Una obra maestra de la simplicidad: La historia del logo de CC

Gustavo Brigante
14 min readMay 30, 2015

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El 14 de febrero de 2015, el Museo de Arte Moderno de Nueva York dio la bienvenida al público a una nueva exhibición: «Esto es para todos: Experimentos de diseño por el bien común». Inspirada por un corto tuit de Tim Berners-Lee, el inventor de la World Wide Web, «Esto es para todos» incluye una serie de fascinantes objetos, conceptos, diseños y obras de arte que fueron concebidos para servir al público mundial en maneras a veces inesperadas o en otros casos, afortunadas. Vagando a través de la exhibición, los visitantes podrán encontrar objetos y tecnología que resultan tanto curiosos como omnipresentes y que se dirigen directamente a la potenciación de la creatividad individual. Exhibido en paredes blancas junto a los símbolos aceptados mundialmente para el botón de encendido/apagado [on/off], el de reciclaje y el símbolo @ [arroba], uno encontrará una marca cuya significancia no es menor a las anteriormente mencionadas: La «doble-C en un círculo», o simplemente, la «CC», que es la marca de Creative Commons.

Vista de la instalación del logo de Creative Commons perteneciente a la exhibición «Esto es para todos: Experimentos de diseño por el bien común» por Jim.Henderson
Copyright y derechos relacionados manejados via CC0

Este ya reconocido icono del movimiento de la cultura libre está a la vista en la exposición, pero el MoMA tomó incluso más medidas para marcar el impacto y la importancia del logotipo de «CC» y sus otros iconos adyacentes como ShareAlike (Compartir igual), NonCommercial (No comercial), Attribution (Con atribución) y NoDerivatives (Sin derivados). El 4 de marzo de 2015, el Curador Senior del MoMA, Paolo Antonelli, anunció que el logotipo de Creative Commons había sido aceptado formalmente como parte de la colección permanente del museo. Es a la vez una adquisición tanto simbólica como practica para ellos, ya que como parte de la colección los iconos y su historia disfrutarán de perpetua protección y reconocimiento por el MoMA. Sin embargo, su trabajo está lejos de finiquitar: como muchos de los otros iconos instantáneamente reconocibles de la colección del MoMA, el logotipo de «CC» continuará siendo exhibido y apreciado por millones de personas en millones de situaciones, y por muchos años más.

Los logos han tenido una influencia increíble tanto en la sociedad global como en la de Internet, y a largo plazo, el impacto a futuro de esta influencia sigue homogeneizándose en su forma día a día. El mundo sabe mucho más acerca de Creative Commons ahora en 2015 de lo que lo hacía casi 14 años atrás, cuando la organización fue fundada. Pero a pesar de esto, pocos saben cómo los logos llegaron a ser, quién los creó, y qué fue lo que determinó la necesidad de su creación.

Los logotipos de Creative Commons son símbolos especiales y poderosos que hablan sobre el origen y las raíces de la organización que los creó. Creative Commons fue fundada en 2001 por Larry Lessig, Hal Abelson, y Eric Eldred para hacer frente a un problema creado por las leyes de derechos de autor que resultaban ya anticuadas en los EE UU y en todo el mundo. En una era donde se estaba volviendo cada vez más fácil compartir obras a través de Internet, la ley de derechos de autor parecía moverse en la dirección diametralmente opuesta, al aumentar los límites y restricciones a largo plazo sobre la reutilización de material. En medio de toda esta tensión, ¿cómo podrían artistas, investigadores, y otro tipo de creadores compartir sus trabajos amplia y libremente en línea sin infringir los derechos de autor entre ellos mismos? En ese momento, no había manera para un creador de conceder permisos generales para la reutilización, a no ser que contratase a su propio abogado para que le redacte sus propios términos de derechos de autor de manera personalizada. Creative Commons se levantó justamente para hacer frente a este desafío con sus licencias revolucionarias, humanistas (pero también legibles por máquinas), y que cualquiera pueda utilizar libremente. Pero con estas poderosas nuevas licencias en mano, ¿cómo la gente podría mostrar de manera clara y visible las preferencias para su reutilización?

Un diseñador y una oficina llena de abogados se ponen a trabajar

Glenn Otis Brown se unió como segundo director ejecutivo de Creative Commons en el año 2002, relevando a Molly Shaffer Van Houweling para supervisar el lanzamiento de la suite de licencias CC. Junto a Van Houweling, los fundadores de la organización, el personal más arraigado, y la cámara de colaboradores formada por Neeru Paharia y Ben Adida, Brown jugó un papel clave en el desarrollo de las primeras versiones de las licencias — tanto en las dirigidas a personas como en las legibles por máquinas — , y en última instancia, también se le presentó el reto de construir el sistema de identidad visual de Creative Commons.

Fue un encuentro completamente al azar en un avión mientras partían de SXSW en el 2002, cuando Glenn se cruzó con el diseñador/animador (y ex compañero de clase) Ryan Junell, lo que los condujo al proyecto de diseño gráfico y de marca que en última instancia terminaría en la creación de los logos de Creative Commons. Ryan y Glenn, originalmente compañeros de clase a mediados de los años 90 en la Universidad de Austin (Estado de Texas), en la cual compartían lecturas que cubrían los primeros y optimistas días de Internet. Estas lecturas les hicieron ganar a ambos un entendimiento avanzado sobre las maneras en que la web estaba por cambiar las perspectivas de lo que significaba compartir trabajos y los derechos de autor en general.

Ya cuando Glenn y Ryan se reconectaron en el 2001, Glen tenía una gran visión para Creative Commons y al mismo tiempo un increíble problema de diseño que resolver entre sus manos. El progreso en las licencias CC ya estaba en marcha. Un equipo de abogados y el personal más cercano, incluyendo a Molly y Glenn, se encontraban trabajando duro en el Standford’s Center for Internet and Society (fundado por Larry Lessig en 2001) para elaborar estas nuevas licencias de reutilización libre que fueron especialmente pensadas ​​para ser comprendidas fácilmente tanto por profesionales legales especializados en el terreno del derecho IP, como por creadores y usuarios con mínimo conocimiento o experiencia legal previa.

El equipo fundacional del proyecto entendió desde un principio la importancia de los sistemas visuales que podrían ser utilizados ​​para transmitir información sencilla pero importante para el usuario, especialmente para mejorar la puesta en marcha de un sistema selector de licencias que sea simple y basado en la web. El código de colores que va del amarillo hacia el verde se utiliza para expresar el nivel de apertura de cada licencia específica, acompañado de una fuerte puja hacia los creadores para que elijan verde y hagan su trabajo lo más abierto posible, y de esa manera maximicen su contribución a los bienes comunes. Pero a pesar de todo esto, las pregunta seguían apareciendo: ¿Cómo visualizamos estas poderosas nuevas licencias? ¿Cómo podrían las acciones de la licencia complementarse con algún tipo de visualización o marca? ¿Qué podría ser transmitido a través de estos símbolos? En las palabras de Larry Lessig, la identidad Creative Commons «necesitaba ser distintiva, como así también enseñar a través de su diseño».

Espectro de licencias CC por Creative Commons / CC BY (Iconos gobernados por la política de derechos de CC)

Molly, Glenn y el equipo sabían que necesitaban una marca fuerte para ahondar aún más lo que comprendía cada licencia única, así como también una identidad única para poder cohesionar ambas. Necesitaban una identidad no muy diferente al arraigado símbolo mundial de derechos de autor, el inconfundible y aparentemente indomable ©. Ryan Junell, quién había estado hasta ese momento desarrollandose en una serie de roles de liderazgo en diseño junto a startups y firmas de diseño en la bahía de San Francisco, aceptó el inusual y emocionante ofrecimiento para crear la cara pública de Creative Commons.

Dos semanas muy ocupadas

El proyecto original no vino con un tradicional y detallado brief de diseño. Ryan estuvo inmerso dentro del proceso de inmediato, y puesto a trabajar directamente con el staff legal para hacerle ganar conocimiento sobre las licencias y lo que ellas significaban. Los conceptos y las licencias fueron fáciles de aprender para Ryan, al haber sido previamente expuesto a las transformadoras ideas de una joven Internet de finales de los años 90, y sumado a eso sus anteriores trabajos de branding y otros proyectos de identidad en Silicon Valley. Esto lo convertía en un versado en los complejos problemas entre compartir online y las leyes de derecho de autor desde los primeros días de la web, y así fue cómo comprendió rápidamente la importancia de encontrar una manera clara y simple de fusionar el espíritu y el detalle que comprendían las licencias. Todo esto, sumado a la idea de trabajar una vez más en un ámbito académico, desafiante y de alto ritmo como lo era este, emocionaba a Ryan.

Ryan y el equipo de CC dedicó dos semanas a la búsqueda y estudio del nuevo sistema visual, una agenda ambiciosa para cualquier proyecto de diseño, más aún en uno que crecería hasta tener una influencia tan amplia y poderosa. Inherentemente, ellos sabían que las visuales necesitaban ser simples y efectivas. También sabían que necesitaban un sistema de iconos, y que ese sistema debería trabajar tan eficientemente en papel impreso como en cualquier sitio web, en créditos, en un video ó cartel. Debería ser posible evocar el símbolo con un teclado [Por ejemplo (CC)] pero también ser fácil de dibujar y recrear a mano alzada. Creative Commons estaba focalizado en un impacto global, así que el sistema también debería funcionar a través de diversos bordes y culturas, y a la vez ser claro y directo, no sobrecomplicado ni sofisticado de acuerdo las a normas y tendencias pasajeras.

Desarrollo del logotipo de Creative Commons, 2002. cortesía Ryan Junell

Ryan trabajó en docenas de prototipos, estudiando los iconos y sistemas prevalentes a ese momento, y experimentando con riffs en tipografía, geometría, y formas caligráficas únicas. Compartió iteraciones de conceptos iniciales, pero el equipo fue directo a la simple y clara forma de la doble C en un círculo. El concepto llegó a Ryan desde temprano en el proceso de creación, y fue una idea que se sintió naturalmente apropiada. El supo que hacía eco del clásico símbolo de copyright, pero también porque se sentía sencillo, directo, y por su parecido con el otro símbolo, más fácil de asimilar para su utilización pública. Como Larry luego supo poner en palabras,

«Los multiples significados de la doble (c) fueron importantes. Si creas una pregunta, crea una razón para que la gente trate de escuchar».

CC Logo (Gobernado por la política de derechos de CC)

El concepto inicial pasó a través de dos grandes rondas de mejoras, pero fueron mínimos cambios o apenas diversiones sobre esa simple y original idea.

Con el concepto final «CC» en claro, solo faltaban unos cuantos pasos más para construir el resto del sistema. Otros símbolos relevantes — el signo de dólar cruzado por dos lineas, círculo y flecha, y originalmente las letras «BY» fueron suspendidas en el mismo circulo de linea gruesa y usados como indicadores de las variantes de las licencias: No-Comercial, ShareAlike, y Attribution. Siendo este un sistema por capas, estos iconos estuvieron concebidos para reflejar un espectro de permisos que crecería para presentarse a sí mismo en su forma más reconocible, en forma de botones rectangulares, contrastados en gris, blanco, y negro.

Akzidenz-Grotesk, una maravilla moderna

Imagen de dominio público

Fue el toque maestro en simplicidad de diseño, y también una brillante manera de mostrar la actitud de compartir que conllevan las licencias. Una relación tan alegre como confidente con el tradicional logo del copyright le dio reconocibilidad instantanea, pero también una identidad única.

Junell creo el «CC» original y la subsecuente marca de Creative Commons en Akzidenz-Grotesk, una tipografía tan elegante como impactante que fue creada en el siglo XIX por Günter Gerhard Lange. Es considerada la primera tipografía sans-serif, y se convirtió en la precursora de cientos, y posiblemente miles de subsecuentes tipografías sans-serif a lo largo del siglo XX. Popular entre las compañias enfocadas en el diseño de esa época, también como tipografía evoca un espíritu de simpleza, claridad, dominio público y modernidad. La tipografía es reconocible instantaneamente como un pilar de los gráficos ambientales y de señalización. Es el progenitor de su criatura más reconocida, Helvetica (creada en los años 50), y hasta este día es la tipografía oficial de la Cruz Roja Internacional y sus capítulos globales.

Animando el logo

El equipo Creative Commons ya tenía resuelta la identidad, pero también sabían que querían un acercamiento más animado y multimedia para causar más impacto. Aún eran los primeros días del video en Internet (y los bajos anchos de banda para usuarios comunes) pero Junell tenía experiencia como animador y fue capáz de desarrollar una idea para un video basado en Flash, el primero de varios videos que Creative Commons lanzaría para contar su propia historia, y para convencer a los nuevos usuarios de tomar ventaja de las nuevas licencias y iconos.

Get creative por Creative Commons / CC BY-NC-SA

«Get Creative» fue su primer video en este intento, y mostraba un caso de estudio inspirado por una situación creativa del mundo real, en donde se plantea la reutilización de material de los White Stripes. Escrito por Glen Otis Brown y dirigido y animado por Junell, el video arma el escenario para una nueva y vibrante convocatoria hacia artistas, escritores, académicos y investigadores que aún continua hasta hoy. Junell y otros a menudo dan crédito a este video como parte crítica de la definición de la historia visual de CC al mismo nivel de lo que fueron los logos en si mismos. En el mismo espíritu de este video, también aparecieron historietas digitales, ilustradas por Junell y escritas y diseñadas por Neeru Paharia.

De «Espectro de derechos» por Neeru Paharia, Matt Haughey, and Ryan Junell / CC BY

La recepción inicial al lanzamiento de las licencias y los nuevos logos fue increíblemente positiva. La historia trajo una bocanada de aire fresco a los medios tecnológicos, muchos de la cuales todavía se encontraban intentando alejarse de la oscura narrativa post-burbuja. Los primeros en adoptar las licencias CC, incluyendo al MIT, the Internet Archive, y la Electronic Frontier Foundation, cantaron loas al proyecto y abrazaron los logos para su propio contenido licenciado como CC. En remeras (playeras), autoadhesivos, pines y carteles, el logo creció y se extendió, rápidamente convirtiéndose en una (si no, en «la») marca más prominente de la cultura libre. Evangelistas, artistas, programadores, y escritores con conocimientos al respecto, mostraron con orgullo su apoyo a CC poniendo el logo en sus laptops, notebooks, y teléfonos celulares. Los fans más celosos hasta llegaron a teñirse el logo en sus cabezas en forma de apoyo durante conferencias tecnológicas, y más de unos cuantos tatuajes de CC encontraron su lugar en la piel de los fans más duros. El logo iba en camino a convertirse en el simbolo reconocido internacionalmente que es hoy.

La parte de atrás de la cabeza de este hombre tiene teñido el logo de Creative Commons, licencia por George Kelly / CC BY-NC-ND

Los logos crecen y se adaptan

Los logos de Creative Commons se encontraron ante una incrementalmente vasta y compleja Internet allá por el 2005. El sistema era lo suficientemente simple para trabajar con una variedad de configuraciones y nuevas plataformas como Flickr, y eventualmente Wikipedia y otros estuvieron dispuestos a incorporar las licencias y los logos de maneras efectivas y visibles. Pero así como los logos se hacían más populares y más globales, era evidente que los conceptos originales necesitaban ser renovados. El uso del símbolo de dólar y su dependencia en el texto «BY» fueron los dos retos más prominentes. Ambos resultaban convencionales para audiencias occidentales y angloparlantes, pero al mismo tiempo resultaban impracticas para su uso internacional.

Alex Roberts, quién comenzó trabajando con Creative Commons en el 2005 como su Diseñador Senior, fue encomendado con el sensible trabajo de actualizar y expandir los logos y también de ver una variedad de nuevos casos y escenarios de utilización. El introdujo la simple figura humana como un reemplazo al «BY» en el icono de Atribución, creó el nuevo icono CC Cero, y dos nuevos iconos de moneda con los símbolos del euro y el yen para mostrar la variación y la internacionalización de los logos para uso NoComercial.

Adiciones a la familia de logos, por Alex Roberts (Iconos gobernados por las políticas de derechos de CC)

Roberts también produjo los delgados y rectangulares botones de licencia tan comunes de ver en uso en millones de websites al día de hoy, y trabajó para mejorar la lectura, la disposición y la claridad sobre como trabaja cada licencia. Rorberts es reconocido por el MoMa junto a Ryan Junell como colaborador en la creación y mejoramiento del sistema de diseño en su conjunto.

Los nuevos logos aparecieron en un actualizado video explicativo de Creative Commons allá por el 2006. «¿Trabajamos Juntos?» era una vez más animado por Ryan Junelll y por el entonces Director Creativo, Eric Steuer.

Hoy en día, Ryan Junell es productor creativo y trabaja en el area mayor de NYC. La primera Directora Ejecutiva de CC, Molly Shaffer Van Houweling, es actualmente miembro de la junta de CC y Profesora de Leyes en la Universidad de California, Berkeley. Glenn Otis Brown fue Director Ejecutivo de Creative Commons del 2002 al 2005 y ahora tiene un un cargo ejecutivo en Twitter, en la ciudad de Nueva York. Alex Roberts fue Diseñador Senior en Creative Commons del 2005 al 2011 y ahora es Ingeniero de Software en Eventbrite.

Los logos de CC hoy y el futuro

Desde el año 2006, los logos de Creative Commons no han pasado a través de ningún cambio significativo, y las licencias CC 4.0 como sus logos representativos están listas para continuar su marcha hacía una visibilidad y prominencia mucho mayor en la web. Su estado de adquirido por el MoMa a principios de mes es un indicio de como perdurará por décadas o siglos venideros, un indicador de que la simple elegancia y la efectividad de las visuales y de la duradera importancia del poder de compartir.

En 2014, el Estado de los Comunes de Creative Commons reportó la cuenta de trabajos marcados como CC en 882 millones (con algunos estimados sugiriendo que el número bien podría encontrarse por encima del billón), viniendo estos datos de más de 10 millones de sitios en la web. La mayoría de estos trabajos están disponibles bajo una de las tres licencias más abiertas, asegurando su máximo beneficio a la causa común. Wikipedia y sus hermanas proveen virtualmente todo su contenido bajo una forma u otra de licencias CC, en adición a ser de dominio público. Flickr aloja cientos de millones de imágenes y videos bajo CC, y los videos y otro tipo de multimedia bajo CC también se pueden encontrar en Vimeo, YouTube, el Internet Archive y muchas otras de las más grandes plataformas de medios actuales. Millones de estudiantes alrededor del mundo están aprendiendo a través de libros de texto, planes de estudio, y otras herramientas de aprendizaje, todas ellas libremente reutilizables y bajo licencias Creative Commons.

Creative Commons apunta a pastorear sus logos a través de las décadas y siglos venideros mientras continúa creciendo en utilización e impacto. Internet y el mundo a su alrededor cambian cada día, y miramos hacía el futuro para visualizar como estos símbolos y tanto el conocimiento como los medios que lo acompañan seguirán floreciendo e impactando en el mundo en maneras aún desconocidas.

Celebrando el logo de CC con una remera especialmente diseñada

Hoy también estamos emocionados de anunciar la disponibilidad de una increíble nueva remera de Creative Commons. Gracias a nuestros talentosos amigos del Noun Project y Teespring, invitamos a nuestros fans y colaboradores a comprar esta remera edición limitada que orgullosamente celebra el logo de CC. Puedes leer más sobre la campaña en este post, o ir al sitio de Teespring y pedirla ahora mismo — Esta oportunidad única estará disponible del 24 de marzo al 7 de abril del 2015.

Esta historia fue elaborada y escrita por Jay Walsh en colaboración con el equipo de Creative Commons.

Excepto donde se indique lo contrario, «A Masterwork in Simplicity: The Story of the CC Logo» por Creative Commons está bajo licencia de Atribución Internacional 4.0 de Creative Commons.

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Gustavo Brigante

Freelance Graphic Designer / Illustrator - Autodidacta - Domador de brontosaurios con fatiga crónica. Pantone-leontologo™ http://t.co/lUGeP4FtfL