivir diez años de vida con intensidad y perseverando en un firme objetivo, que vivir esos diez años de un modo vacuo y disperso. Y yo pienso que correr me ayuda a conseguirlo. Ir consumiéndose a uno mismo, con cierta eficiencia y dentro de las limitaciones que nos han sido impuestas a cada uno, es la esencia del correr y, al mismo tiempo, una metáfora del vivir (y, para mí, también del escribir). Probablemente muchos corredores compartan esta opinión.”
Haruki Murakami
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