Moneyball, el juego de la fortuna y el big data

Diego Ríos
2 min readMay 13, 2022

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Póster oficial del film.

La película Moneyball refleja el uso que se puede dar al big data en los deportes (y negocios) con el motivo de obtener mayor rendimiento por menor costo. El siguiente análisis se hará tomando en cuenta la trama del film.

Ciertamente el Big Data provee estadísticas y datos muy útiles para conocer el desempeño de un atleta en el campo de juego. Con ayuda de su colega graduado de YALE, Billy Beane (Brad Pitt) comienza un proyecto para fichar jugadores con promedios buenos de juego y que cobren poco.

Empezamos a ver cosas importantes cuando se debate en la junta de directivos si fichar al estilo “moneyball” es correcto o si solo es una ilusión, los demás miembros acusan a la dinámica de ser inocente y que no comprende factores reales dentro del campo de juego que no se pueden medir, como la experiencia, reflejos o sagacidad de un determinado jugador.

La junta directiva debate los fichajes de jugadores.

Pese a un mal arranque del proyecto, eventualmente el equipo empieza a dar sus frutos e incluso establece una racha de partidos ganados, sin dudas el Big Data había servido para mejorar por mucho el rendimiento colectivo de los jugadores. Pero pierden el partido decisivo para clasificar a los playoffs.

Pese a la hazaña que se había conseguido fichando por los números, no fue suficiente para que puedan clasificar a las ligas mayores, acá hay un toque muy realista de la película, y la lección: Los números no reflejan todo lo que sucede en el campo.

Vemos a lo largo del film a Beane despachando jugadores con calidad porque no servían para el proyecto “moneyball” y seguramente estos hubiesen sido determinantes a la hora de clasificar, pero al apostar solo por los números se pierde todas las cualidades que ningún sistema de mediciones puede cuantificar.

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