La comunicación no verbal
La comunicación es la base del entendimiento entre personas. Desde los primeros meses de edad aprendemos a comunicarnos, tardamos un año en decir nuestra primera palabra, pero eso no significa que fuese la primera vez que le dijésemos algo a papa o mama. La comunicación va más allá de las palabras, no debemos olvidar que la voz es solo un medio más de comunicarnos. Existen otras formas de comunicarnos, y que tenemos sin darnos cuenta empleamos en más ocasiones de las que pensamos, veamos ahora varios ejemplos. En este caso nos vamos a centrar en aquellos gestos que solo con gesticularlos, las palabras sobran.
Empezaremos con estrechón de manos. Cuando vas a conocer a alguien de quien te han hablado maravillas y que tú también tienes muchas ganas de conocer, estrechar las manos, pero en este caso dándole las dos manos puede significar un entusiasmo por conocerle/a. También puede significar que confías mucho en esa persona y que deseas colaborar. También al despedirnos sueles ser típico él uso de un apretón de manos, pero si utilizamos este para anteceder un mensaje importante también se usa, simplemente alargando más de lo normal él tiempo que dura él apretón. De esta forma le estaremos advirtiendo que lo que vamos a decir ahora es sumamente importante. Mi abuelo y yo, nos despedíamos apretándonos la mano y diciéndonos “un amigo” hasta que un día me la apretó más tiempo y acto seguido me dijo “de los de verdad”
Continuando con maneras de saludarnos y despedirnos, él abrazo es una de las mejores formas de comunicar cómo nos sentimos con una persona, para lo bueno y para lo malo. Por ejemplo, si vemos a lo lejos a una persona que llevábamos mucho sin ver, y salimos disparados a por esa persona, estamos diciendo que tenemos entusiasmo por quedar y verla/o. Por él contrario cuantas veces no hemos quedado con antiguos amigos y él abrazo se sentía frio. Cómo si nos dijese “esto ya no es lo que fue”. Y entran los sentimientos también en la comunicación no verbal pues ayudan a expresarnos, y a veces sin pretenderlo afloran. Cómo cuando abrazas y te pones a llorar, probablemente no es tu intención, pero estas transmitiendo que te encuentras mal. Él caso de los abrazos es él más obvio que puede existir, cómo ejemplo la frase “no necesito nada, solo que vengas y me abraces, no hace falta que hables”. Probablemente con ese abrazo estamos diciendo “estoy aquí y no me voy a ir”.
Por otro lado, el acto de guiñar un ojo a alguien mientras hablas con otra persona, viene a decir “sígueme él rollo” y la otra persona ya ha entendido cuál es su función y sin saber de lo que trata la conversación se mete y le da la razón a quien le ha dado la señal. Cuantas anécdotas, chistes o risas habrán surgido simplemente por ese simple gesto. Muy relacionado con él gesto se sacar la lengua, en este caso para hacerles saber que les estas tomando el pelo. Cuando te cruzas con un grupo de niños y te pones a gastarle una broma, puedes o guiñarle un ojo a uno para que te siga él juego o al final, cuando ya te van a pillar sacarle la lengua para que vea que es una simple broma.
En otra forma de comunicación menos agradable, tenemos los clásicos corte de manga, peineta o peseta. Este gesto internacional no necesita ni contexto, ni situación. Absolutamente todo el mundo entiende lo que significa. Da igual él lugar en él que te encuentres, si lo haces, él mensaje va a ser recibido. Eso sí, mucho cuidado con hacerlo porque las consecuencias pueden ser considerables además de que es una falta de respeto.
Otro gesto poco agradable, es cuando has discutido con alguien y tratas de acercarte a esa persona, pero conforme te acercas, gira él cuello y mira hacia otro lado. No ha dicho ninguna sola palabra, sin embargo, tu ya sabes que eso significa problemas, si además conforme empieza la conversación sigue sin dirigirte la mirada, quizás sus palabras te dicen algo, pero sus gestos te están dejando claro que no es él momento. Ni hablar ya de tener los brazos entrecruzados. Ese gesto definitivamente quiere ejemplificar un gran enfado.
